Una edil del PP de Castañeda acusa al alcalde y a dos de sus compañeros de «maltratarla»
El regidor, Santiago Mantecón, afirma que todo es «mentira» y que la primera vez que ella les acusó de lo mismo en 2020, les pidió que le pusieran sueldo
La todavía concejal del equipo de gobierno del PP de Castañeda Rosa Anuarbe ha presentado un escrito en el que acusa al alcalde, Santiago Mantecón, ... y sus dos primeros tenientes de alcalde, Marcos García y Carmen Fernández, de hacerle «bullyng» y de «maltrato» y llevarla a un estado de «ansiedad y depresión» que le ha «superado psicológicamente». La edil, que dice haber tenido que solicitar la baja médica por la situación, respondía así a tras el último episodio de la polémica sobre la donación de ropa a Ucrania.
La edil manifestó a El Diario Montañés que ya en mayo habló con la presidenta del PP, María José Sáenz de Buruaga, para comunicarle su intención de dejar el partido tras doce años de trayectoria y contarle cómo la trataban. Anteriormente, en 2020, Anuarbe había presentado otro escrito en el que acusaba a sus compañeros de «coacciones y amenazas» por votar a favor de una moción del PRC sobre la grabación y difusión de los plenos, «en un acto de transparencia hacia mi pueblo», valoró.
Tras denunciar ahora que la ropa donada por los vecinos a Ucrania había sido desviada a otra organización, airear el comentario sobre echar esa ropa a «las trincheras» del teniente de alcalde y ser acusada por el regidor de «mentir» y hacer una campaña de «acoso y derribo» contra él, la edil responde que la historia es al revés. «Yo soy la acosada y la maltratada, han forzado situaciones para desprestigiarme y poner en duda mi trabajo, anulándome como persona», afirma, tras anunciar que no dejará el acta.
El alcalde rechaza las acusaciones de «bullyng» de Anuarbe y afirma que adoptarán «medidas» por esas «mentiras»
«Nos pidió sueldo»
Por su parte Santiago Mantecón lamentó este miércoles las «nuevas mentiras» de Anuarbe contra él y sus compañeros contra las que «tomaremos medidas», dijo. Asegura que desde el primer desencuentro con ella, siempre han tratado de «atraerla y arroparla» y no de aislarla pero que ella no ha querido. Recuerda además, que el incidente de 2020, cuando Anuarbe rompió su disciplina de voto por la grabación de los plenos se solventó cuando le dieron el sueldo que ella misma exigió y que, a raíz de eso, sus compañeros dejaron de hablarle.
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