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TRIBUNA LIBRE

¿Merece la pena ir a la Universidad?

A diferencia de EE UU y otros países, en España cae la compensación salarial para los que cursan estudios superiores

FLORENTINO FELGUEROSO, LUIS GARICANO Y SERGI JIMÉNEZ *

Viernes, 17 de diciembre 2010, 01:19

La evidencia internacional muestra que la prima salarial educativa creció de forma muy considerable en EE UU desde principios de los 80. Estudios recientes muestran pautas (sujetas a un cierto retraso) similares para los países europeos más importantes. ¿A qué se debe esta subida? La explicación más aceptada para explicar el aumento de la prima salarial de los graduados universitarios es que su demanda relativa creció más rápidamente que la oferta en un contexto de cambio técnico particularmente sesgado a favor de la cualificación. Es decir, el cambio tecnológico (probablemente las tecnologías de la información) favorece relativamente a los que tienen estudios superiores.

España está entre las raras excepciones en las que en lugar de incrementarse la desigualdad salarial, ha disminuido, achancándose la caída fundamentalmente a la caída de la prima a la educación. Lo que es, ciertamente, preocupante: si la inversión en capital humano es cada vez menos rentable, cada vez tenderemos menos a acumularlo.

Para ilustrar las claves, mostramos en el cuadro adjunto la evolución en 1995, 2002 y 2006 de la prima salarial a la educación usando datos de la Encuesta de Estructura Salarial.

Las ganancias salariales del título de ESO son prácticamente nulas: la diferencia salarial entre aquellos que solo tienen una educación primaria o menos y ESO es muy baja y se ha mantenido estable: la ganancia salarial es (después de eliminar los efectos de sexo y antigüedad) un 1%-2,7% de salario. Es tan baja esta ganancia que si fuera solo cuestión de salarios, una vez decidido el abandono escolar, uno se puede quedar perfectamente con la primaria, ya que cuatro años de estudios adicionales no aumentan casi nada los salarios.

A mayor nivel de estudios, mayor caída de la prima salarial: se observa una caída dramática de la prima del Bachiller en relación con la ESO (o menos): de un incremento del 28% de ganancia salarial real por hora a solo el 17% más en 2006.

Continuar estudiando hacia la Universidad también es menos rentable que antes: los que adquirieron Titulaciones Universitarias Superiores pasaron de ganar un 50% más que los que tienen el Bachiller a un 40% más. Esto es muy sorprendente en el contexto internacional, ya que esta diferencia es la que se considera de forma estándar como prima salarial a la cualificación, y tal como hemos explicado más arriba, en el resto del mundo esta prima ha subido durante este mismo período.

En el análisis de la prima salarial es sumamente importante tener en cuenta el efecto composición inducido por el aumento de la fracción de trabajadores educados subempleados. La importancia de dicho efecto se puede observar analizando la evidencia presentada en mitad inferior del cuadro, donde se distingue a los universitarios según estén ajustados o subempleados (ajustados son aquellos que tienen una ocupación igual o superior, y no inferior, a la que su título les cualifica para ejercer). Encontramos que, efectivamente, los subempleados tienen una prima salarial muy inferior a la de los ajustados, y que esta se mantiene casi constante (tanto para los titulados superiores como para los diplomados).

Pero quizás lo más relevante sea que el aumento de los subempleados en la población con estudios superiores (del 40% al 60% de los titulados superiores empleados y del 52% al 76% de los diplomados), es capaz de explicar 8 de los 10 puntos de caída de la prima salarial entre 1995 y 2006.

En definitiva, la prima salarial de la educación tiene un comportamiento muy inusual en España. Mientras que en otros países invertir en capital humano cada vez está más valorado por el mercado, en el caso español dicha valoración ha ido disminuyendo con el tiempo. Hay al menos tres posibles explicaciones de este hecho, todas ellas preocupantes:

1) La calidad de las titulaciones educativas ha disminuido y la cantidad de capital humano 'real' contenida en una titulación superior es menor que antes.

2) El modelo productivo ha incrementado la demanda de trabajadores sin cualificar (ladrillo, bares) y ha incrementado el precio relativo de éstos.

3) Tenemos un (relativo) exceso de oferta de titulados universitarios.

Las consecuencias en cualquier caso son alarmantes. La prima a la educación es un precio clave en el mercado de trabajo; su caída induce a los jóvenes a pensar que estudiar, en realidad, no vale la pena. Este problema puede ser parte de la clave para entender los malos resultados del Informe Pisa: si al final completar la secundaria post-obligatoria o, incluso, ir a la universidad no valen la pena, ¿para qué esforzarse?

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