«Nos nos drogamos, la comida es nuestra única adicción»

Lejos del 'sexo, drogas y rock'n'roll' Vetusta Morla se ha convertido en la banda independiente por excelencia de nuestro país. Nada de alardes de fama, fiestas interminables, ni líos amorosos. Son los 'niños buenos' del rock. Publicaron su primer disco en 2008 (Un día en el mundo), y desde entonces no han parado. Han arrasado recientemente en los Premios de la Música Independiente, tienen publicados cuatro discos, su propio sello discográfico, la banda sonora de un videojuego y ahora un libro.

¿De donde sacáis tiempo?

Durante las giras tenemos mucho tiempo libre -se ríe Baglietto-. En viajes, pruebas de sonido Estamos todo el rato inventando aventuras nuevas para no aburrirnos... ¡y para no comer más! ¡Que no nos drogamos! la comida es nuestra única adicción.

De esas 'salas de espera' nace 'Memoria Instantánea' un compendio de reflexiones, anécdotas, canciones y fotografías que muestran la parte menos visible de su gira La Deriva. Una mirada más íntima, alejada de los flashes y de la prensa. «Las fotografías de Pucho muestran un día a día anodino, lo primero que vemos desde la ventana de nuestra habitación de hotel», explica Álvaro.

Para ellos regresar a Bilbao es «volver a casa». «Tenemos aquí familia y grandes amigos». El bajista confiesa que sin el estrés de la gira disfrutan mucho más de la villa. Lo que no adelanta es cuándo piensan volver para subirse a un escenario.