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Obra del artista que preside la portada del Anuario de Cantabria.
José Ramón Sánchez llena de pintura el viaje en el tiempo del Anuario de Cantabria

José Ramón Sánchez llena de pintura el viaje en el tiempo del Anuario de Cantabria

El pintor e ilustrador santanderino, Premio Nacional, trabaja en el ambicioso proyecto de interpretación plástica e iconográfica de la obra universal 'Moby Dick'

Guillermo Balbona

Jueves, 6 de abril 2017, 07:24

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Hay una línea fronteriza en la que el artista participa tanto de la palabra como de su ilustración. Trazo, pincelada y escritura suman lenguaje, comunicación e ilustración hasta que literatura y pintura se encuentran y funden en torno al santanderino José Ramón Sánchez. El pintor, dibujante e ilustrador, Premio Nacional, es el autor de la portada del Anuario de Cantabria, 2016, que edita El Diario Montañés. La publicación, que hoy tiene su puesta de largo en una velada en el Palacio de Deportes, está presidida por la creación del artista, una explosión de color que plasma su reconocible huella, su sentido plástico y su hondo vínculo literario.

José Ramón Sánchez, con sólidos vínculos metafóricos, muestra un barco adentrándose en un bucle entre dos aguas, entre cielo y mar, que habla del paso del tiempo, del viaje personal y colectivo y de la inmersión en un itinerario esperanzador aunque siempre marcado por la incertidumbre. El artista santanderino, joven octogenario, incansable trabajador, activo e inquieto, ha vuelto al color de una manera radical y decidida al afrontar la recta final de uno de los proyectos más ambiciosos de su densa trayectoria: la traslación a imágenes de 'Moby Dick', la obra universal.

Precisamente su creación con destino al Anuario testimonia y refleja todo el ardor obsesivo de su trabajo con la iconografía simbólica e intensa de la novela de Herman Melville, que describe el viaje de un joven en un ballenero cuyo capitán tiene ansias de venganza. Su pintura, acrílico sobre tabla, que ilustra los avatares de 2016, una crónica en imágenes y análisis de lo que sucedió en Cantabria, España y el mundo, se antoja, en este sentido, un fresco de navegación, horizontes, incertidumbres, azares, pasado y futuro, que traza con su habitual maestría el ruido y la furia de nuestro tiempo. El historiador Diego Castaño (Valladolid, 1975) en un reciente estudio/libro, 'José Ramón Sánchez: el acróbata de los sueños. El Pentágono Mágico', editado por Valnera, acercaba la personalidad artística del santanderino, la perspectiva múltiple del ilustrador y la importancia que ha tenido en las generaciones posteriores. Un artista dotado de una «tenacidad indoblegable para alimentar el carácter prodigioso de los sueños».

Su particular vínculo con los libros y la lectura, sus imágenes «vigorosas, conmovedoras, esmeradas, inolvidables, pueblan sus trabajos más importantes»: Don Quijote, La Biblia, La Divina Comedia y el Beato de Liébana. José Ramón, una de las grandes figuras de la ilustración española de todos los tiempos, según subrayaba el estudioso, «ha contribuido a hacer oír el llamamiento creativo en muchos de ellos y, le debemos, en buena medida, que el quehacer de ilustrar sea, en la actualidad, conocido y reconocido».

'La gran aventura del mar', una travesía por su temática apasionada que abarca Sotileza, Moby Dick e iconografías literarias y musicales, se exhibió el pasado año en el Museo Etnográfico de Castilla y León de Zamora. «Poeta del lápiz y de los pinceles, dibujante de palabras emotivas y evocadoras», ha ejercido además como caricaturista, publicista, realizador de animación, escultor, editor, cartelista, escenógrafo, figurinista e ilustrador, y ha interpretado con su lápiz y sus pinceles decenas de libros -entre los que se cuentan los monumentos literarios de La Biblia y El Quijote- y numerosos clásicos del cine. Una ingente producción de libros y profusión de imágenes, un inagotable e incansable mundo propio, entre la pintura, la literatura y el cine, que ha quedado habitado durante medio siglo con la creación de este artista que se ha asomado al horror de la guerra, a los mitos populares, a los paisajes de los grandes escritores, a los libros fundacionales...

La Biblioteca Central ya exhibió en 2016 las obras de mayor madurez artística del Premio Nacional y antes hubo sucesivas citas expositivas con su creación como las del MAS, la Feria del Libro, o el Museo Abc de Madrid.

El artista prepara una edición, que verá la luz en Valnera en 2017, destinada a reunir de manera cronológica una selección de su ingente producción de dibujos a lapicero.

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