El acusado de violar a sus hijas reconoce los hechos y pide perdón
Admite que abusaba de ellas desde que hicieron la Primera Comunión y logra un atenuante de confesión, con el que la Fiscalía rebaja su petición de condena a 16 años de cárcel
efe
Jueves, 2 de junio 2016, 12:46
El acusado de abusar durante años de sus dos hijas pequeñas ha reconocido este jueves que forzaba a las niñas a mantener relaciones sexuales desde que hacían la primera comunión. Se ha mostrado arrepentido y ha pedido perdón.
"Lo único que quiero decir es que me arrepiento y pedir perdón", ha afirmado el acusado cuando el juez le ha dado la última palabra en el juicio celebrado esta mañana en la Audiencia de Cantabria.
Este hombre, padre de cuatro hijos y en prisión provisional desde que fue detenido en 2015, ha reconocido durante el juicio que abusó entre los años 2005 y 2010 de la niña mayor, desde que cumplió los 9 años hasta los 14.
Cuando la niña tomó conciencia de lo que estaba ocurriendo y le pidió que parara, en el año 2011, empezó a abusar de la pequeña, una vez que ya había hecho la Primera Comunión.
El acusado, que cobra una pensión por una incapacidad física, abusó de sus hijas casi a diario en el domicilio familiar de Santander, aprovechando las ausencias de su mujer para ir a trabajar.
Al inicio del juicio, cuando el magistrado le ha preguntado si se declaraba culpable o inocente, ha respondido tras mirar a su abogada: "asumo todos los cargos".
Después, cuando ha sido interrogado por el Fiscal, ha confesado que "algún día" no abusaba de sus hijas y ha afirmado que no sabe explicar por qué lo hizo.
Como ha reconocido los hechos, la Fiscalía le ha aplicado la atenuante de confesión y ha solicitado una pena de 16 años de cárcel, tres y seis meses menos que en la calificación provisional, para posibilitar la conformidad de la defensa y evitar así que su exmujer y las dos hijas, que ahora tienen 20 y 15 años, tuvieran que declarar como testigos delante de su padre y revivir lo ocurrido.
Estrés postraumático crónico
Han sido las forenses que examinaron a las niñas tras la denuncia que derivó en la detención de su padre, en 2015, las que han explicado que las dos sufren un cuadro de estrés postraumático crónico.
La mayor sufre una afección "muy importante a nivel emocional", ansiedad extrema, problemas de sueño, recuerda lo sucedido sin querer y siempre está alerta.
El daño psicológico que sufre la mayor es "mucho mayor" que el de su hermana porque sufrió abusos desde pequeña hasta la adolescencia, cuando ya tenía conocimiento del significado de la sexualidad y tomó conciencia de la realidad de lo que estaba sucediendo.
Fue entonces cuando pidió a su padre que parara y empezaron los abusos a la hija pequeña, que, según las forenses, muestra "aplanamiento afectivo", porque no expresa tristeza, pero tampoco alegría.
Sobre el padre, las peritos han dicho que no tiene ninguna enfermedad mental, pero sí un "escaso juicio crítico, prácticamente nulo", porque entiende que lo que hizo está mal, pero después da explicaciones "vagas".
Según las forenses, cuando le examinaron, el padre afirmó que abusaba de sus hijas porque no se podía aguantar.
La defensa del acusado, que se ha mostrado de acuerdo con las penas pedidas finalmente por la Fiscalía, ha asegurado que desde el inicio del sumario, el padre ha querido asumir toda su responsabilidad y ser castigado.
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