Molledo: Un verano de libro

Como decía en ese relato Daniel, 'el Mochuelo', la bolera sigue siendo un buen lugar para echar la tarde en verano. Carmen Múgica, experta en el libro y su escritor, decía esta semana que fue retomar la actividad y el corrobolos Juan Álvarez, de Molledo, se llenó de público. Las rutas de paseo y montaña por Montabliz o Canales también son una buena alternativa. O irse hasta Somaconcha a seguir la calzada romana y adentrarse en un pueblo fantasma digno de explorar.

Molledo atrae a muchas familias de Castilla, la Vieja y la Nueva. Carmen Múgica contaba que se va viendo cómo las ventanas vuelven a abrirse, las alfombras y las colchas cuelgan de los balcones y las familias de siempre retornan para pasar el verano.

Los visitantes asiduos y los accidentales ven este año un panorama diferente, carreteras, calles y plazas salpicadas por paneles y mojones que recuerdan la riqueza de cada rincón de Molledo y, especialmente, a dos de sus ilustres hijos. Uno nacido en Santa Cruz de Iguña e ingeniero universal, Leonardo Torres Quevedo. Otro adoptivo y escritor igualmente universal, Miguel Delibes. Dos alicientes para elegir Molledo para pasar el verano.

Tras el confinamiento Carmen Múgica ha retomado las rutas guiadas sobre 'El Camino', desde el Puente del Rey a la iglesia. Paneles interactivos ayudan a comprender mejor los parajes, barrios, casas, tiendas que se plasman en ese relato y a acercarse al escritor castellano y su obra. Pero desgraciadamente Molledo no sólo se ha quedado sin piscina. El coronavirus también se ha llevado por delante un extenso programa de conmemoración del centenario del nacimiento de Delibes. Habrá que esperar al año que viene, el 'centenario más uno', dice Carmen Múgica.

El caso de Torres Quevedo es distinto. Aún queda mucho por andar para que su tierra natal, la chica y la grande, le reconozca su valía, «su grandeza y modernidad». «Se está haciendo un gran esfuerzo por parte del director del colegio de La Serna, Marcos Carrasco, pero los proyectos se han quedado paralizados por el coronavirus», señala Múgica. Ese colegio tendrá a partir del próximo curso un aula de interpretación de su obra, se ha grabado un vídeo, se preparan visitas, pero todo tendrá que esperar para que sea un reclamo para los visitantes.

Cierto es que para destacar ambas figuras, Múgica y Carrasco ya preparan una ruta que enlazará a los dos personajes, Delibes y Torres Quevedo, en un nuevo aliciente para visitar Molledo. Quizá para el próximo verano.

Entre tanto, los jóvenes aprovechan, como Daniel, 'el Mochuelo', amplias zonas del río para pescar, organizan rutas para acercarse hasta los embalses de Alsa o coger la bicicleta para darse una vuelta por San Martín, Santa Olalla, Pando o Uldá. Hoy no se plantean hacerse los 100 kilómetros que se marcaba Delibes para llegar desde Sedano (Burgos) y ver a la que era su novia, Ángeles. Sí lo hace la familia del escritor que, año sí y año también, se juntan para hacer ese trayecto y recordar a su abuelo.

La noche llama a la lectura. Carmen Múgica vuelve con 'El Camino', «un libro pequeñito pero que es muy, muy grande». Lo es. No en vano se han vendido en todo el mundo más de dos millones y medio de ejemplares. Hasta en Nueva York saben de Molledo. El editor que encargó los dibujos al propio Delibes para su edición en Estados Unidos le dijo: «Sólo conozco en España dos grandes autores que dibujen, García Lorca y usted».