Fiesta, calor y 'perreo'
El Reggaeton Beach Festival acampa en la Virgen del Mar
Pablo Gutiérrez e Isidro García vienen desde Madrid. Se 'trazaron' todo el camino desde la capital exclusivamente para disfrutar del 'show' de Chencho Corleone y ... Raul Clyde. «La verdad que muy guapo, el 'show' que hacen aquí es brutal. Yo prefiero vivir estas cosas en directo», contaba Pablo después de ver a Clyde. Para los madrileños, la experiencia del 'paraíso del perreo' en Santander es «imperdible» por su clima. «Se lo recomendamos a todo el mundo. Encima hace una temperatura increíble. Para ir a Benidorm y morirte de calor, mejor venir aquí». Eso contaban en las primeras horas del Reggaeton Beach Festival (RBF). Pegadito al Cantábrico. En la Virgen del Mar.
Valladolid, Bilbao, León o Segovia... Llegaron 'disfrutones' del género urbano de todas partes. Para algunos, no era el primer RBF en la ciudad. Mamadou Dieng, de Valladolid, y Álvaro Orejas, de Segovia, asistían por segunda vez. La motivación principal de ambos, «morir viviendo el 'dembow'» de El Alfa. Disfrute, esa la palabra con la que varias personas coinciden como la ideal para describir el festival. «Disfrutar, diversión, pasarlo bien y olvidarnos de todo», contaban Diamela Álvarez y Daniela Castaño entre el público.
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A falta aún de horas para que saltaran al escenario los grandes nombres del cartel, como Chencho Corleone y El Alfa, el ambiente ya tenía vida propia. Sin prisas. El ritmo lo marcaba el calor y el reguetón, la banda sonora. «Muy bien, estamos 'guay' y muy 'chill'», detallaban Irina Suárez y Sandra Mateos sobre la comodidad de la zona VIP y la atmósfera en ese espacio.
Los cambios del festival también dieron que hablar. Este año, el espacio Front, es decir, la zona más cercana al escenario, agrupa a los que tienen el abono Front y a los del VIP. El año pasado cada entrada tenía su propia delimitación. «Pagar más para al final estar todos metidos en el mismo sitio, como sardinas en lata, no me parece», exponía Ángel Nieto. Nunca llueve a gusto de todos. Además, dividieron los accesos, pero –a Ángel tampoco le gustaba– «no tiene sentido, porque entras a la VIP, pero cuando quieres irte al frente del escenario, te juntas con todos, así que hay menos espacio».
El 'Super Stage' (el escenario), con una estructura más grande, cañones de fuego, agua y efectos luminosos que le dan color a la noche, pretende sumergir a la gente en una experiencia que «te deja sin tímpanos, pero eso es lo mejor», tal y como decía Saray Rios. Pero el RBF no depende sólo de que salga el primer artista para que se note que los asistentes lo están disfrutando. Las colas para maquillarse, los lanzamientos desde el tobogán de agua y los atracones en las 'foodtrucks' ya empezaron desde primera hora (las puertas se abrieron a las cuatro de la tarde). El hinchable acuático estuvo solicitado. Incluso, en medio de uno de los primeros 'shows' hubo personas subiendo y lanzándose de cabeza.
Cuando se les pregunta a los asistentes por la figura más esperada, las respuestas salen disparadas. El Alfa era el más esperado. Estaba prevista su presencia en torno a las 00.00. Lo decía Diamela Álvarez, que vino para ver a todos, pero que la «mueve» el dominicano. Que si me gusta este, que si el cartel es bueno, que si podía ser mejor o que si podía durar más. Es lo que tiene preguntar en un festival. Opiniones para todos los gustos entre las miles de personas que el sábado se acercaron a la Virgen del Mar.
Entre uno y otro
Raul Clyde, Juhn El All Star, Noriel, Blessd... Fueron los cuatro primeros en salir. Entre uno y otro, las zonas de recreo no se quedaron atrás. «Acaba un artista y te vas a pedirte un perrito en un momento. Ves a todo el mundo yendo a comer o al baño», contaba a la carrera Saray Ríos.
Y todo, con un calor notable. Buen tiempo. Lo que influyó en los 'outfits' de los disfrutones. Predominaron prendas ligeras y transpirables, como si de un día de playa se tratara. Combinadas con complementos como sombreros y pañuelos. No solo para protegerse del sol, sino porque, como destacaba Saray, así es «el 'flow' de un festival como este». De hecho, la necesidad de refrescarse también llevó a que los recreativos de agua tomaran protagonismo. «Es imprescindible el bañador, pero veo que hay gente que solo va a sudar y no sale del 'rebaño' en ningún momento. Yo necesito darme algún chapuzón», contaba Carmen Silva.
Y así llegó el turno de Chencho Corleone, otra de las estrellas del cartel de este año. Eso se notó en el ambiente. Fue ganando temperatura. Cantó algunos de sus temas más míticos y eso siempre ayuda. Y así, hasta el cierre. El último artista previsto –al cierre de esta edición aún no había subido al escenario– era El Alfa, el maestro del 'dembow'.
Bueno, el último a medias. Porque este domingo sigue la fiesta en la Virgen del Mar. Segunda jornada del RBF. Más fiesta, calor y perreo antes de irse.
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