Borrar
Los viajeros con destino Edimburgo que tuvieron nueve horas de retraso se dirigen al embarque
Ocho horas tirados en el aeropuerto

Ocho horas tirados en el aeropuerto

El avión a Edimburgo sufrió un problema técnico y los pasajeros viajaron en el que venía de Barcelona

Mariana Cores

Lunes, 6 de febrero 2017, 09:06

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Ocho horas de espera. Eso tuvieron que soportar los viajeros de Ryanair en el aeropuerto hasta que su vuelo salió con destino Edimburgo. Estaba programado para las 12.10 y ya andaban con el cinturón abrochado en el aparato cuando les avisaron de un fallo técnico en una de las puertas.

Justo cuando volvieron a decirles por megafonía (solo en castellano) que ya podían pasar el control de la Policía a las 18.40 horas un avión con los técnicos de la compañía irlandesa estaba sobrevolando los Pirineos con destino Santander. Finalmente, los pasajeros pusieron rumbo a Escocia a las ocho de la tarde. Eso sí, en el avión que llegó poco antes de Barcelona. Así que lo de esperar en el aeropuerto más de la cuenta les tocó esta vez a los que tenían que viajar a la Ciudad Condal.

Ese fue el relato de Laura Greene. Llegó al Seve Ballesteros a las diez y media de la mañana, con su billete sacado por internet al precio de 26 euros. Barato. «¡Pero me he gastado más en la espera! Lo voy a denunciar», indicó con cara de cansada. Explicó que a todos los pasajeros les dieron «dos vales de cinco euros para comer». «Teniendo en cuenta que el bocadillo te cuesta ocho y el menú del día diez, más los cafés a dos euros, los botellines de agua y alguna botella de vino para poder hacer la espera más dulce, no he hecho muy buen negocio».

A Stuart Collinson y a su hija, de trece años, lo que más indignados les tenía era «la falta de información». «Y que expresaba, para colmo, por megafonía no traducen nada al inglés, con lo cual me he pasado el día con miedo a perderme algún detalle importante».

Así, a este padre e hija nadie les contó que tenían que esperar hasta que el avión fuera revisado y reparado por los técnicos de la compañía. El problema es que los profesionales que debían hacerlo tuvieron que hacer una parada previa en Italia para solucionar otra incidencia.

Mientras los cansados viajeros recibían con aplausos y cara de alivio el aviso de embarque, los operarios de Ryanair aún estaban volando por encima de los Pirineos. Aterrizaron casi al mismo tiempo que los pasajeros con destino Edimburgo por fin subían la escalera del aparato que hacía pocos minutos había desembarcado a las personas procedentes de Barcelona. Cambio de cromos. A los que debían volar hacia la Ciudad Condal, no les quedó más remedio que esperar dentro del avión, eso sí más de lo esperado por otro problema en el tren de aterrizaje. Despegó a las 22.20 horas.

A Ingrid Urochnert lo que más le preocupaba era no saber si encontraría transporte para llegar a su casa a esas horas. «Yo vivo en la zona de Perthshire y no me gustaría tener que pasar la noche fuera de mi casa. Estoy muy cansada, aunque esta espera me ha servido para terminar de leerme mi libro», comentó con humor. «Lo bueno es que he hecho amigas, como Laura Greene». «Volveré, pero en ferry».

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios