Cantabria vuelve a rebelarse y recurrirá las reválidas de Secundaria y Bachillerato
La Consejería reclama al Ministerio la convocatoria "urgente" de una conferencia sectorial porque "un Gobierno en funciones no puede aprobar solo una norma de tal calado"
Víctor Puente
Miércoles, 3 de agosto 2016, 07:14
A Cantabria, o mejor dicho, a la coalición PRC-PSOE que gobierna Peña Herbosa, no le gusta la Lomce, y aprovecha cualquier oportunidad para dejarlo bien claro. En esta ocasión, el grito en el cielo de la Consejería de Educación, que dirige el socialista Ramón Ruiz, responde a la decisión del Ministerio de aprobar la normativa que define y delimita las reválidas que empezarán a realizar a partir del curso que viene los alumnos de cuarto de ESO y de segundo de Bachillerato. La primera no tendrá, de momento, efectos académicos, pero la segunda viene a sustituir a la Selectividad, por lo que será requisito indispensable para estudiar en la universidad. "La publicación de un Real Decreto tan importante no debiera hacerla un Gobierno en funciones. Aunque tenga atribuciones para hacerlo, no es de recibo que una norma de tal calado se haga sin el respaldo, el aval y el consenso del Parlamento, y sin apenas haber consultado a las comunidades autónomas". El comunicado emitido este martes por la Consejería transmitía el mismo enérgico rechazo que mostró en su día Ramón Ruiz con la reválida de sexto de Primaria, que empezó a aplicarse el pasado curso en todo el país, aunque con matices en el caso cántabro. Al igual que ocurriera en aquella ocasión, Cantabria se ha sumado al rechazo de las comunidades autónomas en las que no gobierna el PP para que no se apliquen estas nuevas evaluaciones externas que determinan si los estudiantes obtienen su título y pueden pasar al siguiente ciclo.
Asturias, Andalucía, Aragón, Baleares, Canarias y Castilla-La Mancha han manifestado su oposición al real decreto, y han pedido al ministro de Educación en funciones, Íñigo Méndez de Vigo, la convocatoria urgente de la conferencia sectorial de Educación. Cantabria también se lo ha pedido, pero va más allá en sus pretensiones y, al igual que Cataluña, ha anunciado que va a recurrir el decreto, como ya hiciera con la reválida de sexto de Primaria. El Gobierno cántabro no entiende la actitud del Ministerio de Educación en funciones porque, por un lado, "promete negociar aspectos de la Lomce para la investidura de su presidente", y al mismo tiempo, "se atreve a publicar un decreto con medidas dañinas para el alumnado y sus familias".
Desde la Consejería de Educación del Gobierno de Cantabria se preguntan por el futuro de los alumnos que se quedarán sin titulación, tanto de ESO como de Bachillerato si no pasan la correspondiente reválida, "aunque tengan todas las asignaturas aprobadas".
"Un paso atrás"
Pero los alumnos no serán los únicos perjudicados por las nuevas evaluaciones externas, a juicio del consejero Ramón Ruiz. "La norma publicada supone una clara merma en la confianza de la Administración central hacia el profesorado". Ruiz entiende que estas pruebas "rompen" con el proceso de evaluación continua que todo profesor realiza "a diario" a lo largo de todo el proceso educativo del alumno.
Retirar a los docentes la potestad para otorgar los títulos de ESO y Bachillerato "es dar un paso atrás y volver a la España en blanco y negro", ya que la realización de estas pruebas quedó desechada en la Ley General de Educación de 1970, también conocida como la Ley Villar Palasí.
Ambos exámenes constarán de pruebas específicas para las asignaturas troncales, dos materias opcionales y una específica. La reválida de cuarto de ESO contará un 30% en la calificación final del estudiante y será obligatorio aprobarla para pasar de ciclo. En el caso de la evaluación que se realiza al final de Bachillerato, tendrá un formato similar a la Selectividad y supondrá un 40% en la calificación final del alumno. Una de las cuestiones más polémicas en ambos casos es qué sucede con los alumnos que no las aprueban porque no pueden repetir curso ni pasar de ciclo.