Ignacio Diego: «Arya e Yro son dos de mis mejores amigos»

-¿Quién es Arya?

-El regalo de un buen amigo. Llegó una noche de Navidad y desde entonces ha ido creciendo su espacio en la familia. Le aseguro que no exagero si digo que juntos hemos hecho miles de kilómetros caminando por los montes de Cantabria y que conoce la sierra de Cabarga como pocos.

-¿Y quién es Yro?

-Es el hijo de Arya, nacido en una camada de solo dos cachorros en pleno confinamiento. Ha sustituido a su madre en las marchas más duras.

-¿Por qué esa raza?

-No creo que la elección de un perro sea una cuestión de raza, pero es verdad que considero al golden retriever un animal con mucha predisposición a desarrollar las mejores virtudes de un amigo.

-¿Cómo es la vida con perros?

-Sin duda, es una vida mejor. Les considero dos de mis mejores amigos, con los que puedo compartir mis aficiones. Les gusta caminar por el monte, la misma música que a mí (al menos nunca me han hecho saber lo contrario), y creo que hasta mi pasión por la lectura. Los dos se tumban a mi lado, aunque tengo que decir que Yro no consigue estar concentrado mucho tiempo y enseguida me pide actividad.

-¿Y la vida sin 'gaviotas'?

-Richard Bach la hizo protagonista de la lucha por la libertad en 'Juan Salvador Gaviota'. Viendo al actual Gobierno, coincido en esa asimilación de la 'gaviota' con la libertad.

-El golden retriever es un perro con un pronunciado afán de aprendizaje.

-Efectivamente, lo es.

-¿Qué cree que han aprendido Arya e Yro de usted?

-Los hábitos de higiene y orden que exige vivir en una casa. Las demás actitudes positivas que muestran obedecen a su propio instinto.

-Y ellos, ¿qué le han enseñado a usted?

-Me han confirmado una teoría aplicable tanto a los perros como a los humanos.

-¿Qué teoría es esa?

-Que todos nacemos con predisposición a hacer el bien y que es el entorno, es decir, cómo te educan, cómo te tratan, el que condiciona cómo tú vas a responder a los demás. Claro que, como en toda regla, existe la excepción.

-También son extraordinarios guías.

-También.

-Arya llegó a su vida siendo usted presidente de Cantabria. De haber llegado algo antes ¿le hubiera guiado por otros caminos?

-Mi camino político fue de vocación y servicio a los demás. Estoy convencido de que Arya hubiera actuado como lo hizo, que fue ayudándome cada día, con su compañía y su cariño, a reducir la tensión que generaban las circunstancias que acompañaron a mi gobierno.

-Hombre, mire el lado bueno. Ahora tiene más tiempo para disfrutar de sus perros.

-La política ejercida desde la verdadera responsabilidad (no todos los políticos la entienden de igual manera) te eleva a cargos que te exigen una ingente entrega y dedicación. Antes, mis preocupaciones eran las de todos los cántabros. Ahora mis preocupaciones son las de mi familia y amigos. Esa diferencia, tan evidente, me permite disfrutar ahora de algunas cosas que entonces quedaban fuera de mi alcance, entre ellas más tiempo junto a Arya e Yro.