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NIEVES BOLADO
Sábado, 12 de enero 2013, 17:27
Orina de lobo como repelente de animales en las carreteras de Cantabria. Por chocante que resulte, Fomento la utiliza para evitar que los animales entren en las carreteras y autovías de Cantabria y se ha convertido en una de las armas principales que ha encontrado para tratar de reducir la alta siniestralidad que provoca la fauna salvaje.
Orina de lobo y productos químicos como repelentes, y gasoil o productos que lo contenga como atrayentes para conseguir que los animales se desplacen hasta los pasos de fauna habilitados. Son dos de las actuaciones principales que ha puesto en marcha la Demarcación de Carreteras, a petición de la Delegación del Gobierno, tras el estudio que ha realizado de los puntos donde más accidentes están causando los animales y que, este año, ya se han cobrado varias vidas.
El informe concluye que hay tres carreteras y varios puntos donde la siniestralidad es más acusada: Quijas, el trayecto entre Cabezón y Unquera, y la zonas de Ontón, Gama y Beranga (A-8); Pozazal y Lantueno (Autovía A-67); y Colindres, Ampuero y Rasines (N-629). Y fruto de las correspondientes reuniones entre el delegado del Gobierno, Samuel Ruiz, y los responsables del Ministerio de Fomento y de Tráfico, se acordó la utilización de repelentes y atrayentes, además de proceder a despejar la vegetación, colocar elementos reflectantes que asusten a los animales y, por supuesto, proceder a reparar los daños en las mallas y cerramientos de las autovías.
La orina del lobo tiene cualidades extraordinarias para mantener alejados a otros animales que, al detectar la presencia de este depredador, optan por abandonar rápidamente el lugar. «La orina de los cánidos y los félidos», explica el veterinario Santiago Borragán, «tiene un olor pestilente por lo que ellos mismos la usan para marcar su territorio. Su detección por otros animales hace que éstos huyan».
Su uso como repelente no es nuevo. Comenzó a utilizarse hace 20 años y se vende embotellada en garrafas. Su obtención se hace de animales en cautividad cuyas micciones son recogidas a través de un drenaje creado en el suelo de las jaulas. Dada su utilidad, ya se produce de forma artificial.
Otro de los métodos que se está poniendo en práctica en Cantabria es el uso de atrayentes para obligar a los animales a que se desplacen hasta los pasos de fauna. Estos productos, que contienen principalmente gasoil, reúnen características olfativas que hacen acercarse a ellos a los animales. En Cantabria se buscan desviarlos hasta pasos por debajo de la calzada, evitando que suban a las vías principales. Uno de lo's atrayentes consiste en una brea con olor a madera que atrae a los animales porque les sirve para desparasitarse. Esta mezcla se unta en las paredes de los pasos de fauna, de manera que el animal opta por acercarse a ellos.
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