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El periodista José Manuel Martín Médem

"La lucha internacional contra el narco es un programa utópico"

José Manuel Martín Médem, corresponsal durante 30 años de TVE, presenta en Santander su último libro, 'El secreto de Fidel'

pilar g. ruiz

Sábado, 29 de noviembre 2014, 07:58

Llega a Santander para hablar, a partir de las 19.00 horas en La Vorágine. Hablar de lo que escribe. Y también de lo que ha vivido. Durante tres décadas, José Manuel Martín Médem trabajó para RTVE. Su profesión le llevó a México, Colombia y Cuba, donde ejerció como corresponsal para la cadena española. Treinta años de vivencias plasmadas no sólo en sus reportajes, sino también en sus últimas obras. Entre ellas, el libro "El secreto mejor guardado de Fidel" (Editorial Catarata).

Se siente más latinoamericano que español y no sólo por vínculos profesionales. Su padre trabajó en América Latina y su hermano vivió y murió en Managua, por lo que detalla que además de los intereses profesionales, tiene una "vinculación emocional" que va mucho más allá.

Desde el 82 hasta el mes de junio de este mismo año, ha viajado con regularidad a Cuba, por lo que conoce en primera persona la evolución del país. Sabe que informar desde allí implica una condición básica: "que nunca puedan demostrar que algo de lo que has contado es mentira". Si eso ocurre, el periodista pasa a ser considerado "un enemigo".

Reconoce que el desarrollo de su labor periodistíca en Cuba no fue sencilla. "Tenía vigilancia del gobierno cubano, del gobierno nacional del PP desde España y de algunos gobiernos autonómicos como el gallego o el valenciano, además de los empresarios españoles con intereses empresariales en la isla", señala. Pero tampoco fue peor que su experiencia en otras zonas. "Cada país tiene sus dificultades específicas; no se trata sólo de dictaduras, sino también de situaciones donde se asesina a un par de periodistas al año" y recuerda como especialmente complicadas las etapas en Guatemala o Ecuador.

De la Cuba de Fidel "queda todo" en la Cuba de Raúl Castro, porque "está vivo y mientras sea sí no podrán efectuarse grandes cambios". Este tándem político y familiar tiene su vida unida a la de la propia historia del país de manera indisoluble. El del líder cubano, que se vio obligado a retirarse por enfermedad, es "un poder simbólico". No se trata de que intervenga poniendo vetos, sino que "ha tenido 60 años para que todo el mundo sepa lo que piensa y se mantengan sus políticas" explica el periodista. Su hermano Raúl es "mucho más pragmático" en palabras de Martín Médem y "mantiene la insistencia de iniciar un diálogo con Estados Unidos". Medidas que "no se habrían aplicado si Fidel siguiera en el poder" indica.

Golpe de autoridad

Estados Unidos, precisamente, estuvo tras lo que se llama, en la jerga caribeña, la tiñosa de Fidel Castro y que se refiere a esa complicación que uno no sabe cómo quitarse de encima. El 13 de julio se cumplió el veinticinco aniversario de los fusilamientos de Antonio de la Guardia y Arnaldo Ochoa. Les acusaron de narcotráfico y traición a la patria. 15 operaciones para introducir en Estados Unidos seis toneladas de cocaína procedentes del cártel de Medellín, según explica la versión oficial del gobierno cubano. Un delito cuyo castigo consistía en un máximo de 20 años de prisión o la pena de muerte en caso de que esa traición supusiera represalias para Cuba. No hubo represalias pero sí pena de muerte.

RTVE: La antítesis al modelo

  • Su modelo es todo lo contrario a lo que necesita un servicio público esencial. Así se refiere Martín Médem a la que fuera su casa, RTVE. Que la información no estuviera controlada por el gobierno, que la financiación fuera fundamentalmente pública y estable y que estuviera bien gestionada con una administración austera, eficaz y basada en una programación de calidad, son algunos de los puntos de obligado cumplimiento para poder recuperar la cadena. González, Aznar, Zapatero y Rajoy han contribuido, según dice, a jibarizar el servicio público, reduciendo el tamaño, la competitividad y la veracidad de la Radio Televisión Pública Española. Hace falta un gobierno que entienda que la información es tan importante como la sanidad, la educación o la seguridad, añade.

  • 10 céntimos de euro es lo que cuesta a cada ciudadano su mantenimiento. Un precio barato -el más bajo de las televisiones públicas europeas- pero que no tiene calidad, ni neutralidad informativa. ¿Cuál es el resultado? Que la gente no se identifica y así es imposible sobrevivir sentencia.

Estos fusilamientos representaron "la única opción que podía adoptar Castro para conseguir blanquear su responsabilidad" dice José Manuel. Se trató de "un montaje jurídico para justificar una decisión ya tomada". Las razones en profundidad sólo las conoce el propio Fidel, quien horas antes de la ejecución mantuvo una larga conversación con el principal acusado. El dilema al que se enfrentaba no tenía una solución equidistante. Si no daba la orden se jugaba su autoridad interna, pero si asumía sus conocimiento de los hechos, era la autoridad internacional la que se tambalearía, permitiendo a Estados Unidos una intervención en Cuba, como ya hiciera previamente en Panamá. "Era un golpe de autoridad para mantener su credibilidad", afirma Martín Médem.

Más aún, se apunta a que con este "castigo ejemplar" Fidel eliminó la posible competencia sobre su posición en el poder que representaba el general Ochoa, quien ya se había manifestado contrario a algunas de sus políticas y gozaba de prestigio entre los militares y la población. Muerto Ochoa, Fidel no tenía más rival que él mismo.

Narcopolítica

La presencia del narcotráfico es una constantes en la historia de América Latina. También la influencia de Estados Unidos "que utilizó y utiliza el narco como una palanca de su intervención internacional", indica José Manuel. Lo hizo con la heroína en Vietnam, a partir de un modelo heredado de Francia que posteriormente trasladó a Latinoamerica, abriendo la veda para que este sistema de delincuencia organizada se hiciera un hueco, y que en la actualidad podría reflejarse en su actuación en Afganistán, donde "se utiliza el opio para financiar a sus aliados en ese conflicto".

Estados Unidos lucha contra el narcotráfico "en función de su interés estratégico", afirma. "La guerra contra la droga es un mecanismo selectivo para perseguir a los no aliados". Y no es algo casual, según el corresponsal: "Lo han hecho todos los presidentes".

¿Hay posibilidad de luchar contra este poder? De acuerdo al planteamiento que hace Martín Médem sería necesaria una política de persecución del blanqueo, la eliminación de paraísos fiscales, la vigilancia sobre los bancos y el control del tráfico de armas. "Todo ello hecho de forma simultanea a nivel internacional y con la coordinación de un organismo como Naciones Unidas". Por eso, el balance de esta idea es claro: "es un programa utópico".

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