Una nueva red de tuberías de 140 kilómetros cruzará Cantabria para transportar hidrógeno
La estructura interior del mallado que planea Enagás distribuye el corredor por la región en dos tramos de oeste a este con unión en Reocín
El acuerdo anunciado el jueves entre Enagás y Solvay para confirmar la construcción de un almacén subterráneo de hidrógeno en las cavidades salinas que ... la química belga explota en Polanco no es la única obra de calado que Cantabria albergará para la futura red de transporte de este nuevo producto energético. Al contrario, Enagás ya está avanzando en lo que define como 'Infraestructura interior de hidrógeno de España' que, en lo que concierne a la región, conllevará una nueva red de tuberías de 140 kilómetros que cruzará la Comunidad de oeste a este paralela a la costa.
Así figura en el planeamiento que Enagás ya está tramitando. Para Cantabria recoge dos tramos diferentes. El primero parte de la localidad asturiana de Llanera, entrará en la parte occidental cántabra desde Ribadedeva y finaliza en Reocín. Mientras que el segundo igualmente arranca de dicho municipio y se extiende hasta la localidad vasca de Arrigorriaga, a menos de seis kilómetros de Bilbao.
76,2 centímetros
de diámetro tendrán las tuberías que llevarán el hidrógeno por Cantabria.
El operador contempla en su plan que este corredor de transporte de hidrógeno refleje un paralelismo con los gasoductos ya existentes que transitan entre Burgos-Santander-Asturias; y Camargo-Gajano.
No sólo eso, sino que igualmente se contempla un «potencial nodo de agregación en la proximidad de Laredo, donde se agrupan futuros proyectos de producción y consumo», detalla el promotor de la infraestructura nacional de este nuevo vector energético, considerado prioritario por la Unión Europea.
El planteamiento incluye un potencial nodo de agregación cerca de Laredo por los proyectos futuros de consumo y producción
El primer segmento unirá Llanera con Reocín; el segundo llegará hasta la localidad de Arrigorriaga, a seis kilómetros de Bilbao
El mallado tiene como objetivo conectar los centros de producción con los futuros consumidores y, a su vez, con otros puntos del continente para verter los potenciales excedentes dentro del denominado proyecto 'H2MED'.
Respecto a Cantabria, la infraestructura requerirá que las tuberías, al menos para este primer ramal, sean nuevas y no se podrán utilizar canalizaciones ya existentes para trasladar, por ejemplo, gas. Comunidades vecinas como Asturias ya conocen que las conducciones irán soterradas en todo su recorrido, con una profundidad mínima de un metro, y que para su construcción será necesario ocupar temporalmente un pasillo de 22 metros de anchura a lo largo de todo el trazado. Además de la tubería se instalarán válvulas con sus suministros eléctricos, explicó esta semana 'La Nueva España'. En el caso de los ductos de Cantabria, estos contarán con un diámetro de 30 pulgadas, equivalente a 76,2 centímetros.
El peso de Polanco
Evidentemente, en todo este trazado nacional el futuro depósito de hidrógeno que se construirá en Polanco juega un papel fundamental para equilibrar el sistema. No en vano, dicho almacén va más adelantado que el proyectado en Vizcaya y, sobre todo, tendrá mayor capacidad de custodia.
Los parámetros iniciales publicados por Enagás contemplan una inversión en el entorno de 580 millones y una disponibilidad de almacenaje de 335 GW.
En cualquier caso, la empresa tiene previsto profundizar en los detalles cuando lance los diferentes planes participativos en los diversos territorios que engloban el plan general del hidrógeno en España. Inicialmente estaba previsto que estas consultas pudieran arrancar en Cantabria después del verano. Por el momento, ya se han llevado a cabo los sondeos sobre el terreno de Polanco para decidir el emplazamiento exacto de la infraestructura.
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