Cinco lagos imprescindibles

El lago Ercina forma junto al lago Enol y Bricial, que sólo tiene agua cuando se produce el deshielo en las montañas, lo que se conoce como los Lagos de Covadonga. Su frecuente uso desde 1983 como final de etapa en la Vuelta Ciclista a España ha popularizado internacionalmente este paraje. Cada año, cientos de aficionados suben en masa y llenan de color el lugar. Se puede acceder en transporte público y vehículo privado todo el año excepto en las fechas de temporada alta, en las que sólo se puede acceder en autobús y taxis locales. Antes de subir hay dos paradas obligatorias. Primero, el Santuario, símbolo de Asturias basado en la leyenda y en la historia de este paraje. Y en segundo caso, la Santa Cueva, excavada en la roca, encima de una cascada de agua, donde mora la patrona de Asturias desde hace más de 1.300 años.

El principal atractivo de la subida son las espectaculares vistas y la posibilidad de practicar senderismo. Cuando se llega, hay que bajar hasta un aparcamiento que hay a la izquierda bordeando el Enol. Desde allí nos sugieren hacer la visita de una manera predeterminada. Se sube por unas escaleras que hay cerca del aparcamiento y llegamos hasta el Mirador de la Reina, desde el que vemos una increíbles panorámicas de la zona de Cangas de Onís.

Al llegar arriba, el primero de los lagos que nos encontramos es el lago Enol. Está a una altitud de un poco más de 1.000 metros y es el más grande. Alberga en las profundidades a la virgen de Covadonga que vela por las vidas de sus tocayas. Tiene un color verde esmeralda, aunque dependiendo de la estación del año cambia el color. Y un poco más arriba encontramos a su hermano, el lago Ercina. Según se llega es muy común ver los rebaños de vacas pastando a sus anchas por las praderas. Además, si llegas con el apetito abierto, al lado del lago podemos encontrar un par de establecimientos donde ofrecen comidas, bebidas y bocadillos.

Es el lago más grande de Cataluña. Ubicado en la provincia de Girona se encuentra Banyoles, una preciosa ciudad que cuenta entre sus mayores atractivos con este lago, un enigmático, misterioso y encantador paraje, objeto de muchos mitos y visita obligada para cualquier viajero. Un espacio único de gran valor geológico, ecológico, paisajístico y cultural. Cuenta con su propia leyenda (al estilo del monstruo del Lago Ness), que dice que en su interior vive un feroz y gigantesco monstruo. A su vez, cientos de historias dotan de encanto a este misterioso lago. Barcos desaparecidos, personas e incluso un avión militar ruso en plena Guerra Civil Española.

Dentro del lago podemos practicar numerosas actividades para hacer con la familia, la pareja o los amigos. Desde el baño, para el que se encuentran habilitadas tres zonas, al piragüismo y la pesca. También, se da la posibilidad de alquilar bicicletas de montaña y se ofrecen varias rutas de senderismo. Hacer un picnic tampoco es una mala idea. Y si hablamos del acceso, lo más recomendable es acudir mediante transporte público.

Finalmente, la visita seria incompleta si no dedicáramos algo de tiempo a descubrir el encanto del casco antiguo de la localidad, en el que no faltan joyas arquitectónicas como el Monasterio de Sant Esteve. También son de gran interés la iglesia de Santa Maria dels Turers, la bonita plaza Mayor, con sus porches y arcadas, y el Museo Arqueológico Comarcal que se encuentra ubicado en un palacete gótico del siglo XIV.

Se encuentra localizado en el extremo noroccidental de la provincia de Zamora y es el mayor lago de origen glaciar de la península ibérica. Sanabria ha sido una zona llena de supersticiones. La existencia de pueblos aislados, dispersos y humildes desencadenó la imaginación popular dando lugar a leyendas basadas en tradiciones y mitos. La del origen del lago dice que llegó a la aldea de Villaverde de Lucena un vagabundo al que nadie prestó ayuda, a excepción de dos mujeres que estaban cociendo pan en un horno. Le invitaron a entrar para resguardarse del frío de aquella noche y le dieron comida. El vagabundo resultó ser Jesucristo, que avisó a las mujeres de que huyeran al monte con sus familias, ya que iba a inundar la aldea como castigo por su falta de caridad. Al día siguiente, Villaverde se inundó por completo, quedando a salvo el horno en la pequeña isla que se puede ver hoy en día en el lago.

Para acceder a este precioso paraje lo más práctico es disponer de un automóvil. A su vez, varias compañías de autobús llegan también a la zona. Es un lugar idóneo que ofrece multitud de actividades. Las aguas limpias y frescas invitan al baño, aunque hay que tener en cuenta las pequeñas corrientes y cambios bruscos de temperatura. Entre las varías playas que dispone, Custa Llago es la más conocida. En ella se pueden alquilar canoas, piraguas, e incluso practicar windsurf los días con viento.

Pescar y montar a caballo es otra opción. En el pueblo Pedrazales se pueden alquilar monturas para cabalgar por este imponente entorno natural o, si se desea, existen numerosos senderos para disfrutar también a pie de las lagunas, cañones y rica naturaleza. Por último, una buena manera de descubrir el lago es a través del Helios Cousteau, un barco subacuático, que se emplea con fines didácticos y turísticos.

Si hay en un lugar donde se pueden realizar todo tipo de actividades, sin duda es éste. Situadas en la frontera entre las provincias de Ciudad Real y Albacete, son perfectas para visitar cualquier día del año. Es considerado uno de los espacios naturales húmedos más interesantes y bellos d la Península. Lo forman un complejo de 15 lagunas, caracterizado por las caídas de agua que conectan unas con otras a lo largo de 25 kilómetros. Sus puras y cristalinas aguas están llenas de peces y además el baño está permitido. Hay varias playas fluviales y chiringuitos para comer o tomar algo.

Aquí podrás disfrutar de la gastronomía manchega, platos como las migas, las gachas, los pistos o los platos elaborado con la caza menor harán las delicias de los aficionados a la gastronomía. Todo ello acompañado con un buen queso manchego y el mejor vino de la tierra. Hospedarse tampoco es un problema. Numerosas cabañas o casas rurales ofertan durante todo el año bonos y packs que incluyen numerosas actividades. Desde andar en 4x4 o en buggys, a escalar en un rocódromo o hacer kayak, buceo y paintball. Vamos, que aburrirte, seguro que no lo haces. Por último, a modo de curiosidad, en sus parajes han sido rodadas escenas de la película El Capitán Trueno.

Esta oscura, fascinante y enigmática laguna, envuelta en leyendas, forma unos de los parajes más bellos de la provincia de Soria. Su acceso se puede realizar en vehículo excepto en los meses de verano o en festivos con mucha afluencia de visitantes, en los que está prohibido. Cuando sucede esto, un autobús se encarga de subir a los visitantes los dos últimos kilómetros, aunque también se puede hacer a pie. La leyenda dice que la Laguna Negra no tiene fondo. Llegan a decir que se comunica con el mar mediante cuevas y corrientes subterráneas. También dicen que hay un ser que vive en ella y que devora todo lo que cae, bañistas incluidos. La realidad es que su profundidad máxima ronda los 12 metros.

Hay variedad de rutas de senderismo de distinta dificultad. Además, en este espacio están representadas algunas de las más valiosas especies de la fauna regional: el lobo, el gato montés, la cigüeña común, el buitre leonado, las águilas reales..., lo que hace que darse un paseo y contemplar alguna de estas especies sea un regalo muy valioso. Y a la hora de comer, no habrá problema. Los sorianos saben de esto y no faltará carne de cordero, de lechazo, embutidos, las migas o jabalí. Como curiosidad, el primer domingo de agosto tiene lugar desde hace más de 40 años su famosa travesía a nado, en la que hay gran participación de nadadores.