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Infografía que representa el proyecto para transformar el malecón de Puertochico. DM

Nueva vida para la dársena de Puertochico

Santander ·

La candidata del PP a la Alcaldía de Santander presenta un plan para recuperar el entorno de Molnedo con zonas verdes, tumbonas y una escultura de Okuda como icono de la ciudad

Daniel Martínez

Santander

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Sábado, 4 de mayo 2019

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La alcaldesa de Santander y candidata a la reelección por el Partido Popular, Gema Igual, ha presentado este sábado el que será uno de los principales proyectos de transformación urbanística de la ciudad si consigue la confianza de las urnas el próximo 26 de mayo. La regidora pretende dar nuevos pasos en lo que ha sido una de las señas de identidad de las últimos equipos de Gobierno de la capital cántabra, la integración de los espacios portuarios y la modernización del frente marítimo, recuperando «nuevos espacios para las personas». La lista popular quiere trasladar las ideas que ya se han aplicado en la explanada de Gamazo, el entorno de la estación marítima o los Jardines de Pereda a un espacio que hasta ahora estaba descuidado y infrautilizado como es la dársena de Molnedo, situada frente a Puertochico, junto al puerto deportivo. Más allá de algunos caminantes despistados y los vehículos que acceden hasta los pantalanes, el tránsito actual es mínimo a pesar de que presenta unas vistas privilegiadas no sólo de la bahía, también de la ciudad.

El proyecto, que según los estudios previos tendría un coste aproximado de 1,5 millones de euros, consiste en crear una nueva zona de paseo y esparcimiento para los santanderinos y turistas. Para ello se urbanizará con zonas verdes en la parte intermedia del malecón y áreas de ocio con tumbonas y bancos, con unos principios muy similares a los que se aplicaron en Gamazo. Así se hará en toda la dársena, que comienza en justo después del Club Marítimo de Santander y concluye en el extremo de la estructura. Igual ha señalado que su intención es que se convierta en uno de los puntos de referencia de las personas que visitan la ciudad gracias a la instalación de una obra de arte que pretende convertir en «nuevo icono de la ciudad».

Esa responsabilidad recaerá en Okuda. A escasos metros del futuro Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria (Mupac) instalará la primera escultura en Santander, un bisonte –haciendo un guiño a la figura más reconocida de Altamira– que aún está en fase de boceto. «Lo interpretará a su manera, con su estilo alegre y reconocido mundialmente. Hemos elegido un artista que es nuestro, de Santander, y que representa la evolución del arte», apuntaba la candidata.

Los primeros 260 metros de la actual dársena y del futuro paseo tienen una anchura de 15 metros y llegan hasta la rampa varadero. Paralelos a esta rampa continúan otros 120 metros algo más estrechos, de 320 centímetros, sobre los que también se trabajará en el mismo sentido. En total, unos 5.200 meros cuadrados que se sumarán a los más de 75.000 que ya se han recuperado en la última década en el frente marítimo de Santander. Aunque será un itinerario plenamente peatonal, se mantendrá un espacio mixto para el acceso rodado. Es decir, que los usuarios del puerto deportivo podrán seguir utilizando la rampa para los usos actuales.

Los guiños al pasado y a la historia de la dársena Molnedo, proyectada por el ingeniero José de Lequerica en 1882 –se inauguró cinco años después– con piedra de sillería para facilitar las labores de los barcos pesqueros y hacer más cómodo el trabajo remiendo de redes y puesta a punto de los aparejos, serán constantes. No sólo porque se recuperarán los antiguos adoquines ahora ocultos bajo el cemento o porque se integrarán en el paseo las antiguas vías del ferrocarril que llegaba hasta allí y que, por ejemplo, facilitó el transporte de arena para la reconstrucción de edificios tras el incendio de 1941, también por la forma en que se llevará a cabo la urbanización.

El alumbrado de led recordará las velas de un barco y las zonas ajardinadas tendrán la forma de dunas. Igual ha destacado que se colocará vegetación baja para que supongan un obstáculo a las vistas y adaptada a las condiciones de viento y salinidad de la zona. Alrededor de una quinta parte del espacio será ajardinada y el resto quedará libre para el paseo. También se mantendrán los noráis, tras someterles a un lavado de cara y a un proceso de recuperación para integrarlos en el paseo, que podría estar listo antes de finales de 2020. El plazo que maneja el equipo de Gema Igual para realizar toda la obra es de menos de seis meses y a principios de año podrían comenzar las máquinas a actuar.

Nueva pasarela

La recuperación integral de la dársena de Molnedo supone el grueso del proyecto que quiere convertir en realidad del Partido Popular, pero no el único. Unido a esta parte, se incluye una actuación complementaria. Más discreta pero que, en opinión de Igual, tendrá un impacto muy positivo en las personas que acostumbrar a pisar esta zona. Se trata de la ampliación de la pasarela que transcurre por detrás de la gasolinera de Puertochico. En estos momentos, su ancho de dos metros es muy limitado y no permite crear carriles diferenciados para los peatones y las bicicletas que transitan por la senda ciclista, que ahí encuentra un punto crítico.

La idea es acabar con este conflicto mediante la ampliación de la pasarela que desembarca en el antiguo pavimento de piedra del muelle, pavimento que, según los planos, se mantiene y mejora en toda su franja de 45 metros de largo y casi 5 de ancho, sirviendo de acceso y antesala estancial al malecón.

«Es un proyecto ilusionante que incorpora un elemento –la obra de Okuda– diferenciador como ciudad. Queremos seguir mejorando la ciudad con medidas concretas, tangibles y alcanzables», apuntaba la candidata a la Alcaldía, que insistió en que el proyecto pone en valor el entorno de la bahía y genera una nueva vista hacia el interior de Santander y la zona noble de Castelar. «Seguimos desarrollando una campaña en la que nos vamos a distinguir por presentar al mejor equipo, las mejores personas y también los mejores proyectos y las mejores propuestas para hacer avanzar a Santander», ha concluido la regidora, que durante la presentación del proyecto celebrada ayer en la sede regional del PP ha estado acompañada del concejal de Urbanismo, César Díaz, número dos en la lista municipal popular el próximo 26 de mayo.

El bisonte de Okuda es de momento un boceto inicial.

Okuda, una 'marca con corazón'

Sus arquitecturas geométricas del arcoíris se mezclan con formas orgánicas, cuerpos sin identidad, animales sin cabeza o símbolos que propician la reflexión en piezas artísticas. Las etiquetas pueden ser múltiples y todas válidas a la hora de calificar o intentar atrapar ese surrealismo pop, ese círculo cromático que se postula como un bucle infinito en sus posibilidades. Uno puede pasear por una calle de Budapest, visitar un barrio parisino de la periferia o recorrer el distrito de Sham Shui Po en Hong Kong y en todos ellos se topará con una huella icónica reconocible: la composición cromática de Óscar San Miguel (Santander, 1980). Como dice en ocasiones el propio artista, Okuda es «una marca con corazón» y hace ya tiempo que es un artista global cuya creatividad se extiende por el mundo. Un lenguaje con personalidad que no solo es mero elogio estético, sino que implica un sentido del arte como construcción social y una vocación de vitalismo participativo.

El santanderino, que aborda en el presente en Ciudad Real un ejemplo de inclusión social a través del arte, ha inoculado su universo hasta en las Fallas, y mantiene sus acciones en ciudades con un objetivo claro de regeneración urbana y llamada ciudadana. Okuda continúa sembrando su arte en edificaciones, espacios, ferias y museos de Europa y Estados Unidos en un mapa de murales, intervenciones y esculturas públicas. Lo mismo ha cubierto en Toronto un edificio de treinta plantas, como ha pintado las paredes de la casa del productor Swizz Beatz, marido de la cantante y actriz Alicia Keys. Su marca es visible y notoria en una treintena de países. Tras su intervención fugaz en el dique de Gamazo y desaparecido su primer gran mural santanderino ubicado en Castilla-Hermida, el anuncio de su 'bisonte' para el malecón de Puertochico tiene algo de justicia poética a la hora de vincular el impacto mediático del artista en el mundo con su ciudad natal. Las esculturas, 'Aire, mar y tierra', que el pasado otoño instaló en una de las avenidas marítimas de Boston se asemejan a la idea del proyecto para la dársena de Molnedo: en la ciudad estadounidense sus figuras de animales de gran tamaño, ciervos, ardillas, pájaros... tomaron su espacio. Okuda, no obstante, sumó el pasado año a sus intervenciones murales en Santander –en la calle General Dávila y en el Río de la Pila– la transformación del colegio 'Vital Alsar' en Cueto, tras una iniciativa de la asociación de padres del centro escolar financiada a través de una campaña de 'crowdfunding'.

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