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Julia Roberts.
Julia Roberts vuelve a los juzgados

Julia Roberts vuelve a los juzgados

La actriz dará vida a una abogada en 'Train Man', cinta en la que retornará a esas cortes de justicia que ya le dieron el Oscar hace 16 años por 'Erin Brockovich'

Óscar Bellot

Miércoles, 16 de marzo 2016, 11:57

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Corría el año 1993 cuando una Julia Roberts en la cima de la popularidad derivada del éxito arrollador de 'Pretty Woman' (Garry Marshall, 1990) abría por primera vez los libros de derecho para dar vida a una estudiante que unía sus fuerzas con un tenaz periodista a fin de resolver el asesinato de dos jueces del Tribunal Supremo. Un doble crimen que respondía a una de las más formidables conspiraciones políticas de cuantas el cine ha urdido en las últimas décadas y cuyos tentáculos se extendían hasta el mismísimo Despacho Oval. Su artífice, John Grisham, ya había pergeñado anteriormente un par de apasionantes thrillers que le habían convertido en máximo referente del suspense judicial y que tuvieron su conveniente correlato cinematográfico: 'Tiempo de matar', adaptado en 1996 por Joel Schumacher y con un reparto que incluía a Matthew McConaughey, Sandra Bullock y Samuel L. Jackson; y 'La tapadera', versionada por Sydney Pollack en 1993 y con Tom Cruise en la piel de un joven y ambicioso abogado que descubría los vínculos con la mafia del bufete en el que trabajaba, lo que ponía en peligro su vida. Por esos mismos meses, mientras el Mitch McDeere de Cruise se enfrentaba con sus jefes, Darby Shaw articulaba 'El informe pelícano', registro de una conjura en la que andaban implicados el FBI, la CIA, la Casa Blanca y prestigiosos despachos de jurisconsultos de Washington. Alan J. Pakula rescataba el nervio narrativo de 'Todos los hombres del presidente' (1976) y 'Presunto inocente' (1990) para servirle a Roberts un filme a su medida. Y siete años después de aquella satisfactoria experiencia, la por entonces considerada como 'novia de América' recogía por fin el Oscar con otro drama judicial. 'Erin Brockovich' (Steven Soderbergh, 2000) era una oda al arrojo de la mujer que daba nombre a la cinta y que puso contra las cuerdas a Pacific Gas and Electric Company, una poderosa compañía que gastó ingentes cantidades de dinero a fin de tapar un turbio asunto medioambiental. Para ello ni siquiera le hizo falta pasar por la universidad. Todo lo contrario de lo que sucede a Julia Roberts con su próximo personaje, que la devolverá a esos juzgados que tantas glorias le han deparado en el pasado.

La actriz de Georgia regresará a la corte con 'Train Man', una cinta basada, como ocurría con 'Erin Brockovich', en una historia real. Pendiente aún de encontrar director, pero con un guión desarrollado por Simon Stephenson ('La hora 11'), el filme se centrará en el caso de Darius McCollum, un neoyorquino al que se le diagnosticó el síndrome de Asperger -asociado al autismo- y cuya obsesión era conducir autobuses y trenes.

A los 8 años, McCollum ya conocía de memoria el mapa del metro de Nueva York y a los 15 realizó su primera 'hazaña'. Subió a la cabina de un tren subterráneo y lo manejó durante seis estaciones. Su aventura acabó en la parada que había a los pies de las Torres Gemelas. Fue apenas el comienzo de su carrera. Intentó sin éxito trabajar en el sistema de transporte de la 'Gran Manzana'. Le rechazaron, pero ello no impidió que se pusiera al volante de sus vehículos en múltiples ocasiones. Fue arrestado una treintena de veces, la última en noviembre de 2015 cuando manejaba un autobús Greyhound. Salía y entraba de la cárcel sin parar. Se sometió a tratamiento psiquiátrico, sin que su extraña adicción hallase cura. "Ama a los trenes más que a nada", declaraba su madre hace unos años, tras una de sus citas con la justicia. "También le gustan los aviones, pero por el momento no ha podido llegar a meterse en uno", agregaba. Aún hoy, cumplidos los 50 años, sigue siendo un peligro. Y una auténtica celebridad en Estados Unidos.

Su rostro se hizo habitual en los carteles de las paradas de metro y autobús, alertando a los usuarios de sus fechorías. Las mismas que, a través de 'flashback', repasará el largometraje en el que Julia Roberts interpretará a Sally Butler, una letrada que ha lidiado con la obsesión de McCollum durante largo tiempo, periodo en el que ha tratado de convertirse en una amiga para este hombre cuyo autismo no fue diagnosticado sino hasta hace unos años. "Él no debería estar entre rejas", declaró la abogada recientemente. "Buscó todo tipo de ayuda, pero no hay nada", agregó tras su último arresto.

Baza segura

Sally Butler es una mujer corajuda, muy en la línea de lo que ocurría con Erin Brockovich. Y eso solo basta para despertar la expectación en torno a un largometraje llamado a sacar lo mejor de Julia Roberts. Una actriz que desde que se convirtió en madre hace más de una década espacia cada vez más sus trabajos pero que sigue siendo una baza segura en la taquilla. La película de Soderbergh que le valió la estatuilla dorada fue uno de los últimos filmes cuyo éxito dependía fundamentalmente de su labor. Desde entonces, ha optado por trabajos más corales, como las dos primeras entregas de la saga 'Ocean's' o 'Closer' (Mike Nichols, 2004). Y no ha dudado en aceptar roles secundarios como el de 'La guerra de Charlie Wilson' (Mike Nichols, 2007), donde ponía rostro a una millonaria sureña que embarcaba a su país en un conflicto que, andando el tiempo, depararía indeseadas consecuencias.

'Agosto' (John Wells, 2013) es su último gran título hasta la fecha. Un drama lleno de matices que diseccionaba las miserias de una familia encerrada en una casa de Oklahoma que tal vez habría merecido mejor suerte en los Oscar pero que se quedó en sendas candidaturas tanto para Roberts como para su madre en dicho filme, una siempre impecable Meryl Streep a la que la de Georgia lograba mantenerle el pulso.

Fue la cuarta nominación para una intérprete que dominó como ninguna otra la década de los noventa y que supo reconvertirse cambiado el siglo, consciente de que Hollywood es inmisericorde a medida que el carné de sus estrellas femeninas suma años. Cedió sin problemas el apodo de 'novia de América', que ahora ostenta Jennifer Lawrence, pero mantiene el cariño del público e incluso ha ganado respeto en la industria seleccionando con mimo los proyectos en los que se implica. Puede que alguno resulte fallido, como ocurrió con 'Come Reza Ama' (Ryan Murphy, 2010) o 'Larry Crowne, nunca es tarde' (Tom Hanks, 2011), pero siempre cabe esperar de ella nuevos destellos. Tal vez el siguiente venga de la mano de 'El secreto de una obsesión', remake de la cinta argentina 'El secreto de sus ojos' (Juan José Campanella, 2009) que llegará el 15 de abril a la cartelera española. Puede que con 'El día de la madre (Mother's Day)', reencuentro con Garry Marshall tras la ya mencionada 'Pretty Woman' y 'Novia a la fuga' (1999), otra cinta pendiente de estreno en la que comparte créditos con Jennifer Aniston y Kate Hudson. O quizás haya que esperar al 'Train Man' que nos ocupa. Pero de lo que no cabe duda es de que la actriz tiene aún varias balas en su recámara.

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