Santander pretende aumentar de 2.500 a 2.800 los usuarios de teleasistencia

El servicio de teleasistencia domiciliaria del Ayuntamiento de Santander atiende entre 2.300 y 2.500 personas al año, si bien el propósito es que esa teleasistencia alcance a otros 300 usuarios más con el próximo adjudicatario.

Están en contacto continuo con los mayores que viven solos en la ciudad por si surge alguna urgencia. Si no saben nada de ellos en un tiempo prolongado los llaman para comprobar que todo va bien. El 'botoncito' es el mecanismo con el que los usuarios contactan con Atenzia, la empresa que ha tenido adjudicado el servicio hasta ahora. Al apretar este artefacto, los empleados telefonean al anciano para comprobar qué ocurre y si es necesario mandar una ambulancia.

«El contrato con la adjudicataria termina ahora y sale de nuevo a concurso público, puede ser reelegida o se puede seleccionar otra. Mientras el proceso está en marcha, seguimos funcionando con Atenzia», indica el concejal de Servicios Sociales, Álvaro Lavín. El presupuesto de licitación es de 698.356 euros para cuatro años de contrato más uno de prórroga, y se pretende aumentar la capacidad del servicio hasta los 2.800 de usuarios.

Aunque se quiere mejorar el servicio con el fin de que esté preparado para atender a más personas, el número de mayores que hacen uso de la teleasistencia fluctúa bastante porque «muchos tienen más de 80 años y es habitual que se muden a una residencia o a casa de algún familiar», apunta Lavín. Más del 82% de los que utilizan la teleasistencia tienen más de 80 años: de los 2.501 usuarios dados de alta en el servicio en 2018, 2.058 superaban esa edad.

«La población está cada vez más envejecida y queremos estar preparados para tener capacidad para atender a más gente por si acaso aumenta la demanda». El servicio funciona 24 horas al día los 365 días del año; al presionar el botón la mayoría de solicitudes se resuelven con una llamada de teléfono en la que el usuario explica que lo ha pulsado por error o que quería proporcionar algún dato. «Si no contesta a la llamada se envía de inmediato la unidad móvil, aunque no suele ser más del 5% de los casos».

En 2018 Atenzia recibió 24.883 llamadas, 17.000 fueron para ofrecer alguna información que tenían pendiente, como un resultado médico, y 1.712 fueron emergencias. «Son la minoría», comenta el edil. Pero el servicio de teleasistencia domiciliaria hace muchas más llamadas de las que recibe. 40.673 el año pasado. Esto se debe a que están muy pendientes del estado de los mayores dados de alta y contactan con ellos para asegurarse de que no tienen ningún problema.

El Ayuntamiento y la empresa se reúnen dos veces al año para poner en común los cambios y mejoras que puede necesitar el servicio. «Más del 80% de los usuarios quiere vivir en su propia casa, por lo que es importante facilitárselo y tener un contacto permanente». Gracias a estas citas se decidió incorporar un histórico de cada usuario en el que se registre la frecuencia con la que llama, las razones y sus dolencias para poder atenderle más rápidamente.

El presupuesto de licitación para el próximo contrato de teleasistencia se dio a conocer ayer, cuando el portavoz del Ayuntamiento, Javir Ceruti, presentó los acuerdos de la Junta de Gobierno Local que se alcanzaron el lunes. Allí se presentaron otras medidas, como la aprobación del modificado del proyecto técnico de reordenación y pavimentación de los barrios San Francisco y San Luis, para lo que se han atendido diversas sugerencias de los vecinos.

Así, se reduce el ámbito de actuación a petición de la comunidad de propietarios Madre Soledad (20, 22, y 24) y no se llevarán a cabo las actuaciones de renovación de pavimentos y sustitución de servicios previstos en esa zona.

A petición de la asociación de vecinos del Grupo San Francisco se mejorará la comunicación a diferentes niveles del barrio, con itinerarios más accesibles a costa de zonas verdes, dando preferencia a la accesibilidad peatonal. También se va a modificar la sección tipo en la calle Madre Soledad, pasando a vial de tráfico compartido.