El Gobierno admite que el helicóptero no vuela de noche pese a la capacitación de los pilotos

El Gobierno cántabro aseguró ayer que tanto el helicóptero como su tripulación -incluido el marido de la consejera Leticia Díaz, que es responsable del Servicio de Emergencias y Protección Civil- «están habilitados» para volar de noche. La única excepción corresponde a las misiones de salvamento y rastreo marítimo, que engloban los rescates en acantilados y playas. Sin embargo, el Ejecutivo no explicó los motivos por los que la aeronave contratada por el Gobierno no realiza esos vuelos nocturnos. El contrato suscrito por la consejera Leticia Díaz y la empresa Inaer Helicópteros el 30 de diciembre de 2011 estipula la plena disponibilidad del aparato durante todos los días y a todas horas del año. Su incumplimiento es causa de resolución del convenio, según figura en el mismo contrato. Pese a esta limitación para realizar misiones de salvamento y rastreo marítimo, el Ejecutivo regional garantizó ayer, a través de una nota de prensa, que el servicio no queda desatendido en ningún momento, ya que está cubierto «íntegramente» por el helicóptero Helimer, aparato perteneciente a Salvamento Marítimo, organismo dependiente del Ministerio de Fomento. «En ningún momento, por tanto, se ha visto cuestionada la seguridad de los ciudadanos», como le acusó la diputada regionalista Rosa Valdés el pasado lunes en el debate parlamentario.

En su comunicado de prensa, el Ejecutivo explica que la consejera Leticia Díaz penalizó económicamente a la empresa en la que trabaja su marido en una ocasión, pero fue debido a un incumplimiento que se arrastraba desde el mandato del Gobierno anterior (PRC-PSOE). Entonces, la empresa dispuso «durante meses» de un helicóptero que «carecía de flotadores, impidiendo los entrenamientos sobre el mar». Con un nuevo contrato en vigor en este ejercicio -se desconoce si ha sido renegociado- el Gobierno no explicó ayer si la inoperatividad de la aeronave durante la noche es susceptible de sanción por incumplimiento claro de sus obligaciones contractuales. Tampoco se apuntó desde cuándo están suspendidos los vuelos nocturnos del aparato.

El Gobierno regional dispone de los servicios de un helicóptero desde hace décadas, por decisión directa del entonces presidente, Juan Hormaechea y siempre ha prestado servicios diurnos y nocturnos. Entonces, la Administración adquirió en propiedad una aeronave y contrató los pilotos con la empresa Inaer Helicópteros. Con el tiempo el aparato se quedó obsoleto y empezó a dar problemas. Comprar otra nave era muy caro, así que hace dos años, en la anterior legislatura, el Ejecutivo bipartito decidió contratar también el helicóptero con la misma empresa.

Los pilotos, como es preceptivo, tuvieron que pasar un curso de adaptación a la nueva máquina, prueba que superaron todos los técnicos, incluido Francisco Gutiérrez, el marido de la consejera, que lleva más de 20 años pilotando el helicóptero del Gobierno, según dijo el propio Ejecutivo y han ratificado fuentes de Protección Civil.

Sin embargo, por política empresarial, Inaer exigió a sus pilotos un curso adicional para volar de noche, al que asistió Gutiérrez. Las mismas fuentes aseguran que por distintos problemas, el curso no se impartió hasta el final. La empresa, que es puntera en el sector y apenas tiene competencia, decidió entonces suspender los vuelos nocturnos. Eso ocurrió el pasado mes de abril. El asunto se hubiera quedado ahí si no fuera por el expediente de regulación de empleo en la sociedad pública Semca, de la que es responsable la consejera Leticia Díaz. Los dos partidos de la oposición, PSOE y PRC, acusaron a la consejera de «dilapidar la herencia» que recibió en materia de emergencias y Protección Civil. Entre estos reproches se coló la polémica del helicóptero, que el pasado lunes alcanzó su punto culminante, cuando la diputada Rosa Valdés (PRC) aseguró que la seguridad de los cántabros se ve «comprometida» porque «su marido piloto no ha podido acreditar su capacidad técnica para volar por la noche». La consejera retó a la parlamentaria a hacer esa declaración fuera del Parlamento, desprovista de su inmunidad parlamentaria, para presentar una querella. Ayer, el Gobierno, mediante un comunicado, acusó a Valdés de «mentir». Pero la regionalista, reiteró su denuncia y consideró que «la actuación de Leticia Díaz es muy sospechosa y cuestionable, y su forma de actuar, oscurantista y falta de trasparencia».