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Comienza la fase final de la obra del Museo Marítimo, que terminará en primavera
La intervención urgente para eliminar filtraciones finalizó en agosto y la próxima semana se inicia la transformación de la terraza del edificio
. Una grúa está instalada junto al Museo Marítimo de Cantabria (MMC) a la espera de retomar las intervenciones. Las más urgentes, enfocadas en eliminar ... las filtraciones de agua de la cubierta, ya están terminadas y el Gobierno regional acaba de recibir luz verde para poner en marcha la segunda y última fase de las obras, con las que renovarán la terraza, que será pública, incluirán un espacio gastronómico y abrirán el edificio a la bahía. La intención es que las últimas acciones arranquen la semana que viene para que las nuevas instalaciones puedan inaugurarse la próxima primavera.
Las obras comenzaron este febrero y, debido a la gravedad de las filtraciones en la cubierta, se dividieron en dos fases: una más urgente y otra enfocada en las remodelaciones de la terraza y el entorno. «Las filtraciones que se estaban produciendo en la cubierta ponían en riesgo el patrimonio del propio museo y por eso ha sido necesario abordar una primera fase mediante un proceso de emergencia que finalizó el 18 de agosto», explican fuentes gubernamentales.
Así, durante el último mes y medio, el Ejecutivo regional ha estado trabajando en la obtención de la prórroga de los permisos del Ayuntamiento de ocupación de espacios para el mantenimiento de la grúa y los elementos de protección –cierres de obra y barreras en zonas de caída al mar– y poder empezar así la segunda fase de las intervenciones. Tras varias semanas de espera, han recibido el visto bueno el pasado miércoles y en un plazo aproximado de diez días desde ese momento se retomarán los trabajos pendientes.
Dentro del eje cultural y turístico entre Gamazo y el Mupac
Las obras en el Museo Marítimo forman parte de la estrategia a medio plazo del departamento de Pablo Zuloaga para articular un eje cultural y turístico en Santander organizado en torno al Palacio de Festivales –que también se ha actualizado–, las Naves de Gamazo –que se abrieron al público en julio de 2020–, el MMC y el Mupac, cuyas obras comenzarán el próximo año. También en esta zona acaba de reabrirse tras un año de obras el aparcamiento del Palacio de Festivales, que ofrece 123 plazas para que los usuarios de los museos y salas cercanas tengan más espacio para dejar sus coches.
Los plazos estimados para ejecutar las obras de la segunda fase, en las que se incluyen las modificaciones solicitadas por el Ayuntamiento, es de seis meses. Así, la intención es que para la primavera de 2023 estén concluidas todas las intervenciones del Museo Marítimo –el más visitado de Cantabria–, que comenzaron en 2021 por su 40 aniversario y que «actualizan una infraestructura cultural y de investigación de gran valor para Santander y para toda Cantabria», según apunta el vicepresidente del Gobierno regional, Pablo Zuloaga.
El objetivo primordial de la inversión, que ronda los 1,2 millones de euros, es recobrar la tercera planta del museo para contemplar las vistas de la bahía, así como instaurar un espacio gastronómico, que tendrá un acceso independiente que sirva para atraer más visitantes. Son tres grandes actuaciones: la construcción de cubierta y cerramiento exterior de la segunda planta del edificio, la reforma interior de instalaciones, acabados y mobiliario y esa adecuación de la terraza exterior para uso público. Además, se vincularán los espacios interiores del local destinado a restauración con los espacios exteriores y terrazas de alrededor para que los clientes del área gastronómica también puedan disfrutar de las vistas de la bahía y generar así un amplio espacio funcional y de ocio. La terraza también podrán visitarla los turistas y vecinos sin pasar por el museo, incluso fuera del horario de apertura.
Retrasos por el PGOU
Aunque la previsión era que estas intervenciones estuvieran terminadas este año, la ordenación del Plan General (PGOU) vigente, de 1997, ha retrasado su ejecución. La parcela en la que se emplaza el Museo Marítimo, contemplada como suelo urbano, está afectada, entre otras, por las limitaciones que se derivan del Plan Especial de El Sardinero, así como por las determinaciones del Plan Especial del Puerto y la legislación de Costas. Además, la ampliación acometida en su día en el museo –entre 2001 y 2004– no se ejecutó al amparo de licencia municipal alguna y la actual situación urbanística exigía la adecuación del marco legal para el amparo de la rehabilitación. Por eso ha sido necesaria la redacción y tramitación de un documento urbanístico que posibilite la modificación puntual del PGOU para adecuar el uso y volumen construido y que hace efectiva la ejecución de las obras.
Las intervenciones realizadas a principios de siglo se enfocaron en ampliar y reformar el edificio. El proyecto contemplaba tres fases, de las que solo llegaron a ejecutarse dos. La tercera consistía en la construcción de una estructura que cubriera todo el edificio a modo de 'vela' sujeta por mástiles metálicos. El nuevo planteamiento, sin embargo, busca amoldarse de la forma más lógica posible a la morfología del actual inmueble.
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