Revilla dice que los políticos están como "ciervos en berrea" a causa de la campaña

El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, está convencido de que todos los partidos políticos saben que habrá elecciones en junio y cree que no lo reconocen abiertamente porque las campañas electorales "ponen a la clase política como los ciervos en la época de la berrea, en tensión, en celo, y ahora en la mente de todos está que hay elecciones". "Pero hay que dar un discurso distinto: decir vamos a intentarlo", admite.

En una entrevista en el programa Espejo público ha insistido en que habrá elecciones y que "nadie, ni el Rey, ni ninguno de los que van a ir allí tienen ninguna ilusión de que esto pueda tener arreglo". Pero "hay que tensionar al personal para que no se quede en casa", ha recalcado.

A su juicio, "muchos" ciudadanos "se van a quedar en casa cabreados" y no van a ir a votar. De ahí que ningún partido quiera "quedarse el marrón de que es culpable" de los nuevos comicios. El jefe del Ejecutivo cántabro ha afirmado que desde hace dos meses los partidos están opinando en clave electoral del 26 de junio y todos tratan de que no les imputen la convocatoria porque "al que le pongan el marrón y la etiqueta" de que "nos ha vuelto a obligar a votar", ese "se cae con todo el equipo", ha dicho.

En este sentido, el regionalista ha sostenido que el candidato que los españoles vean como "el que mejor o más ha intentado arreglar esto" tendrá "una prima" en las elecciones, mientras "el que se lleve el marrón de haberlo impedido" recibirá "un castigo".

El presidente también ha hablado del caso de Mario Conde, fue "un precursor de las financiaciones ilegales de los partidos y de algún político en concreto", de hecho le ha calificado como "el primer untador de político", y se ha mostrado sorprendido de cómo que "alguien que debe 10 millones de euros" disfruta "de dos de las fincas más lujosas de España". Para Revilla, el exbanquero "vive como un 'marajá' dando lecciones de moralidad al resto de los españoles" y ha considerado que habría que "perseguir a este tipo de personas y dar un escarmiento para que al menos, los que llevamos una vida decente, nos veamos reconfortados en que aquellos que meten la mano, la pagan".