Un vecino de Comillas llamado Resines

«Viva Comillas, viva Cantabria y viva España», se limitó prácticamente a decir al terminar, casi olvidándose de dar el vistoso chupinazo, que tiñó de confeti azul y blanco toda la plaza. Lo lanzó desde el escenario, flanqueado por los gigantes de las fiestas vestidos de traje típico, junto a los concejales de la Corporación, con la alcaldesa, Teresa Noceda, a la cabeza, y el edil de Turismo, Pedro Velarde, que abrió el acto para desear a todos los comillanos unas felices fiestas y agradecer a los que colaboran en ellas. También estuvieron sobre el escenario representantes del grupo de picayos, los portadores del Cristo, la Asociación de Mujeres La Gaviota y la Asociación de Jubilados Santa Lucía, el Coro Brumas Norteñas, Protección Civil, la Asociación El Marte y la cofradía de pescadores. Un poco de todo.

La regidora, por su parte, se unió a las palabras de Velarde para agradecer a todas las personas que «trabajan con cariño y dedicación y no para buscar un reconocimiento sino por amor a las fiestas del Cristo», dijo.

Dicho esto, llamó a dos personas para entregarles una placa en reconocmiento a su trabajo en pro de las tradiciones. Por un lado, Luis Expósito, quien «en las fiestas del Cristo del Amparo dirige el coro parroquial de Brumas Norteñas, que nos produce a los comillanos esos sentimientos tan profundos». Y, por otro, a Paco Sánchez, quien era el portador del Cristo del Amparo desde que se empezó a hacer la procesión marítima, «siempre enfundado en su traje de mahón».

En el público se mezclaban vecinos con numerosos visitantes, algunos de los cuales habían venido expresamente a las fiestas. Ese era el caso de Diego de las Heras y sus amigos, de San Martín de la Vega (Madrid), que se declaraban «fans de Resines» tras haber escrito sobre cartones las letras que conforman el apellido del actor para mostrarlas durante su intervención, sobre un balcón, al fondo de la plaza.

Mucho más cerca se colocó May Cuesta, «una comillana de toda la vida», que, a las siete y media de la tarde, ya se había aposentado en uno de los bancos junto al escenario con la intención de «verlo perfectamente». Y preparada para los próximos días solo esperando «que no llueva».

A otro vecino, Luis Rayón, ya le había dado tiempo a meterse en ambiente. «Hay muchísima gente desde el viernes y lo estamos disfrutando», expresaba desde una de las mesas de los restaurantes del corro. Sobre el pregonero, su opinión era que «ya estaba tardando en inaugurar un año las fiestas de Comillas».

Resines es ya casi un experto en este tipo de convocatorias ya que en los últimos años ha inaugurado las fiestas de su ciudad natal (Torrelavega, 2022), pero también las de San Isidro en Madrid en el mismo año. A todo esto no hay título de fiesta que se le resista ya que hace unos meses (octubre de 2024) recogió el galardón de Alubiero Mayor en Casar de Periedo y, previamente, en el año 2003 ya le nombraron Orujero Mayor en Liébana. Le faltaba su pueblo de adopción y en el que prácticamente vive si no está trabajando: Comillas. Así que estaba entre vecinos. Uno más el gran Resines.

Era la primera vez que el chupinazo se lanzaba en el Corro Campíos, pues habitualmente se hacía desde el balcón del Ayuntamiento, hacia la Plaza del Ángel, con unas dimensiones mucho más limitadas.

Además, el acto se retomaba después de haberse dejado de hacer desde que en 2018 hubo un accidente con un cohete que causó heridas a ocho personas, en la otra ubicación.

Minutos después del pregón, los miles de asistentes se habían dispersado por la villa inundando cada rincón de diversión. La noche –como varias en estos días– fue larga.

Porque las fiestas del Santo Cristo del Amparo 2025 arrancaron ya el pasado viernes con conciertos y música para animar el ambiente de cara al fin de semana. Tras el pregón la programación se extenderá hasta el domingo próximo, siendo la fecha más destacada la de este martes, con actividades para todas las edades, combinando propuestas culturales, deportivas y festivas en diferentes rincones.

A lo largo de la semana, los actos religiosos centrarán la atención, con especial relevancia para la procesión nocturna con velas que tendrá lugar este lunes a las 22.30 horas. Se portará al santo desde la parroquia al muelle acompañado de los picayos y pandereteras de Comillas.

El martes será el día grande con la procesión marítima y los fuegos artificiales. La jornada comenzará con un pasacalles festivo a las 12.00 horas, que servirá de aperitivo para los actos de la tarde. Así, a las 19.00 horas, los marineros llevarán al Santo Cristo del Amparo a alta mar, donde será bendecido. A la vuelta, sobre las 20.00 horas, se devolverá la talla a la parroquia acompañada del grupo de picayos y pandereteras, tras lo que se celebrará una misa.

Otro de los actos destacados de ese día será el espectáculo de fuegos artificiales que tradicionalmente se lleva a cabo desde el parque de la Estatua y la playa de Comillas. Si el tiempo acompaña, a partir de las 23.30 horas.