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María Fernández, Laura López y Ana González, ante el experimento 'Erupción Volcánica'.

Entre Einstein y Newton

Alumnos del colegio Sagrada Familia participan en la Feria de la Ciencia promovida por el centro con el objetivo de potenciar sus aptitudes innovadoras

Jesús Lastra

Martes, 14 de marzo 2017, 10:57

Víctor y Gabriel González tienen 15 años. El primero tiene claro que cuando llegue a la Universidad pretende cursar estudios relacionados con alguna ingeniería, mientras que el segundo admite que no sabe a qué se quiere dedicar profesionalmente en el futuro. Dudas normales teniendo en cuenta que ambos están matriculados en 4º de ESO, aunque en sus manos alberguen un proyecto científico sobre la energía electromagnética que exhiben a todos los asistentes.

Porque el Colegio Sagrada Familia de Herrera de Camargo celebró la pasada semana la primera edición de la Feria de la Ciencia, una iniciativa en la que participaron 85 alumnos de Primaria y Secundaria con 28 proyectos en los que la física, la química, la biología o la geología fueron las principales protagonistas.

De hecho, lo que normalmente es una estancia diáfana en el centro educativo mutó a un enorme laboratorio en que cada grupo de niños se afanaba por mostrar las virtudes de sus ingenios. El objetivo no era otro que promover que los alumnos eligieran una temática y un problema de carácter científico o tecnológico para intentar resolverlo empleando el método científico, planteando para tal fin una hipótesis; desarrollando el experimento; eligiendo las variables a tener en cuenta; y comprobando en las conclusiones del trabajo si la hipótesis inicial era correcta o no.

Cada idea estuvo sometida al escrutinio de un jurado, que valoró aspectos como la presentación; las referencias bibliográficas; la formulación de las hipótesis y la definición de las variables; la descripción del procedimiento experimental; la recolección de datos y su análisis; las conclusiones alcanzadas; la exposición de la información; la expresión oral y escrita; y las respuestas a las posibles preguntas de los evaluadores.

Prueba interna

El premio para los ganadores de cada categoría fue un vale de 100 euros para adquirir material de consulta y libros, aunque en este certamen todos los participantes son vencedores, como acredita la entrega de un diploma para todos los jóvenes.

El director de la Sagrada Familia, Sabino Diego, explica los motivos por los que la entidad decidió apostar este año por tan novedoso evento. "Habíamos acudido en años anteriores con alumnos de Secundaria a la Feria de la Ciencia que organiza la Universidad de Cantabria. Este año llamamos para preguntar cuándo se iba a celebrar y, como nos dijeron que no habría cita, decidimos hacer nosotros una prueba interna. En esta edición íbamos a participar también en la Universidad con alumnos de Primaria, pues se habían involucrado mucho, así que no podíamos dejar que tanto esfuerzo fuera en balde", manifiesta.

Entre los diferentes stands en los que los estudiantes presentan sus inventos, también destacan dos mesas con proyectores para llevar a cabo las presentaciones. Los chicos de 6º de Primaria llevan desde octubre dando vueltas a los inventos, mientras que los de 3º y 4º de ESO arrancaron con las propuestas en diciembre. Como focos de inspiración, internet o "programas de televisión como El Hormiguero o canales como Discovery Max". A partir de ahí, un enorme trabajo en casa tutelado desde las aulas.

Trabajos de calidad

Cuando la Feria se encuentra en su punto álgido, hace acto de presencia la alcaldesa, Esther Bolado, que comprueba de primera mano el esfuerzo de los alumnos de la Sagrada Familia y la brillantez de los resultados obtenidos. En este sentido, destacó la importancia que tiene "inculcar entre los jóvenes el pensamiento científico y racional", ya que ello favorecerá "el desarrollo de su formación y contribuirá a que la sociedad siga avanzando en ámbitos muy importantes como la medicina o las nuevas tecnologías". Además, no dudó en elogiar la calidad de los trabajos que los alumnos presentaron al certamen.

El evento no estaba abierto solo para los pequeños y la comunidad educativa. Los padres de los estudiantes también se acercaron a los expositores para ver el ingenio de sus vástagos e, incluso, poder puntuar las diferentes propuestas exhibidas.

Tal es el caso de Félix Palleiro, para quien una Feria de estas características no tiene más que beneficios para los estudiantes. "Me parece una idea excelente, pues permite dar a los niños un punto diferente sobre la ciencia y la innovación. Además, veo positivo que se rompa de vez en cuando con el método tradicional de abordar las asignaturas y se experimente con otros tipos de aprendizaje", razona.

Huevo sumergido en vinagre; La refracción de la luz; Experimentos con el calor; Los líquidos; El diafragma; Congelación; Los volcanes; La fricción... Son algunos de los nombres de las ideas presentadas a la cita. Unos títulos que esconden horas de esfuerzo, ingenio e ilusión y que promueven entre sus autores una capacidad innovadora e inventiva que les vendrá especialmente bien en los años venideros.

No todos los niños tienen previsto dedicarse a campos científicos o tecnológicos, tal y como aseguran desde sus stands, pero todos han podido conocer de cerca sus habilidades y fortalezas. Además, y no menos importante, vivir la ciencia es la mejor forma de decidir si les gustaría centrar su vida en torno a ella o no. Una elección con argumentos de peso.

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