Queremos ser optimistas

En el centro de nuestras preocupaciones están las personas, más de 400 trabajadores y trabajadoras de la empresa, que han puesto todo de su parte, incluso renunciando a muchos derechos salariales y laborales, y se han implicado hasta la saciedad para salvar una empresa emblemática de la comarca del Besaya. Ellos son las auténticas víctimas de una decisión que se ha tomado de manera precipitada y que es el último eslabón de un duro camino en un conflicto recurrente en la empresa fruto, entre otras cuestiones, de una mala gestión y de la ausencia de una política industrial para la región que afianzara la actividad de nuestras empresas así como el empleo estable y de calidad para la ciudadanía de Cantabria.

Así todo, desde CC OO queremos ser optimistas. La historia de Sniace ha estado marcada por las crisis y los sobresaltos, pero si hay un denominador común que se ha mantenido en todo este tiempo ha sido la unión, la lucha y el compromiso de su plantilla y la comarca. Por ellos, que serán quienes sufran los efectos del cierre, es por lo que ahora no deberíamos darlo todo por perdido.

Desde CC OO instamos al Gobierno de Cantabria y a todos los agentes implicados, políticos y sociales, a hacer un frente común que permita, junto a la Administración Concursal, dar continuidad a la actividad laboral. Las inversiones ya están realizadas, sólo hace falta que se materialicen y se pongan en funcionamiento.

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