Gento entra en la leyenda
Se non è vero, è ben trovato', dicen los italianos. Si la historia no es cierta, merecería serlo. Cuenta la leyenda que cuando el joven ... Paco Gento llegó al Bernabéu con aquella velocidad supersónica que luego le otorgaría el sobrenombre de 'La Galerna del Cantábrico', los veteranos, Alfredo Di Stéfano, que era el jefe, y Pancho Puskas, ambos ya con sus añitos y algún kilo de más, tomaron medidas: «Pancho, no se la des tanto al chaval de Santander que nos va a matar a carreras para llegar al área a rematar».
Di Stéfano cambiaba de conversación cuando le preguntaban por la veracidad de la anécdota. Fue el principal amigo y valedor de Paco Gento en sus difíciles comienzos en Madrid hasta que aprendió, también con Héctor Rial, los secretos de la pausa, el cambio de ritmo y el desmarque para convertirse en el mejor extremo izquierdo de la historia.
Nos ha dejado ayer para entrar en la leyenda el último superviviente de aquella delantera mítica del Madrid de las cinco Copas de Europa consecutivas que ganó también otro cántabro ilustre, Marquitos. A Gento, en su larguísima trayectoria plagada de éxitos -18 temporadas como titular indiscutible en el mejor equipo del mundo es en sí mismo una proeza- todavía le dio tiempo a ganar un sexto trofeo con la generación de los 'yeyés'. Nadie más lo ha conseguido.
Con aquel muchacho de Guarnizo, siempre orgulloso de su tierra, que había explotado en su corto periplo en el Racing –su traspaso al Madrid ayudó a comprar la Mies de Manzoña, que es como se llamaba la finca de los viejos Campos de Sport- comenzó la larga saga de futbolistas cántabros presentes en las Copas de Europa del equipo del Bernabéu y también fue el primero de la dinastía deportiva de los Llorente Gento que no ha dejado de dar frutos desde entonces. Descanse en paz Francisco Gento, el más laureado futbolista español de la historia, gloria del deporte de Cantabria.
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