Castro Urdiales detecta la presencia de jóvenes de Vizcaya que acuden de fiesta

Es una práctica que preocupa desde hace semanas a los vecinos de Castro Urdiales pero en el Ayuntamiento nadie quiso ayer hacer declaraciones a este periódico. Por el momento no se manejan posibles medidas para atajar una situación que parece perpetuarse en el tiempo y que amenaza con recrudecerse en los próximos días, con el puente de San José y las vacaciones de Semana Santa a la vuelta de unos pocos días.

El último gran altercado se vivió el fin de semana del 20 y 21 de febrero. Los vídeos de las riñas en las calles circularon por las redes sociales y dispararon todas las alarmas. Según fuentes policiales, «un grupo amplio de jóvenes», provenientes de Vizcaya habían quedado, literalmente, para pelearse. Broncas, carreras, identificaciones... La reacción llegó al fin de semana posterior, con un fuerte despliegue de la Guardia Civil que sirvió de disuasión. Esa vez no hubo peleas. De hecho, el número de personas que detectaron llegadas de fuera de Cantabria fue «residual». Sin embargo, los controles y la labor de vigilancia se saldaron con dos detenciones y 165 denuncias, casi todas por incumplir las medidas para impedir los contagios.

Se sancionó por no usar la mascarilla, sobrepasar el número de personas que pueden reunirse, fumar en terrazas, consumir sin estar sentado, incumplir la limitación del horario nocturno... A ellas se sumaron los dos arrestos, uno por resistencia y desobediencia a los agentes y otro por una orden de búsqueda, detención y personación en el Juzgado de Castro. También se denunció a cuatro establecimientos.

En aquellos días ya se advirtió que esta intervención de la benemérita se prolongaría en el tiempo para transmitir tranquilidad y sensación «de seguridad».

De hecho, los fines de semana posteriores una patrulla de seguridad ciudadana de Guardia Civil ha apoyado la intervención de la Policía Local, que con los medios propios no puede abarcar todos los servicios.

«Estamos trabajando para que cada vez les sea más complicado para ellos llegar aquí sin ser descubiertos. Pero cuando lo hacen en transporte público es mucho más complicado pillarlos, porque es mucho más fácil que pasen desapercibidos en los controles por carretera», cuentan fuentes policiales. «A los que hemos podido descubrir ha sido porque se encontraban incumpliendo otras medidas sanitarias en la zona de ocio nocturno y al identificarlos hemos visto que habían venido de Vizcaya», explican.