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Sergio Herrero
Sábado, 28 de febrero 2015, 08:36
El Comité Olímpico Español saldó ayer una deuda que tenía, desde hace treinta años, con José Manuel Abascal. El cántabro que plantó cara a los poderosos británicos en el 1.500 de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 84 y abrió la puerta de las medallas al atletismo en pista español -antes, Jordi Llopart logró la plata en Moscú 80 en los 50 kilómetros marcha-. En un íntimo acto en el que el deportista estuvo arropado por amigos y allegados, el presidente del organismo, Alejandro Blanco, le hizo entrega de una escultura que le acredita como «leyenda del atletismo y del deporte español».
Blanco aseguró que estar en la capital cántabra para homenajear a Abascal es «un grandísimo honor», ya que se trata de una ciudad «con un especial significado en mi vida». Después de la introducción, el presidente del COE quiso resaltar todo lo que la trayectoria del atleta cántabro «ha supuesto para el deporte». «Siempre que se habla de una leyenda como Sebastian Coe se pronuncia tu nombre y cuando se proyecta un vídeo sobre los logros del deporte español, siempre apareces tú», dijo Blanco al mítico mediofondista. «No hay discurso capaz de reflejar lo que has hecho», añadió.
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Además, destacó que la trayectoria de Abascal rompe con la actual estrategia de «invertir para conseguir resultados»: «Los éxitos que conseguiste son muy difíciles de valorar. Es fácil analizar los resultados, pero nadie va a contar las horas de sacrificio y sinsabores que pasaste». «Con tu marca de 3.34.30, hoy en día se ganarían finales olímpicas», afirmó. Como ejemplo más cercano, en Londres 2012 el argelino Taoufik Makhloufi venció el 1.500 con un tiempo de 3.34.08. Abascal habría sido segundo, por delante del 3.34.79 del estadounidense Leonel Manzano.
Blanco también quiso destacar que, a pesar de su retirada, Abascal ha seguido ligado al atletismo, y recordó el Premio Príncipe de Asturias que recibió el atleta un año después de su gesta, en 1985. «Un galardón que se otorga, primero a la persona y después al deportista». Y reiteró la importancia del hito cosechado por el cántabro. «Si miramos la historia del deporte español, tu nombre está escrito con mayúsculas. Eres un campeón olímpico en sentimientos», concluyó.
Tras la intervención del presidente del Comité Olímpico Español, Abascal aseguró sentirse «noqueado y emocionado» por las palabras de reconocimiento. Agradeció a los presentes su compañía en el acto y mandó un abrazo especial para algunos de ellos. «El atletismo ha significado gran parte de mi vida», dijo. Además, aseguró que «poder seguir trabajando en el deporte es un auténtico orgullo».
«No lo olvidaré»
«No olvidaré nunca este reconocimiento, porque estos homenajes, después de tanto tiempo, treinta años, y cuando uno ya no está en la cresta de la ola, elevan al cuadrado los sentimientos», cerró su intervención, antes de ser agasajado con un fuerte aplauso por parte de aquellos que quisieron estar con él en la entrega de este premio honorífico.
Entre los asistentes más destacados estuvieron el director general de Deportes del Gobierno de Cantabria, Javier Soler; el concejal de Deportes de Santander, Luis Morante; los dos cántabros miembros del Comité Olímpico Español, Pablo 'Chani' Galán y Jan Abascal -oro en Moscú 80 en vela-; el alcalde de Santa Cruz de Bezana, Juan Carlos García; y el atleta y récordman europeo de medio maratón, Fabián Roncero; entre otros amigos y compañeros del atletismo y del deporte.
El evento, celebrado en el Hotel Chiqui de Santander, fue organizado por la Asociación de la Prensa Deportiva de Cantabria. El trofeo recibido por José Manuel Abascal ha sido diseñado por el que fuera prestigioso lanzador de peso y capitán del equipo español de atletismo Manolo Martínez.
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