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Una vecina de Castro salva la vida a un bebé de 19 meses que se estaba atragantando con una galleta

Una vecina de Castro salva la vida a un bebé de 19 meses que se estaba atragantando con una galleta

La tía del pequeño, al comprobar que el niño dejó de respirar, pidió auxilio en el descansillo de su vivienda

Ana del Castillo

Santander

Miércoles, 24 de noviembre 2021, 14:10

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Ana se ha llevado esta mañana el susto de su vida cuando su sobrino de 19 meses dejó de respirar tras atragantarse con un trozo de galleta. «Tenía muchas flemas y yo intentaba darle agua para ayudarle a tragar, pero no podía, la galleta se había quedado encajada. Cada vez estaba peor y, entonces, comenzó a ponerse morado». Los nervios paralizaron a Ana que, aunque muchas veces ha visto por la televisión cómo realizar la maniobra de Heimlich, «no era capaz de reaccionar». El bebé, como una vela sin cera que consumir, fue «apagándose». Su tía estaba totalmente bloqueada por el miedo, pero entonces decidió pedir ayuda. Salió al descansillo del edificio de seis alturas donde vive, en la calle La Ronda, en Castro Urdiales, y gritó auxilio todo lo alto que pudo.

Varios vecinos se asomaron, incluida Elena, que vive justo enfrente, y que no dudó ni un segundo en coger al niño y comenzar esa maniobra que tantas veces había visto Ana, pero que no fue capaz de poner en práctica por los nervios. «Eran las nueve de la mañana. Estaba en la cama cuando escuché los gritos, así que salí corriendo, descalza, e inmediatamente puse al bebé sobre mis rodillas para comenzar a darle golpes en la espalda», narra la heroína de esta historia. Esta vecina trabaja como auxiliar de enfermería en la Residencia de Castro y asegura que -aunque suele actuar de forma «segura y rápida» ante situaciones como ésta- gracias al curso de Primeros Auxilios que hizo en la DYA pudo poner en práctica lo aprendido y, lo que es más importante, «que haya salido todo bien».

Aun así, Elena reconoce que vivió un segundos «eternos, larguísimos» porque el niño perdió el conocimiento sobre sus piernas. «Noté que se desvaneció, así que le cogí por los pies y seguí dando golpes en su espalda». Pero entonces el pequeño reaccionó, recuperó la consciencia y abrió los ojos. «El mi pobre se despertó y se nos quedó mirando extrañado a todos».

Desde entonces Ana no ha parado de agradecer la hazaña a Elena. «Le he dado besos y abrazos durante un buen rato. Ha salvado la vida a mi sobrino y le estaré siempre agradecida. Siento no haber podido reaccionar, me quedé paralizada, nunca me había ocurrido nada igual, ni con mis hijos».

«El mayor agradecimiento es ver al niño despertarse, con eso me sobra. Me siento genial por haber ayudado», cuenta Elena al otro lado del teléfono. Todavía está emocionada.

La maniobra de Heimlich

Dice la DYA Cantabria que lo primero que hay que hacer ante un caso de atragantamiento, tanto en niños como en adultos, es llamar a los servicios de emergencias. Después, además de no perder la calma, animar a la persona que tiene obstruída la vía aérea por un cuerpo extraño (Ovace) a toser. Si no puede por sí mismo, lo mejor es golpear cinco veces en la espalda. Proseguir con cinco compresiones abdominales y repetir la secuencia hasta que expulse el objeto.

Si cae inconsciente, mientras otra persona avisa a emergencias, se debe iniciar la reanimación cardiorrespiratoria (Rcpb).

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