«La moto explotó, salimos volando y menos mal que caímos al agua»
Los dos socorristas accidentados el lunes cuentan cómo vivieron el suceso tras repostar en el surtidor del puerto de Laredo
Este lunes como cualquier otro día de verano, Eric Cavadas y Laro Ayesa, dos socorristas de la Cruz Roja de Laredo, salieron sobre la ... una de la tarde a hacer la ronda de vigilancia por la costa a bordo de una de las dos motos de agua con las que cuenta el dispositivo de salvamento en la villa pejina. «Todo transcurría con normalidad», coinciden ambos, hasta que a las 14.20 horas se llevaron un susto que no olvidarán nunca. Tras repostar en el surtidor del puerto, el vehículo explotó y ellos salieron despedidos.
Cavadas, el más veterano de los dos socorristas, asegura que «habrá repostado la moto unas cincuenta veces». No es su primer año en el operativo de embarcaciones de Cruz Roja y comenta que las motos de agua «consumen mucho combustible», por lo que es normal acercarse al pantalán de la gasolinera portuaria a repostar.
«El mantenimiento del vehículo estaba al día. Cuando da algún fallo se repara en Getxo, pero no era el caso. La explosión fue fortuita»
Eric Cavadas
Socorrista de Cruz Roja
«La verdad es que ni escuché la explosión. Estaba tan aturdido que solo sentí que estaba en el aire y justo después en el agua»
Laro Ayesa
Socorrista de Cruz Roja
Así lo hicieron los dos socorristas sobre las 14.00 horas del lunes –Cavadas como piloto y Ayesa como acompañante–. El procedimiento de recarga de combustible tampoco tuvo ninguna variación respecto a las numerosas veces anteriores. «Lo hicimos tranquilamente, en unos cinco minutos. Después nos separamos del pantalán y al dar al botón de contacto, reventó», recuerda el conductor. «En un instante caímos al agua y salimos como pudimos, con la ayuda del trabajador de Repsol y un transeúnte que casualmente pasaba por allí».
De ese mismo momento, su acompañante, Ayesa, señala que no sintió la explosión por el aturdimiento. Recuerda «salir volando y caer al agua, menos mal». Lo cierto es que fue una suerte porque, pese a la violenta explosión que les ocasionó golpes y quemaduras y que aún les mantienen doloridos, todo quedó en un gran susto. Ambos agradecen la «prontísima atención» que recibieron de otros compañeros de Cruz Roja, ambulancias, policías y bomberos. «Los primeros en llegar fueron nuestros compañeros con la zodiac, en dos minutos todos estaban en el pantalán», explica Ayesa.
Inmediatamente después de salir del agua se tumbaron en la plataforma de la gasolinera y, poco más tarde, una ambulancia les trasladó hasta el Hospital Comarcal de Laredo, donde a las 19.00 horas obtuvieron el alta.
El tercer herido en el suceso fue el trabajador de Repsol que repostó la moto acuática. La onda expansiva le afectó los oídos y sufrió un golpe en la pierna por alcance, aunque se encuentra en buen estado. Las causas de la explosión están aún por determinar.
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