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El magnate ruso Mikhail Fridman, cabeza visible del accionista mayoritario de Dia. REUTERS
Dia recibirá 771 millones a corto plazo al elevar la financiación de sus inversores rusos

Dia recibirá 771 millones a corto plazo al elevar la financiación de sus inversores rusos

De ellos 500 millones los anticipará la propia LetterOne con cargo a la ampliación de capital espera, que ahora se eleva hasta 600 millones, y el resto la banca acreedora

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Martes, 25 de junio 2019, 23:41

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Ya hay fumata blanca sobre el futuro de Dia, que da ya por conseguido su «reposicionamiento para ser competitivo a largo plazo». En la noche de este martes aseguró su estructura de capital a largo plazo tras varias semanas de negociaciones entre la banca acreedora y el accionista mayoritario del grupo español de distribución (con el 69,76% de los títulos): la sociedad patrimonial LetterOne (L1), que engloba a un grupo de inversores rusos que lidera el magnate Mikhail Fridman.

El pacto anunciado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) implica que L1 «ha inyectado, con disponibilidad inmediata», 500 millones en la caja de la tercera mayor cadena de supermercados del país, que recuperaría con la anunciada ampliación de capital aprobada por la junta general a finales de marzo. La novedad es que eleva la captación de recursos prevista a 600 millones –como proponía el anterior consejo de administración–, de los que 100 millones quedarán «sujetos» a los accionistas minoritarios y al «apetito del mercado».

Asimismo, Fridman y sus socios «asegurarán» un préstamo de 200 millones -a tres años de plazo y con un margen del 7%- que será entregado por las entidades financieras acreedoras, con Santander, BBVA y CaixaBank a la cabeza. Los mismos bancos darán una línea de crédito 'confirming' por otros 71 millones (y un margen del 5,5% en este caso) para anticipar pagos a proveedores.

Con todos estos fondos -los 271 millones prestados por la banca «serán utilizados según las necesidades del negocio» y los 100 extra de la ampliación de capital aún deberían concretarse-, los responsables de Dia consideran «asegurado el futuro». No obstante, más allá de ese nuevo «músculo financiero», los gestores de la compañía esperan contar ahora con la «estabilidad» necesaria para «construir a través del crecimiento de las ventas una gran marca en el sector de la distribución».

Para su consejero delegado, Karl-Heinz Holland –antiguo primer ejecutivo de su competidor Lidl y que ahora está remodelando el equipo directivo con personas del grupo alemán–, el acuerdo logrado «refleja el compromiso» de L1 y permitirá cumplir todas las obligaciones financieras del grupo. Y, entre ellas, también se incluye el pago de 306 millones por los bonos que vencen el 22 de julio. Asimismo, con las nuevas inyecciones de dinero podrá remover lacausa de disolución por pérdidas (hasta marzo tenía un patrimonio neto negativo de 175 millones)» en que aún está inmersa.

Vencimientos prorrogados

En cualquier caso, se mantienen el resto de condiciones acordadas el pasado 20 de mayo por L1 y la banca acreedora, empezando por el aplazamiento hasta el 31 de marzo de 2023 del vencimiento de su crédito sindicado de 912 millones. Para el resto de financiaciones bilaterales se prorrogan hasta «no antes de 2021» sus fechas de vencimiento respectivas, con el compromiso de prorrogarlas si no se dan causas para su ejecución anticipada.

En relación a las nuevas líneas de préstamo «por hasta 380 millones» pactadas, 200 millones corresponderían a la operación asegurada por los propios inversores rusos y otros 80 millones a la línea de 'confirming' (de la que solo se van a disponer 71 millones por ahora), dejando abierta la posibilidad de obtener un crédito por otros 100 millones.

Además, no habrá amortizaciones anticipadas y el dinero de la venta de activos -se estima sacar unos 100 millones por las perfumerías Clarel y los supermercados mayoristas Max Descuento- se reinvertiría en el grupo. A cambio, además de otorgar más garantías a los acreedores y mayores intereses -se han duplicado e incluso triplicado para las nuevas operaciones-, la cadena constituirá nuevas filiales -por ejemplo, englobará en una sociedad aparte sus negocios en Portugal, Brasil y Argentina- y, sobre todo, no distribuirá dividendos hasta que toda esa financiación «haya sido totalmente repagada».

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