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De Santander al Curavacas

Si se atreve a hacer la ruta por la montaña palentina encontrará por el camino cascadas, vegetación, zonas rocosas y pozos de agua glaciar

Ana del Castillo

Sábado, 5 de septiembre 2015, 07:52

El Curavacas es la elevación más alta de la montaña palentina, no apta para senderistas con vértigo, pero un reto para experimentados.

Se encuentra a unas dos horas y media en coche de Santander, por la A-67 en dirección a Palencia . En gasolina, 24 euros.

La ruta más habitual en esta zona, que se puede hacer a pie, en bici o en coche, es la del Pozo Curavacas, de 500 metros de desnivel y una dificultad catalogada como 'alta'. Durante la ascensión, el esfuerzo le regalará siete cataratas, vistas espectaculares y el pozo, una extensión de agua glaciar, pura, limpia y muy fría (incluso en verano) que abastece la montaña.

No es el único lago de la zona. Si les sobra tiempo también pueden fotografiar el pozo Oscuro o la laguna de Fuentes Carrionas, dignas de postal.

A lo largo del recorrido, el paisaje cambia en multitud de ocasiones. Se encontrarán desde llanuras con ganado y mucha vegetación (Valle de Pineda), hasta monte rocoso (difícil de atravesar) con mucha piedra suelta. Igual tienen que echar las manos al suelo, depende de su habilidad y practica.

"Lo mejor de la ruta es la sorpresa que te llevas cuando descubres el pozo. Y también destacaría la tranquilidad y soledad" , "solo por ver el lago merece la pena todo el esfuerzo", "una buena forma de entrenarse al aire libre si estás practicando alguna prueba deportiva", dicen senderistas que han cruzado el Curavacas.

En la mochila

Si se arman de valor y deciden echar a andar hasta el Pozo Curavacas, deben tener en cuenta que les espera una ruta (caminando tranquilamente, sin acelerar la marcha) de unas doce horas (ida y vuelta), de dificultad alta, con un recorrido de 40 kilómetros.

Si las ruta se les hace muy larga, pueden dormir en cualquiera de los chozos de pastores que encontrarán por el camino.

Se recomienda llevar bastones para facilitar el paso, calzado adecuado, agua, comida, gorra, cámara de fotos, saco de dormir (por si les apetece quedarse a ver las estrellas) y alguien con quien compartir la espectacular experiencia. ¡Ah! Y bañador, si se atreven a darse un chapuzón en el pozo.

No olviden elteléfono móvil con la batería cargada, consultar la previsión meteorológica antes de hacer la ruta y tener mucha precaución. Buen viaje.

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