Secciones
Servicios
Destacamos
L. G.
Domingo, 28 de enero 2007, 03:49
Métlicic, lateral zurdo de Croacia y del Ciudad Real, tuvo que ponerse la máscara de oxígeno en el banquillo durante el partido contra Hungría. Llevaba dos días pidiendo minutos de descanso a su seleccionador, Lino Cervar, pero éste, empecinado en exprimir a sus astros, no se los dio, aunque tenía motivos para hacerlo. Ese equipo de titulares excelentes, al mando del genial Bálic (Pórtland San Antonio de Pamplona), se enfrenta a España por el primer puesto del grupo.
Croacia fue barrida por España en la final del Mundial de Túnez 2005 porque sus estrellas estaban fundidas; los suplentes apenas jugaron. Un año después, en las semifinales del Europeo de Suiza, pasó tres cuartos de lo mismo ante Francia. Ahora, Lino Cervar, diputado del Parlamento croata y físicamente parecido a Woody Allen y Peter Sellers, ha empezado a hacer algunas concesiones al sentido común: jugadores casi inéditos con su selección, como Vúkic o Vúkovic, juegan bastantes minutos; incluso Ánusic da descanso de vez en cuando a Bálic, para muchos el mejor del mundo. Pero Métlicic y el otro lateral, Láckovic, parecen trabajadores a destajo.
España no ganó a Croacia en ninguno de los siete partidos entre ambos desde el Mundial de Francia 2001 hasta la histórica final de Túnez.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.