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Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa posan junto al presidente Mauricio Macri y su esposa, Jualiana Awada.
Cenar con Isabel  y Mario cuesta 15.000 euros

Cenar con Isabel y Mario cuesta 15.000 euros

La 'celebrity' y el Nobel acudieron a la gala benéfica del presidente argentino. Y además visitaron las cataratas de Iguazú

NURIA ROZAS

Viernes, 6 de mayo 2016, 08:38

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Isabel Preysler ha hecho una excepción. Se ha saltado su dieta, que consiste en sustituir la cena por un vasito de agua caliente, para acompañar a Mario Vargas Llosa a la lujosa velada que la Fundación Libertad celebra anualmente en Argentina. Y a juzgar por el tipín que se la quedado al literato, parece que él ha comenzado el mismo régimen.

La 'celebrity' hispana, que lucía un elegante vestido negro de transparencias, volvió a eclipsar al Nobel de Literatura, que acudió a la capital para presentar su último libro, 'Cinco esquinas'. También al presidente argentino, Mauricio Macri, que dirigiéndose a Vargas Llosa la piropeó sin reparos. «La que despierta pasiones, no violentas pero pasiones al fin y al cabo, es tu mujer por su belleza», soltó el mandatario. Poco le importó la novela.

Allí, entre burratas de jamón serrano y tomates asados al tomillo, tournedó de lomo y otras delicias que no hay quien pronuncie transcurrió la cena, a la que acudieron más de 800 personas, que tuvieron que esperar más de dos horas para empezar a hincar el diente. Los que quisieron compartir mesa con la reina de corazones y el escritor tuvieron que aflojar la cartera y pagar 15.000 euros. Las 'invitaciones' más baratas costaban 400 euros. Una fiesta, evidentemente, no apta para cualquier mortal.

El escritor aprovechó para asegurar que Argentina está viviendo un «momento histórico», casi tanto como el suyo, que a los 80 años ha aprendido a manejarse con el móvil y la Visa, y además de qué manera. Algo que no hubiera sido posible sin su flamante novia, que acaba de cumplir los 65 el pasado febrero.

Los tortolitos, que viven en una luna de miel permanente, aprovecharon para visitar las cataratas de Iguazú. Un momento que los paparazzis argentinos no han logrado inmortalizar, pero que provocó el revuelo de los turistas. Pueden presumir de haber visto a la pareja de moda sin soltar ni un euro.

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