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El Racing gana con lo puesto su segundo bolo
Los de José Alberto, que siguen sin refuerzos, superan al Avilés por la mínima en un duelo anodino y en el que se echó de menos casi todo
Victoria por la mínima, 2 a 1, y con la ley del mínimo esfuerzo. El Racing ha remontado al Avilés en el segundo amistoso de ... la pretemporada por desgaste. Poca intensidad y poco fútbol. Lo de este miércoles en los Campos de Sport de El Astillero fue un ensayo más para testar a los canteranos, controlar las cargas y confirmar, que al Racing le falta de casi todo.
Segunda puesta en escena veraniega, entre atascos, prisas y camisetas verdiblancas. A José Alberto le gustó el primer capítulo y decidió darle continuidad a la trama, pero con distintos actores. Volvió la defensa de tres centrales y dos carrileros abiertos. Una, en la primera mitad y otra diferente en la segunda. A falta de caras nuevas, qué mejor que aprovechar el 'bolo' para seguir aprendiéndose el sistema, que parece que ha llegado para quedarse. Con la película lanzada, es probable que el director de casting, Chema Aragón, ande buscando actores principales que se sepan este nuevo papel.
Racing
Laro; Saúl, Castro, Michelin, Suleiman, Solórzano, Jeremy, Diego Díaz, Sergio, Aitor Crespo e Izan. También jugaron: Álvaro, Mario García, Álvaro Mantilla, Manu Hernando, Yeray, Aritz Aldasoro, Íñigo Vicente, Maguette, Marco Sangalli, Rodri, Jorge Salinas y Samu Calera.
2
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1
Avilés
Álvaro; Julio, Babin, Macías, Santamaría, Javi Cieto, Pablo Álvarez, Cayarga, Quicala Bari, Gete y Campabadal. También jugaron: Ángel Prieto, Miguel Menéndez, Manuel Loza, Raúl Hernández, Kevin Bautista, Raúl Rubio, Chukwuma Eze, Sergio Docal, Natalio, Isi Ríos, Yasesser El Arabaqui yHugo Peláez.
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Goles: 0-1: m.28, Javi Cueto; 1-1: m.47, Jeremy; 2-1: m.81, Rodri.
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Árbitro: Mario Pacheco Cotero.
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Incidencias: Campos de Sport de El Astillero. 1.600 espectadores.
Así las cosas, Saúl fue el central zurdo que la plantilla no tiene. O sí, Javi Montero, pero otra vez faltó y, en realidad, tiene pinta de que no se le espera. Javi Castro y Aitor Crespo completaron el trío de zagueros al que no le inquietaron más de la cuenta. En el primer acto, únicamente Jeremy, Michelin, Suleiman y el mencionado Javi Castro tenían ficha del primer equipo. El resto, un pequeño ejército de canteranos con una oportunidad más de reivindicarse. La manija para Sergio Martínez y Solórzano, que movieron lo que pudieron la pelota sin que las pocas alternativas de sus compañeros les facilitasen el trabajo. Jeremy e Izan jugaron en punta en un ataque con dos marchas menos. De los carrileros, poco más. Suli y Michelin no improvisaron sobre el escenario y la actuación fue pobre.
Después de algún acercamiento fortuito del Racing con dos disparos desde dentro del área del Avilés, el equipo asturiano desarboló la defensa verdiblanca y la hizo correr para atrás. Faltan muchos ensayos. Un par de desajustes con la zaga adelantada acabaron en dos opciones claras del ex del Rayo Cantabria, Quicala Bari; una al poste y otra en la que tan solo asustó.
Pero, claro. Si no cambias el rumbo... En la tercera no hubo perdón. De nuevo Quicala Bari encaró a Aitor Crespo y le ganó la partida para, de memoria, dar el pase atrás para que Javi Cueto marcara a placer. Mal defendido y demasiado suaves en el duelo. Otro desajuste.
Las claves
Optimismo
Jeremy demuestra que si juega cerca del área es peligroso y Yeray se hace un hueco en su sitio
Mucho que mejorar
José Alberto insiste en ensayar el sistema de tres centrales a la espera de la llegada de los fichajes
Minutos repartidos
Los canteranos fueron más protagonistas y hubo equilibrio pensando en el partido del sábado
De ritmo e intensidad, un punto más que ante el Eibar, pero sin sensación de incomodar al rival. Nada de nada. Sin iniciativas y con muy poco manejo de balón. Solo cuando el Avilés bajó la presión se le vio algo más al Racing, con un Michelin desacertado, pero cumpliendo el papel del carrilero. Poco, muy poco que declarar de una primera parte anodina que se aleja de lo que José Alberto busca. Michelin hizo lo bueno y lo malo de su equipo porque fue el único que quiso. El Racing con este sistema no acumula jugadores en el área y pasa desapercibido.
El plan B de José Alberto era la unidad A, pero entró en el segundo acto ya muy avanzado. Control de cargas le llaman. Alegró la tarde y maquilló el escenario un detalle de calidad de Jeremy al que le llegó un balón sin elaboración previa y se encargó de batir a Álvaro. Puso la igualada y el equipo funcionó mejor. El míster retocó el guion y dio entrada a Mario García en carril zurdo y el santanderino salió con el papel mucho más aprendido. Con Suleiman más adelantado, Mario García sí le dio sentido a la defensa de cinco con su ida y vuelta y el equipo mejoró.
Cambio para mejor
A los de Rozada se les fue apagando la luz y el Racing, por desgaste, se hizo con el control del partido. Y llegó al rescate la unidad A. El equipo metió una marcha más. Manu Hernando, suelto en el medio de la famosa línea de tres centrales, y a su lado, Mantilla y Salinas. Íñigo Vicente en su sitio, la izquierda, y Yeray en la mediapunta. Dos gestos, dos guiños y... Con ello un poco más de fútbol. El once que armó José Alberto para acabar el partido es por ahora lo que tiene para ir a la guerra. Con Sangalli como lateral derecho para doblar a Michelin y con la pareja de Aldasoro y Maguette, la del curso pasado, para gestionar el ritmo al que se debe o no jugar al fútbol.
Este miércoles faltó el protagonista, Andrés Martín, tocado en este arranque de pretemporada y al que al cuerpo técnico tan solo le falta acunar por las noches y taparle para que no se constipe. Ahora, más que nunca es fundamental en una plantilla que sangra con tantas ausencias. La pretemporada del Racing tiene pinta de ser como una serie de moda de las plataformas digitales en la que no pasa nada en seis capítulos y el espectador se aburre, y de repente, en el último, aparecen personajes que nadie se esperaba –en esto, quizás no tanto, porque se les espera mucho– y la trama se acelera para acabar bien. Más vale.
La efervescencia de los primeros minutos de esa mal llamada unidad A dio paso a minutos locos sin partitura donde Sangalli se maneja como pez en el agua. Sin pilas el Avilés y más cómodo el Racing, llegó el gol de Rodri tras un rondo de los de José Alberto. Por desgaste, que no por fútbol se acabó jugando a lo que quisieron los de casa, pero sin que merecieran más aplausos que los justos. Guárdenlos para más adelante.
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