La influencer Maribel Cabo pasea por las fiestas de Torrelavega
Disfruta con la familia de La Patrona, ataviada con los colores de la bandera de la ciudad y el pañuelo verde
El verano es la época preferida por muchos de nosotros, días más largos llenos de luz en los que disfrutar de terrazas, amigos, familia y ... tiempo al aire libre. Cada uno de nosotros vive los días intensamente sacando el mejor partido a su tiempo de asueto. Con la llegada de la temporada estival, y en muchos casos de nuestras principales vacaciones anuales, se ve recompensada nuestra espera en forma de playa o piscina, costa o interior, pueblo o ciudad y, por supuesto, las fiestas patronales que llevamos ansiando todo un año. Casi en cada localidad ya sea ciudad, pueblo o villa se honra al santo patrón o a la santa patrona, y en su honor se programan ferias, procesiones, concursos, romerías y cuantos festejos sean necesarios para disfrutar de unos días llenando las calles y plazas de color y algarabía.
Y a mi ciudad llega su fiesta grande, La Patrona, y no es otra que Nuestra Señora de la Asunción que se celebra cada 15 de agosto en Torrelavega. Durante los días que se celebren las fiestas, ella será la que ostente el bastón de mando cedido por las autoridades en la misa solemne que precede a la procesión y que recorre algunas de las calles de la ciudad. Durante al menos 10 o 12 días, según el calendario, se honra, baila, canta y disfruta en honor a Ella. Modernidad y tradición se dan la mano para conjugar un verbo que las gentes de la ciudad, locales y foráneos, han acuñado como suyo «patronear», que es la forma más directa de decir que cada uno vive la fiesta intensamente y a su manera. No importa cómo, si es como integrante de una peña (hay aproximadamente 14.000 peñistas con sus camisetas coloridas), en familia o con amigos. Los que viven fuera, hijos de la Virgen Grande, llegados de todas partes del mundo regresan siempre que pueden a la tierruca para recorrer las calles de la ciudad, reencontrarse con familiares, amigos, conocidos, y cómo no, volver a cumplir con nuestras tradiciones como cada año.
Los caballitos de Ortega, el tren de la bruja, los coches de choque, la noria gigante o la tómbola de los jamones forman parte de mi infancia y la de muchos torrelaveguenses que peinan, peinamos canas. Los chatos con barquillo, los churros calentitos (si, en pleno agosto también y el algodón de azúcar son olores y sabores que ya forman parte de nuestro ADN , así como degustar el mejor hojaldre de la mano de nuestros reconocidos maestros artesanos o recorrer el recinto ferial de atrás a adelante eligiendo en cuál de los carruseles quieres subir, y otra vez vuelta a empezar el recorrido, para acabar comiendo o cenando en alguno de los restaurantes o terrazas de las que presume la ciudad.
Concursos, actuaciones en el Bulevard, conciertos, verbenas, y hasta un mercado renacentista y, como broche final, una gran Gala Floral con carrozas multicolores, folclore de la tierra y fuegos artificiales completan el cartel de La Patrona en una ciudad que respira fiesta en sus calles y en la que son bienvenidos cuantos se acerquen a disfrutar de nuestras fiestas patronales, Torrelavega se transforma para deleite de propios y extraños y yo la disfruto enormemente. A todos los que queráis compartir unos días festivos llenos de alegría y tradición, os esperamos con los brazos abiertos.
¡Viva La Patrona! ¡Viva la Virgen Grande!
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