El Puerto estrena rampa en su apuesta por aprovechar más el papel del ferry
Triplica la anchura de la anterior, lo que permitirá el atraque en Santander de los barcos más grandes de la flota de Brittany Ferries
Álvaro Machín
Martes, 26 de abril 2016, 07:11
La anterior medía diez metros de ancho. Poco para atender a todos los barcos de la flota de Brittany Ferries. Un freno para crecer. Por eso, han cogido la que operaba en Raos 8, la han adaptado y se la han traído delante de la Estación Marítima. Todo eso obras, montaje, transporte (y también colocar otra en el hueco libre de Raos) ha costado 3,8 millones de euros. El resultado es una rampa renovada de 31,5 metros con un puente de acero flotante unido rígidamente a un flotador por la que ayer ya accedían los vehículos a las tripas del Pont Aven el ferry. Pero la estructura es solo una parte. El Gobierno lleva meses dejando caer que quiere aprovechar más el paso del barco por Santander. Ayer, en un acto lleno de autoridades, se concretaron algunos pasos. Nuevas defensas para facilitar el atraque, mejoras en la pasarela de acceso (todo eso ya se ha hecho) y cambios previstos para renovar «totalmente» la Estación Marítima. Aquí y hasta en Astander, que también va a ampliar «de manera inmediata» sus diques para que no se le escape ni un arreglo de los barcos de la compañía francesa.
Del protocolo al 'homenaje' a Montoro
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revilla - de la serna
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Empezaron el acto sin él. De la Serna escuchó la primera de las intervenciones entre el público. Llegó apenas un par de minutos tarde a la azotea de la Estación Marítima y no le esperaron (fue rara la escena). Al alcalde no le sentó bien, pero Revilla había dicho que tenía prisa y al presidente del Puerto, como anfitrión y con ganas de agradar a todos, le cogió un poco por el medio. Fue un detalle, pero no el único. El presidente del Gobierno de Cantabria lleva semanas cargando toda su artillería contra Montoro. Pues bien, De la Serna aprovechó para recordar que fue el ministro el que hizo posible que Santander se haya convertido en zona franca, la sexta de España. «Al Rey lo que es del Rey y el señor Cristóbal Montoro es un ministro que ha apostado por Santander». Revilla recogió el guante a su manera. Dijo que la noticia «no se ha ensalzado lo suficiente», pero a Montoro ni le citó.
La instalación sirve para afianzar la «vocación del Puerto para los tráficos RoRo». Es la expresión técnica (viene de Roll On-Roll Off) para los buques que transportan cargamento rodado (coches, camiones...). La rampa tiene la forma de un cajón flotante la anterior utilizaba un sistema hidráulico con más de treinta años, tiene capacidad para doscientas toneladas, pasillos laterales de un metro de ancho para el tránsito de pasajeros y se le ha dado forma en un tiempo de tres meses. «Tiempo en el que no se ha suprimido ni una escala ni un servicio», destacó Jaime González, presidente de la Autoridad Portuaria. «Son prestaciones para los barcos que vendrán a Santander. La compañía ya conoce en detalle lo que estamos preparando», dijo en relación a los planes del Puerto para el Ferry, destinados a «incrementar el atractivo para que los pasajeros se queden en Santander y conseguir un ratio de pernoctaciones mayor». Nuevos barcos y más movimiento. «El Gobierno tiene un proyecto para que no pasen de largo», insistió en la idea Miguel Ángel Revilla. El presidente del Gobierno regional fue algo más allá: «El objetivo no es solo mantener las escalas que hay ahora, sino ver en un horizonte próximo todos los días una escala».
Y, aunque no entraron en detalle, sí que adelantaron algunos pasos. «La Estación Marítima explicó González no da todo lo que puede dar. Espero que para finales de año pueda ser equiparable a cualquiera de las que Britanny Ferries toca en otros puertos». Mover las piezas dentro del puerto cabinas de control, lugares de embarque, accesos... para hacer que se pase más por el recinto, que cobraría vida con los pasajeros de fuera y sería más apetecible para los de casa.
Acto institucional
Por ese vínculo histórico de Santander y su puerto con el Ferry al acto no faltó nadie. Muchas autoridades Estaba el delegado del Gobierno, Samuel Ruiz, junto a los mandos militares y policiales de la región. Y también el alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, los consejeros Francisco Martín y José María Mazón, el presidente de la Cámara de Comercio de Cantabria y del Consorcio del Depósito Franco del Puerto, Modesto Piñeiro, y el de la CEOE, Lorenzo Vidal de la Peña.
Muchos de ellos se subieron al puente de mando del Pont Aven invitados por el capitán, Gilles Quéré, una vez terminado el acto oficial en la azotea de la Estación Marítima hacía viento y se les cayeron las banderas al suelo justo al acabar. Allí estuvo también el presidente de Puertos del Estado, José Llorca. «Trabajar por la intermodalidad», insistió en un discurso en el que dimensionó el puerto santanderino. Séptimo del país en eso del tráfico RoRo y primero de toda la fachada Atlántica.
Para crecer invitó a sus responsables a emplear los fondos que recibe del Gobierno de España 25 millones en 2016 para mejorar sus infraestructuras y también a aprovechar los instrumentos financieros que se ofrecen desde Europa. «Tráfico ferroviario», dejó caer.
Revilla, como se esperaba, pinó las orejas. Otra vez el tren. «La rampa es un eslabón más de una serie de proyectos que en tres años pueden incrementar la capacidad de transporte de mercancías y pasajeros del Puerto. Somos optimistas, pero nos queda la asignatura pendiente». Antes habló el alcalde de Santander, que repasó los vínculos Puerto-ciudad, con crecimientos «compatibles con los anhelos de una sociedad hasta hace bien poco ajena al espacio portuario». De la Serna miró hacia atrás desde la azotea de la Estación. Vistas. Centro Botín, Gamazo, la Duna...