El comercio local de Santander confía en el verano
El buen tiempo y la llegada de visitantes son elementos clave para las ventas de esta época, la «mejor de todo el año»
La dificultad para aparcar ya anticipa que las calles de Santander están hasta los topes. Los aparcamientos subterráneos tienen colgado el cartel de 'completo' desde ... las primeras horas de la mañana y las plazas en superficie son un bien codiciado y prácticamente imposible de conseguir. Y mucha de la gente que llega a bordo de esos coches está en los principales viales comerciales de la ciudad: Paseo de Pereda, Juan de Herrera, Lealtad, Rualasal o San Francisco, entre otros. Por eso, los comerciantes celebran la llegada de «la mejor temporada de todo el año», en la que se junta el buen tiempo, que anima a la gente a pasear por la calle, con la llegada masiva de visitantes –tanto turistas como personas de la ciudad que, por diferentes circunstancias, viven fuera y vienen en vacaciones–, que dejan el dinero en los comercios y hostelería de la ciudad.
La calle Juan de Herrera es la principal avenida comercial de Santander y el jueves, por ejemplo, estaba llena de gente que miraba los escaparates, entrada a los comercios o se tomaba un café por la zona. La cantidad de paseantes era muy superior a la que había apenas unas semanas antes; ha sido llegar julio y la población se ha multiplicado. «El verano pasado fue realmente bueno, con mucho turismo que no solo quería ir a la playa, también pasear por el centro de la ciudad. Es lo que el comerciante quiere, que haya gente por las calles, y ya se encargarán ellos de ofrecer un buen producto», explica el secretario general de la Federación del Comercio de Cantabria (Coercan), Gonzalo Cayón, quien tiene buenas expectativas para esta temporada. Destaca la sinergia que surge entre las actividades que se celebran por el centro y las ventas, ya que lo primero atrae a gente que, sí o sí, pasará por delante de los escaparates y se parará en aquellos que le llamen la atención.

Estos días, destaca Felisa (Feria del Libro de Santander), que se celebra en la Plaza Porticada. «Es un atractivo tremendo, no solo para las librerías que van sino para todo el comercio de alrededor», apunta Cayón. Además de julio y agosto, indica que junio «lleva dos o tres años siendo muy bueno para las ventas».
Las claves
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Sinergia Los comerciantes destacan las actividades que se celebran por la calle y atraen clientes potenciales
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Buen momento Las asociaciones destacan que abre nuevo comercio y en viales menos típicos, como Hernán Cortés
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Percepción Señalan la tendencia a viajar más veces al año, lo que reduce la cantidad de gasto por cada salida
Desde Coercan afirman que están abriendo nuevos negocios, aunque cambia el producto que ofrecen. Por ejemplo, están en auge las tiendas de alimentación de productos típicos o los locales de belleza. «Tiene mucho que ver con las tendencias y lo que la gente ve en redes sociales». Y esto último es clave para los comercios locales, que se han visto durante años muy perjudicados por las ventas por internet de las grandes marcas pero ahora han sabido sacarle ventaja a las redes sociales, a través de las que dan a conocer sus negocios y productos.

«Llega mucha gente de otras comunidades a los locales porque los ven en redes», subraya Cayón. «Es una forma de promoción muy buena e importante para atraer a gente joven».
El buen tiempo es, además, una ventaja frente a las grandes superficies, ya que muchos visitantes prefieren en estas fechas estar en la calle y alternar los paseos con mirar tiendas o parar a tomar algo en un establecimiento hostelero que estar dentro de un centro comercial –algo que ocurre a la inversa en invierno–.
Desde la asociación del Casco Viejo, Óscar Bóo señala la «necesidad» de cuidar a los cruceros. No solo a los cruceristas, sino a la tripulación. «Hacen compras urgentes, unos zapatos o un pantalón», apunta. También destaca la importancia de los horarios. «En verano, es más rentable abrir un poco más tarde y no cerrar al mediodía, o cerrar a las dos en vez de a la una». Aunque entiende que muchos comercios son gestionados por una única persona, sí cree que «hay que hacer un esfuerzo en los meses de verano».
Respecto al crecimiento del comercio local, resalta el caso de la calle Hernán Cortés, donde la hostelería y el comercio conviven. «Hay muchas tiendas, mucha moda de mujer, que está abierta hasta las 21.00 horas y mucha gente que va por allí a tomar algo se para a mirar el escaparate y a comprar algo».
Buenas expectativas
En Regalos Pico, comercio centenario de la calle San Francisco –cumplió los 100 en 2021–, el año no ha ido muy bien. Por eso, Ana Pico tiene expectativas en el verano, una de las mejores temporadas del año para el negocio. «Ya hay gente y normalmente vienen más a partir del día 15. Las ventas han estado bastante paradas en lo que va de año, así que esperemos que mejore en verano». Considera que, en general, el consumo está bajando. «Antes se vendía mucho más, la gente que venía de vacaciones dejaba muchísimo dinero en hacer compras en Cantabria pero ahora hay otras preferencias, se gasta más en viajar y en hostelería que en comprar». De todos modos, su mes fuerte es «agosto y el puente de Santiago», en los que tiene puestas sus expectativas. En Gestos, tienda de moda de la misma calle, la percepción es similar: «Empieza a notarse que llega gente, a ver si se animan a comprar». «Entre las rebajas y que hay más gente, tenemos buena expectativa para estos meses de verano», añade Nieves, de la tienda de ropa de mujer Coosy –también en la calle San Francisco–.
En la calle Rualasal, Luis Peña, de Mantequerías Frankfort, tiene una visión parecida a Pico en cuanto al cambio en el comercio minorista. «La gente sale cada vez más y van más veces de vacaciones al año, así que tienen menos presupuesto para cada viaje. Si sales más veces, no siempre vas a hoteles, vas a pisos turísticos, o compras en el supermercado», analiza. Hace años, si los visitantes elegían Santander para sus vacaciones y no iban a más sitios, hacían mucho más gasto en la ciudad. «Igual cogían 300 o 400 euros en anchoas para llevar a toda la familia y ahora un par de latas. Antes, si se hacía un solo viaje, se llevaban muchos recuerdos para la familia. Ahora, si se hacen varios, no se puede comprar en todos los sitios para toda la familia. En general, baja el tique medio». De todos modos, tiene buena perspectiva para estos meses: «En julio y agosto siempre se vende más».
Ángel Benito, de Calzados Benito, recibe con alegría estos meses de verano en los que la clientela aumenta, aunque apunta que «recibimos gente todo el año. El cliente nacional es muy importante, vienen sobre todo de Madrid y Castilla y León».
El «buen tiempo» ayuda, por supuesto, pero Benito destaca, al menos en el sector del calzado, la importancia «de que haga el tiempo que toca». «Este año está siendo bastante acorde, hay algo de lluvia pero poco, en general hace bueno que es lo que tiene que hacer».
Como explica, si en primavera hace malo, los clientes no van a comprar botas y, si en otoño hace bueno, no compran sandalias. Además, cada temporada tiene sus productos independientemente de cómo haga. «Así que lo que más nos beneficia es que haga bueno en verano y malo en invierno», concreta.
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