El rey de las 'buddy movies'

Las películas de los años ochenta alimentan el monstruo de la cultura de la nostalgia, convertida en negocio. Entre los títulos que marcaron a más de una generación -los padres no pueden evitar intentar contagiar a su descendencia con sus filias cinematográficas, aunque no siempre lo consiguen-, hay varios filmes que atienden a la etiqueta de 'buddy movie', tendencia que se extendió al cine de acción de los noventa y aún perdura, como puede apreciarse en la cartelera este fin de semana con el estreno de 'Dos buenos tipos' , propuesta que aúna música funky y violencia, tensión e intriga, una fórmula que rara vez falla desde que Tarantino la universalizara. Shane Black, guionista de las taquilleras 'Arma letal' y 'El último boy scout', dos títulos indispensables si hablamos de películas de colegas, donde una pareja antagónica es la protagonista, generalmente dos sujetos con un nivel de inteligencia dispar, entre el ingenio y el atolondramiento, firma la dirección de una producción empapada de humor negro defendida por dos actores con tirón, Ryan Gosling y Russell Crowe. El primero, artista cool gracias al éxito de 'Drive', encarna a un detective que ejerce en Los Ángeles en los años setenta, mientras el protagonista de 'Gladiator', con unos kilos de más, interpreta a un matón a sueldo en un filme de evasión por encima de la media que se presentó fuera de concurso en el reciente festival de Cannes en su Sección Oficial.

Shane Black es todo un experto en la materia, sabe de lo que habla cuando se trata de una buddy movie, pero no solamente ha estado detrás de una saga de culto como 'Arma letal', que catapultó a la fama a Mel Gibson, o firmó los chistes míticos de 'El último boy Scout', con un Bruce Willis en estado de gracia en uno de los puntos culmen de su carrera. Como director se presentó con la divertida 'Kiss Kiss Bang Bang', con Robert Downey Jr. y Val Kilmer en el reparto, un thriller en tono paródico con cierta mala leche que lo puso en el punto de mira de la crítica especializada. El hombre que escribió guiones de cult-movies como 'Una padilla alucinante', con su colega Fred Dekker, o 'El último gran héroe', a mayor gloria de Schwarzenegger, recogió el testigo de Jon Favreau en la dirección de la saga 'Iron Man', alabado por los fans. Se encargó de poner orden en la tercera parte de la saga cinematográfica del superhéroe Marvel con un resultado tan irregular como eficaz. Las tribulaciones de El Hombre de Hierro con su sello contaban con un estimable planteamiento y maravillosos momentos empapados de humor y sarcasmo marca de la casa.

En 'Dos buenos tipos', Crowe y Gosling acaban siendo socios a la fuerza para encontrar a una chica desaparecida. La muerte de una estrella del porno en un accidente de coche aporta pistas que les lleva al ojo del huracán. Sus vidas están en peligro al meterse donde no les llaman. "Los Ángeles en los setenta era esta ciudad decadente, donde la contaminación tapaba todo como una costra y Hollywood Boulevard se había convertido en un pozo de pornografía", relata Black, amo y señor de la fiesta. "En este escenario encontramos a dos tipos que se tropiezan con algo para lo que no están preparados, descubriendo esta enorme conspiración. Así que tienes corrupción, tienes decadencia y, después, llegamos a la pregunta de cuán inapropiados podríamos hacer a estos dos tipos para la misión que tienen delante". Enfrentar a dos individuos, a los que les cuesta ponerse de acuerdo, contra un enemigo poderoso es una premisa habitual en este tipo de comedias de acción.

Black también ha hecho sus pinitos como actor, en cintas como 'El terror llama a su puerta', 'Robocop 3' o 'Mejor... Imposible'. También aparece en los créditos de 'Depredador', de ahí que goce del beneplácito de los aficionados al cine de género, al estar presente, como escritor o intérprete, en filmes de cabecera. Precisamente uno de los proyectos que tiene entre manos, aparte de adaptar 'Doc Savage', es reflotar la franquicia del cazador espacial que buscaba las cosquillas a Arnold, icono de una época. El nuevo 'Predator' pretende ser una superproducción que pisotee la serie de 'Alien vs. Predator', resetear el invento y volver a colocarlo en el lugar al cual pertenece en la historia del cine de entretenimiento. "Creo que la primera película era genial y aunque estaba contenida fue una joya perfecta para lo que era", ha afirmado el propio Black. "Ahora hay que llevar a cabo una expansión que tenga como base el amor por aquella época y la mitología Predator". Si nada se tuerce llegará a los cines en 2018. Hollywood sigue explotando recetas de antaño.