"La UIMP tiene que ser un escaparate de España en el mundo"
El rector, César Nombela, apuesta por fomentar la lengua española para lograrlo
EFE
Domingo, 15 de junio 2014, 21:32
La Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) tiene que ser un escaparate de lo que España puede aportar al mundo en educación, ciencia y cultura, y para ello es fundamental la lengua española, destaca en una entrevista con Efe su rector, César Nombela.
"La vocación internacional de la UIMP está precisamente en potenciar el español como lengua del conocimiento, eso es algo que nos importa mucho", comenta el rector en la víspera del comienzo de la programación académica de verano, en el Palacio de la Magdalena de Santander.
Pregunta: ¿Por qué elegir la UIMP y no otra universidad de verano?
Respuesta: La UIMP está en la vanguardia de lo que llamamos cursos avanzados de la época estival. Hemos preparado un programa en la frontera de todos los temas que nos interesan en las humanidades, la cultura, la ciencia, la tecnología y la sociedad como tal y sus problemas.
Nos podemos hacer una idea solamente con el comienzo y el final. La apertura solemne, el 1 de julio, será a cargo del investigador oncólogo Joan Massagué, y cerraremos con una conferencia de la profesora María Teresa de Echenique sobre las leguas española y vasca.
P: Como universidad internacional, ¿qué presencia hay de extranjeros?
R: Tenemos un número significativo de ponentes extranjeros y una presencia fundamentalmente de españoles como estudiantes, pero el carácter internacional significa esa apertura a ser, de alguna forma, el altavoz de todo lo que es la ciencia, la tecnología, la cultura españolas hacia el mundo.
Cerca del 20 % de nuestros estudiantes de posgrado son de fuera de España.
P: ¿Se van a potenciar estudios en inglés?
R: Tenemos algunas enseñanzas en inglés, pero la vocación internacional está precisamente en potenciar el español. De alguna forma tenemos que ser el escaparate de lo que España puede aportar en temas de educación, también en español, si bien ese bilingüismo resulta fundamental.
En el campus de las Llamas de Santander este verano duplicamos el numero de estudiantes de español con respecto al año anterior, cuando hubo 400 matriculados.
P: ¿De dónde proceden los alumnos de español?
R: De Norteamérica, pero también tenemos grupos de japoneses, de Centroeuropa y otros países. El origen de la UIMP, en los años veinte del siglo pasado, fueron cursos en la ciudad de Santander en español.
P: ¿Cuántos alumnos tendrán los cursos de verano? El año pasado fueron 5.000.
R: Nuestra oferta académica y de actividades culturales en la Magdalena se incrementa en un 25 %. Espero un crecimiento de alumnos por lo menos de ese mismo porcentaje, incluso más porque este año aportamos la modalidad de certificación de los estudios a efectos de reconocimiento de los créditos por parte de universidades y otras instituciones.
P: Este año hay un homenaje a Adolfo Suárez. ¿Hay algo previsto sobre el Rey Juan Carlos?
R: Es algo que, indudablemente, está de plena actualidad. La estabilidad institucional es la que está asegurando que ese hecho tan excepcional de la abdicación del Rey se produzca en un contexto de normalidad constitucional.
No hemos podido preparar un curso específico, pero es un tema que estará presente porque todo lo que importa a la sociedad en cada momento ha sido cubierto.
Este año esperamos a políticos de toda índole, pero también tenemos a historiadores como John Elliot y Paul Preston, que han analizado lo que representa la historia española más reciente.
P: ¿Y cómo ha estado ligada la Monarquía a la UIMP?
R: El Palacio de la Magdalena fue una donación de la ciudad de Santander a la Familia Real a principios del siglo XX; luego supuso, durante la República, la ubicación de la que se llamó Universidad Internacional de Santander, que posteriormente se denominó Menéndez Pelayo.
De alguna forma también, la UIMP ha jugado un papel fundamental en la transición española. De hecho, se encargó el rectorado a académicos importantes de la época, que también fueron paradigma de la transición.
Sería muy rico revisar lo que, desde la UIMP, se aportó en ese proceso político. Es un patrimonio que ha aportado a la sociedad y lo valoramos como algo muy importante.
P: ¿Cómo se financia la UIMP, cómo le afecta la crisis?
R: Somos una universidad perteneciente a la Administración General del Estado, pero es un organismo autónomo que ha desarrollado una cultura importante de patrocinios, con la implicación de entes públicos, privados y entidades sin ánimo de lucro.
A pesar de la austeridad del Estado en estos momentos, que es la base de nuestros cursos, la financiación también procede en gran parte de subvenciones y patrocinios. Por ello, podemos crecer este año un 25 %, lo que significa un esfuerzo presupuestario, la racionalización económica y priorizar el gasto para poder ofrecer un programa más ambicioso.
P: Este año se concede la Medalla de Honor al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso.
R: Se le entrega mañana, cuando inaugura un encuentro titulado "La Europa que deja la crisis".
Pasará a la historia como un presidente que transmitió a Europa el interés y la inquietud por recuperar su posición en la innovación y haber promovido el Instituto Europeo de Tecnología. Es lo que en la UIMP queremos reconocerle.
P: Como rector desde diciembre de 2012, ¿qué ha sido lo mejor y lo peor hasta el momento?
R: Considero un privilegio como científico y universitario poder participar de todas las temáticas universitarias. Vienen representantes de todos los sectores e ideologías, pero el tratamiento académico de los cursos es una gran aportación a la sociedad.
¿Lo peor? Me gustaría tener más recursos porque ahora debemos asumir la austeridad y pedir al personal de la UIMP un esfuerzo redoblado, al que responden con motivación y gran intensidad.
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