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Rodaballo con patata panadera, langostinos y almejas. DM
El paso adelante de La Nueva Gaviota

El paso adelante de La Nueva Gaviota

Un nuevo estilo de cocina, sin abandonar la esencia marinera del Pesquero

Diego Ruiz

Santander

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Sábado, 16 de marzo 2019, 11:19

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Las sardinas y el bonito a la brasa, junto a las paellas a pie de calle, son uno de los principales reclamos de los establecimientos de hostelería del Barrio Pesquero. Productos de primera calidad y buena manos para ofrecer al cliente pescados y mariscos frescos del Cantábrico. Luciano Povedano, un hombre nacido y criado allí, ligado al mundo de la hostelería desde niño, junto a su socio, Luis Manrique Ordás, ha decidido dar un paso adelante con nuevas propuestas que sumar a las ya tradicionales. Casa José, en 2016; La Gruta, el pasado año, y La Nueva Gaviota, también en 2018, han llevado, sin duda, un nuevo estilo de cocina al barrio, sin alejarse para nada de la esencia marinera que siempre ha envuelto al poblado.

La Nueva Gaviota continúa ocupando ese esquinazo que abre, según se llega al barrio, la mítica zona de restaurantes y bodegas de la calle Marqués de la Ensenada.

Luis Gabriel García es el jefe de cocina de los tres restaurantes de Povedano y Manrique. Con una gran experiencia en el mundo de la hostelería, sorprende por haber sabido darle un toque moderno, de autor, además de una sorprendente presentación, a los pescados, mariscos y carnes, habituales en esta parte de la capital cántabra.

En La Nueva Gaviota, en una de las dos salas exteriores del local, el chef propone un aperitivo de puding de merluza, colas de langostinos y crema de pescado. Un buen comienzo para un menú que continuó con lo que en la casa denominan 'mural de anchoas'. Pimiento rojo asado, anchoa de Santoña y lágrimas de queso componen un sabroso bocado. Los carabineros flambeados, con brandy, son una de las especialidades de la Nueva Gaviota que deben dejar de probarse.

Los pescados de este establecimiento destacan por su frescura y tamaño. Luciano y Luis conocen como nadie este género, imprescindible en en los restaurantes del Pesquero. En esta ocasión se sirvió un rodaballo con patata panadera, almejas y colas de langostinos, en su punto de cocción. El postre, una delicatessen del chef: Una bomba con tres sabores de queso diferentes, una base de tierra de pistacho con hilos de caramelo.

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