

Secciones
Servicios
Destacamos
1.787 días después de flexibilizar las restricciones por el covid-19 en lo que se vino a llamar «la desescalada», el Gobierno volvió a asumir el mando de la gestión de una catástrofe en Andalucía, Extremadura y la Comunidad de Madrid, las tres Comunidades que pidieron este lunes al Gobierno declarar el nivel 3 de emergencia de protección civil –todas ellas gobernadas por el PP– por el apagón generalizado que dejó sin electricidad a 58 millones de personas en la España y a la Portugal peninsulares y el Sur deFrancia. Sin «información concluyente», el jefe del Ejecutivo ofreció una declaración que evocó a la de las horas más oscuras de la pandemia. «No descartamos ninguna hipótesis», zanjó.
El presidente compareció con la misma cara de circunstancias que ya exhibió en otras calamidades como la erupción del volcán en La Palma o las consecuencias económicas por la invasión rusa de Ucrania, para recomendar evitar los «desplazamientos innecesarios» y seguir la transformación por los canales oficiales para evitar todo tipo de bulos e intentos de desinformación.
Habían pasado casi seis horas del inicio del corte eléctrico, con el Consejo de Seguridad Nacional –el máximo órgano del Estado en materia de emergencias– convocado de urgencia al completo con las vicepresidentas María Jesús Montero y Sara Aagesen; los ministros de Defensa, Presidencia e Interior; el jefe del Estado Mayor de la Defensa o la directora del CNI.
Como al resto de la población, aSánchez le sorprendió el apagón a las 12:32 horas, minutos después de haberse reunido en Moncloa con el primer ministro chipriota, Nikos Christoduolides. El apagón frustró la reunión posterior que el dirigente insultar tenía previsto mantener con el Rey Felipe en Zarzuela.
«El Gobierno está trabajando para conocer el origen y la afectación de esta incidencia y dedicando todos los recursos para solventarla cuanto antes», fue el primer comunicado de la Secretaría de Estado de Comunicación, aún cuando las informaciones eran confusas y se desconocía el alcance de la afección.
Mientras el corte obligaba a interrumpir todo el tráfico ferroviario, afectaba al tráfico aéreo, provocaba cortes en los transportes públicos y la desconexión de los semáforos. Sánchez se desplazó con Aagesen a la sede de Red Eléctrica, la compañía que gestiona el mercado eléctrico español. El actor clave para conocer los detalles del grave apagón de luz.
En todo momento, como confirmaron desde Moncloa, Sánchez mantuvo contacto directo con el primer pinistro de Portugal, Luis Montenegro, y la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen. El presidente intentó ponerse en contacto varias veces con el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, pero fue «imposible» por la problemas de cobertura del jefe de la oposición –Moncloa tiene garantizadas sus comunicaciones–. El Gobierno pudo contactar con los populares a través del ministro Félix Bolaños que logró hablar con su portavoz parlamentario, Miguel Tellado.
No se descartaba un incendio en algún punto de la red, tampoco cyberataque en un momento crítico en el que Moncloa tiene previsto pisar el acelerador para elevar el gasto militar hasta el 2% del PIB, precisamente para tratar de evitar este tipo de sabotajes.Antes de las 14:00 horas, el panorama era ya el de una crisis sin precedentes. «El Gobierno está comunicándose con el jefe del Estado, con los distintos grupos parlamentarios, con las instituciones europeas. Y también por la OTAN», señaló el presidente, con esa última frase retumbando en el ambiente por su gravedad. El apagón ya era calificado por los propios responsables de Red Eléctrica como un hecho «sin precedentes «en su historia que paralizó la actividad productiva.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.