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María Ángeles Samperio Martín
Sábado, 14 de noviembre 2015, 08:07
La dirección de la factoría en Reinosa del grupo Gerdau notificó ayer el despido a nueve trabajadores fijos de la plantilla, que se suman a los tres que se produjeron a finales del pasado mes de octubre. La empresa continúa así el recorte del personal en el área administrativa y lo une a la rescisión de al menos otros tres contratos de una empresa externa que llevaba el Departamento de Seguridad Laboral e Higiene en la factoría campurriana.
Ante esta situación, los representantes de los trabajadores han convocado para el próximo lunes, día 16, una concentración en las entrada de la factoría, que coincidirá con las que se han organizado en Basauri, Vitoria y Azkoitia. La protesta tendrá lugar desde las 13.15 a las 14.15 horas.
El jueves se comunicaron un total de seis despidos y ayer otros tres más. Se trata en su mayoría de personal de oficinas y gestión, entre los que se encuentra al menos un directivo y varios cargos medios. La mayoría de ellos son trabajadores con años de antigüedad en la empresa y en muchos casos fuera del actual convenio de Gerdau.
Gerdau ya había anunciado en las reuniones internas que dentro de la estructura del grupo había departamentos que consideraba «sobredimensionados». Los salidas se iniciaron a finales de octubre en Basauri (cinco despedidos) y en Reinosa, tres más. En aquella ocasión trascendió que los despedidos iban a recibir una indemnización de 20 días por año trabajado, con un máximo de 12 mensualidades, amparándose en las últimas cuentas de la empresa que registran pérdidas multimillonarias por diversos ajustes y amortizaciones. Es posible que en esta ocasión la indemnización sea similar.
Protesta e incertidumbre
Las secciones sindicales que han convocado la protesta del próximo lunes han elaborado un comunicado que van a repartir a los trabajadores en la entrada y salida de los diferentes relevos en los que explican su postura ante la situación que está viviendo el grupo con la incertidumbre de su posible venta y con la certeza de los despidos que se están ya produciendo.
Gerdau ha venido eludiendo responder a los requerimientos sobre una posible venta, pero el pasado día 20 de octubre contestó con dos párrafos al requerimiento que la Comisión de Valores Mobiliarios (el regulador bursátil de Brasil) le planteó sobre la situación de su filial española Sidenor. La respuesta de la compañía fue que está evaluando «las oportunidades de optimización de sus activos con la visión estratégica de generar un mayor retorno a sus negocios, operaciones y accionistas, incluyendo a veces los consejos de los bancos de inversión y empresas especializadas en la identificación y evaluación de tales oportunidades».
Desde entonces, poco o nada ha trascendido sobre los planes del grupo brasileño, si bien a finales de octubre se valoraba que las negociaciones con posibles compradores no iban a ser fáciles en un contexto en el que el mercado del acero está fuertemente presionado por la entrada de productos procedentes de China a bajo precio.
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