Manolo Higuera presidirá un Consejo «honrado y profesional, como el Racing merece»

El Racing celebró el inicio de su nueva era con una Junta General de Accionistas «histórica» que estuvo marcada por la unidad, la tranquilidad, el buen ambiente y la alta participación, características muy diferentes a lo vivido en convocatorias no muy lejanas, con los «indignos» Francisco Pernía y Ángel Lavín en la mesa. Fue la primera Junta que se realizó perteneciendo el Racing a los racinguistas, a los exjugadores y a una amplia masa social que han permitido cumplir el viejo sueño de atomizar la propiedad del club. Por haber, hubo hasta puntualidad y rapidez, ya que el sistema electrónico permitió mucha más agilidad en la acreditación previa de los accionistas y en las posteriores votaciones. Allí, en el Palacio de Deportes de Santander, enfrente de unos Campos de Sport que ayer no eran protagonistas de la actualidad verdiblanca, estuvo representado el 64,20% del capital, a través de los 269.199 títulos (1.345.995 euros) de los 331 accionistas que asistieron personalmente y de los 158 accionistas que delegaron su representación. Y ninguno era mayoritario.

No hubo sorpresas y se aprobaron todos los puntos del día, la mayoría por unanimidad. Entre ellos, la ampliación de capital de 698.850 euros que debe abordar de forma urgente el club y la renovación del Consejo de Administración, presidido a partir de ahora por Manuel Higuera y configurado por Víctor Diego (vicepresidente), Daniel Berasategui, Miriam Peña, Antonio Fariña, Agustín García Pascual, Juanjo Uriel, Promociones Inmoarrabi 2 S.L. y Raúl Fernández Yllán, el último nombre en darse a conocer. «Son gente honrada, racinguista y profesional, absolutamente preparada, como el Racing merece», resumió Higuera sobre sus compañeros en la directiva, mismos criterios que quiere que marquen el funcionamiento del club. «Son parámetros irrenunciables para mí», sentenció.

De esta manera, en la directiva verdiblanca habrá representantes de la Asociación de Exjugadores (Higuera y Diego), de los aficionados (Peña), de los pequeños accionistas (Fariña), del Consejo que ha gobernado la difícil y larga transición (Uriel) y de los acreedores (Inmoarrabi y Fernández, en nombre de Agrocampo), además de esa gente «brillante» en la gestión y los negocios (García Pascual y Berasategui) que reclamaba Higuera. En definitiva, un Consejo «de todos», que refleja de forma visible la atomización que reina en la propiedad. Además, se aprobaron las figuras de Alejandro López-Tafall como secretario externo, y del hasta ahora presidente, Juan Antonio Tuto Sañudo, que pasa a ocupar el puesto de presidente honorífico.

Rápido desarrollo

Tras aprobarse la constitución de la mesa, en la que David González Pescador ejerció de secretario y voz cantante, se comenzó la votación de los distintos puntos del orden del día. Higuera, Diego y Berasategui, consejeros nombrados por cooptación el pasado mes de mayo tras las dimisiones de Fernando Peral, Enrique Díez de Velasco y Luis Castro, fueron ratificados en sus cargos con el 99,2% de los votos a favor.

Tras ello se procedió a la renovación del Consejo de Administración, para lo que se procedió a la dimisión de Sañudo y González Pescador y al nombramiento de los miembros ya citados. Aquí tampoco hubo discusión: la medida contó con el apoyo del 99,94% de los accionistas presentes.

A continuación, se aprobó por unanimidad la nueva ampliación de capital, cifrada en 698.850 euros mediante la emisión de 139.770 nuevas acciones con un valor de cinco euros. Se convocará esta semana y se desarrollará igual que la última, la completada el pasado 30 de abril, aunque con unos plazos «más justos» y unas reglas «más marcadas», porque debe finalizar en poco más de un mes, ya que el 27 de julio es la fecha límite para alcanzar los 2,7 millones de euros totales exigidos por el Consejo Superior de Deportes cabe recordar que en la precedente se recaudaron 2.096.550 euros. Aunque el descenso deportivo a Segunda B no hace obligatorio cubrir esa cantidad, solo exigible para el fútbol profesional, el Racing quiere llevar a cabo el proceso por si, finalmente, el equipo regresa en los despachos a Segunda; y, en cualquier caso, para aportar liquidez a un club muy necesitado de ingresos.

La única novedad sobre el orden del día fue que, tal y como exigió el CSD, quedó eliminada la posibilidad de capitalizar deuda, por lo que en la ampliación solo se podrán hacer aportaciones en dinero líquido.

La unanimidad en los apoyos y la ausencia de voces críticas hicieron que la Junta se desarrollase con una celeridad desconocida. Y con una tranquilidad que hasta aburría. Bendita rutina frente a las tormentosas citas anteriores, donde el caos era siempre un invitado más.

Al margen de en el recuerdo, la herencia de Ángel Lavín también salió a relucir en el orden del día, en concreto en el sexto punto de la mañana, el correspondiente al examen y aprobación de las cuentas anuales del ejercicio social cerrado a 30 de junio de 2013. Es decir, bajo el mandato de Harry. Aquí no hubo sorpresas tampoco. El balance fue rechazado por unanimidad, tal y como se hizo en la Junta del pasado 4 de noviembre, para permitir que el Registro Mercantil siga abierto para la entidad verdiblanca. Es una cuestión meramente formal que el club debe llevar a cabo cada cierto tiempo para poder seguir funcionando con normalidad, hasta que sea posible la reformulación de las cuentas de los anteriores gestores.

El último punto sometido a votación también se resolvió con unanimidad. El 100% de los presentes votó a favor de la «delegación de facultades en el presidente y el secretario del Consejo para la formalización y ejecución de todos los acuerdos adoptados».

Se rompe la monotonía

La monotonía se rompió con el apartado de ruegos y preguntas, donde los accionistas se convirtieron en protagonistas. Hubo de todo, desde la impopular petición de Agustín Vaquero para que subieran el precio de los abonos hasta la exigencia de Serafín Díez para que no haya presencia en el palco de El Sardinero de «ningún político del PP, PSOE y PRC». Fueron muchos los que pidieron desde el estrado un «reconocimiento» a todos los que han posibilitado llevar al club hasta la esperanzadora situación actual: a los empleados del club, que llegaron a estar un año sin cobrar; a los integrantes de los consejos que han gobernado la etapa de transición del club iniciada el 31 de enero de 2014; a los accionistas que han contribuido desde que el Racing se convirtió en SAD, allá por 1991...

No fue el único que se acordó de ellos, pero sí el más explícito: Quique Setién tuvo emotivas palabras, tanto para el anterior entrenador, Paco Fernández, que «no solo nos dio un ascenso, sino la dignidad que el Racing había perdido durante años»; como para el actual cuerpo técnico formado por Pedro Munitis y Gonzalo Colsa, que «se hicieron cargo del equipo en una situación muy complicada, que han hecho un trabajo excepcional y que son los más adecuados para estar en estos momentos al frente del equipo».

Otro ilustre racinguista como José Antonio Saro centró su discurso en el terreno exclusivamente deportivo, pidiendo al nuevo Consejo «atención y dedicación a la cantera», que retengan «lo máximo posible a los jugadores jóvenes de la primera plantilla» y que tengan «cuidado» con los fichajes. Sus consejos fueron escuchados atentamente por Higuera, que respondió asegurando que su prioridad serán «las secciones inferiores» y que, si puede evitar las ventas de Concha o los hermanos Fede y Borja San Emeterio, lo hará, «ya que nunca valdrán menos que ahora». Misma seguridad que empleó para, ante el cuestionamiento de un accionista, aseverar que si se encuentra a Eugenio Botas en cualquiera de las dependencias del club, «le voy a echar a hostias». Literal.

Higuera asume la presidencia

El mensaje encontró la ovación de los presentes, que, dos horas y cuarto después del inicio de la Junta, salieron por las puertas del Palacio de Deportes con la satisfacción de haber participado en una asamblea histórica y la confianza de haber dejado el club en manos de racinguistas. Todos ellos se fueron a disfrutar del sol que todavía lucía brillante. No lo hicieron los consejeros, que cruzaron la calle y se encerraron en los despachos de los Campos de Sport para mantener su primera reunión, cuando el reloj marcaba las 14.00 horas. Tal y como estaba previsto, el nuevo órgano rector eligió como presidente a Higuera y distribuyó las áreas de responsabilidad entre el resto de consejeros. Así, un 14 de junio de 2015, el Racing inició una nueva era, la de la dignidad, honradez, unidad y profesionalidad, precisamente el mismo día en que se cumplía el 102 aniversario de su constitución oficial como club.