Un cubito de hielo puede cambiar tu mañana (y tu cara también)

¿En cuántas ocasiones hemos amanecido con la cara hinchada, con un aspecto que refleja cierto cansancio y con unas ojeras muy notables? Seguramente más veces de las que nos gustaría admitir. Si te dijera que existe una solución sencilla, accesible y natural, para disminuir estos signos visibles de fatiga, probablemente pensarías que se trata de algún tratamiento costoso o un producto lleno de químicos. Sin embargo, la respuesta está en algo mucho más simple y cercano: el hielo, sí has leído bien, un cubito de hielo.

Son muchas las celebridades que han implementado el frío en su cuidado facial y que han afirmado los resultados visibles que genera la aplicación del hielo en el rostro. Algunas de nuestras famosas son Sabrina Carpenter, Irina Shayk, Bella Hadid, entre muchas otras ¿Te animas a probarlo y a descubrir sus beneficios?

Existen varias formas para masajear la cara con el hielo. Por un lado, la aplicación directa de los cubitos por el rostro, pero eso sí, éstos deben estar cubiertos con una toalla de papel para evitar quemaduras (independientemente del tipo de piel). Una vez recubiertos pásalos por todo el cutis haciendo hincapié en las zonas más hinchadas, así como la zona de las ojeras y párpados, debido a la retención de líquidos durante el sueño. Para hacerlo de manera efectiva y segura, asegúrate de hacerlo entre 1 y 2 minutos y… ¡cuidado! No mantengas el cubito de hielo en un solo lugar por mucho tiempo para evitar daños.

Por otro lado, puedes hacerte con un 'ice roller'. ¿Que qué es? Te lo contamos. Consiste en un rodillo que se enfría en el congelador y se utiliza para masajear el rostro, una herramienta refrescante, muy popular por sus resultados en revitalización facial.

Por último, otra forma de refrescar y ayudar a desinflamar tu cara, consiste en sumergirla en un recipiente con agua y hielo. Es una opción muy útil, pero es importante realizarlo durante periodos breves (20-30 segundos), para evitar posibles daños en la piel por la exposición prolongada del frío.

El momento ideal para masajear tu rostro con hielo suele ser por la mañana, ya que el frío es una excelente manera de reducir la hinchazón y las ojeras. Además, activa la circulación sanguínea, aporta una sensación de frescura y vitalidad, y mejora el aspecto de una piel exhausta ¡Comienza tu día de la mejor manera!

No obstante, también puede aplicarse antes de acostarnos, aunque no es tan habitual. Existen personas que prefieren realizarlo en este momento, como efecto calmante y así reducir cualquier tipo de inflamación causada a lo largo del día. Consejo de experta: es importante evitar aplicarlo justo antes de ir a dormir, puesto que la sensación del frío en el cutis podría dificultar la conciliación del sueño. Por ello, se recomienda hacerlo al menos, una hora antes de ir a la cama.

Como conclusión, su aplicación correcta tiene innumerables beneficios. Destacando entre ellos, la desinflamación, la mejora de la circulación y la sensación de frescura inmediata dejando la piel más tersa, luminosa y descansada. Cabe destacar que, esta técnica hay que complementarla con una buena hidratación, una comida equilibrada y un buen descanso, ya que si esto no se da, de poco servirá este 'Beauty hack'.

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