La Junta Electoral, incompetente para prohibir la concentración

Apenas una docena de jóvenes de la plataforma Democracia Real Ya continúan concentrados esta mañana en la Plaza Porticada de Santander para mostrar su rechazo a la clase política, puesto que la Junta Electoral de Cantabria se ha declarado incompetente para prohibir las concentraciones. Los manifestantes, de los que siete han pasado la noche en la calle, han seguido explicando y discutiendo con los viandantes que se acercaban para conocer los motivos de su protesta y que ocasionaba caras de sorpresa en unos, y rechazo a la protesta en otros. Carteles con todo tipo de consignas contra los partidos, una mesa en la que siguen recogiendo la adhesión de la gente y unos cartones con mantas en el suelo, conforman el paisaje que esta mañana presentaba la Plaza Porticada.

Agustín Ibáñez, delegado del Gobierno en Cantabria ha explicado que la concentraciòn de la plataforma 'Democracia Real ya' en la Plaza Porticada de Santander se celebró porque la Junta Electoral Provincial se ha declarado incompetente para prohibirla. Además, Ibáñez ha recordado que es la Junta Electoral Provincial de Cantabria quien tiene la potestad de autorizar o prohibir los actos públicos de carácter político durante la campaña electoral.

El delegado del Gobierno ha afirmado que desde su departamento se comunicó a la Junta Electoral Provincial de Cantabria que se iaba a celebrar una concentración en la Plaza Porticada y que desde la Delegación del Gobierno se consideraba que en dicha manifestación "no existía riesgo" para las personas o bienes, razón por la que se permitió su celebración con arreglo a la ley.

Ibáñez ha resaltado que "lo único" que puede hacer la Delegación del Gobierno "es limitar o prohibir" las concentraciones si se pone "en peligro" el orden público, por lo que aventura que "si no varían las condiciones" de ayer con respecto a la de Santander, hoy "será todo exactamente igual" y se volverá a celebrar la concentración.

Otra cosa es lo que pueda ocurrir el sábado (jornada de relfexión) y el domingo (día de las elecciones), puesto que, ha matizado, son días con características "especiales", lo que hará que la comunicación de la Delegación del Gobierno con la Junta Electoral Provincial "será mayor", aunque no se puede vaticinar lo qué ese órgano determinará sobre las concentraciones.

'Movimiento 15-M'No tienen muy claro si autodenominarse 'Movimiento 15-M' o 'indignados con los políticos'. Más bien insisten en que se les llame 'ciudadanos anónimos', pero lo cierto es que los diez jóvenes que el pasado domingo decidieron acampar en la Plaza Porticada para expresar su cabreo con el sistema financiero y las clases gobernantes lograron reunir ayer a unas 250 personas que, como ellos dicen, «están hartos de la situación socioeconómica que vive este país». También han logrado que 700 personas, de todas las edades, firmen un manifiesto para solicitar una «democracia real ya» y han despertado las simpatías de varios colectivos de ciudadanos.

La concentración de ayer, que estaba autorizada por la Delegación del Gobierno, fue toda una declaración de intenciones. Se invitó a hablar a todo el que quisiera y todas las opiniones fueron escuchadas y aplaudidas. La mayoría coincidía en un aspecto: «ya ha llegado la hora de que se atienda a las verdaderas necesidades de los ciudadanos» y para ello, acordaron, hay que empezar a actuar. Así, se pidió la reforma de la Ley Electoral, listas abiertas, el fin de los privilegios de los políticos, una educación pública sin mercantilizar, empleo para los jóvenes, viviendas más asequibles y, para dejar claro que la protesta va en serio, advirtieron que «esto va a seguir después de las elecciones». Y para hoy, han organizado una cacerolada (21.00 horas».

Los primeros en tomar la palabra fueron los que llevan desde el lunes acampados en la Plaza. Varios pertenecen al colectivo 'Por una Democracia Real', aunque en las últimas jornadas se han sumado 'Juventud sin Futuro' y 'Malestar.org'. Sin embargo, insisten en que ellos no son los organizadores de este movimiento, ni quieren hacerse portavoces de la protesta, pero también reconocen que están desbordados, que no imaginaron que iban a tener tantos apoyos. Por ello, pidieron voluntarios para empezar a organizarse y crear comisiones de trabajo. «Necesitamos ayuda con la organización y la difusión. Estáis todos invitados a participar, pero recordar: aquí se expone, se propone y no se impone», dijo una de las chicas que intervino en la concentración.

Contactos con Madrid

Estos días sólo una decena ha pasado la noche en la Plaza y todas las convocatorias se han venido realizando por medio de las redes sociales. Están en contacto permanente con otros jóvenes que, como ellos, han acampado en la Puerta del Sol en Madrid y en otras ciudades. «Pero esto nos está sobrepasando y ni siquiera damos abasto a contestar los mensajes de Facebook», señaló Jairo. Este joven estudia cuarto curso de Medicina en la Universidad de Cantabria. Ha participado en la protesta desde el primer día, pero no quiere protagonismos y repite, como el resto, que se trata de un movimiento espontáneo y que no hay organizadores. «Esto no es el colegio y aquí no elegimos delegados», justificó. Afirma que su principal motivo para acampar es «la recuperación del espacio público, para debatir y desarrollar un pensamiento crítico con respecto al sistema».

Otro de los participantes es Javi. Estos días se ha encargado de la recogida de firmas para el manifiesto y está sorprendido con la cantidad de apoyos que han ido sumando. Se define como cantautor y parado y clama por un cambio «que nos permita evolucionar».

Junto a él, un alumno de Derecho entiende que ha llegado la hora de que los ciudadanos tomen la palabra y recuerda que «es necesario un mayor control financiero a los bancos».

Entre los 'indignados' con la política también estaba ayer Antonio Bezanilla, exsecretario general de las Juventudes Socialistas de Cantabria, concejal en Selaya esta legislatura y que formó parte de la lista del mismo partido al Congreso de los Diputados (en el número 3) en la anterior Legislatura. Intentó pasar desapercibido entre los concentrados, pero no pudo evitar coger el megáfono para apoyar la reivindicación y clamar contra el sistema.