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Vacas de una explotación que en 2013 fueron sacrificadas por un brote de brucelosis.
Cantabria pide que el vacío sanitario en caso de brucelosis no sea la única opción

Cantabria pide que el vacío sanitario en caso de brucelosis no sea la única opción

El consejero de Medio Rural, Jesús Oria, se entrevista este lunes con la ministra para intentar que se flexibilice la norma que obliga a sacrificar a todos los animales de una explotación, aunque estén sanos, si hay uno que tiene la bacteria

S. EChevarría/ E. Munárriz

Lunes, 20 de febrero 2017, 07:05

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En los últimos quince meses un total de 12 explotaciones ganaderas de Cantabria han sufrido un vacío sanitario a causa de la brucelosis bovina. Cada ganadero, de media, ha perdido casi un centenar de vacas en estas actuaciones (los hay que hasta 200). Las últimas campañas de saneamiento ganadero para la erradicación de la brucelosis y la tuberculosis han detectado un repunte de la bacteria brucella, sobre todo en cabañas de la Mancomunidad de Campoo-Cabuérniga y en una explotación de Valdeolea. Y por el momento, no hay otra. "Las medidas establecidas en el programa nacional de erradicación -según explica la directora general de Ganadería, Beatriz Fernández- exigen el vacío de una cuadra si se detecta esa bacteria". Para los ganaderos ésta es una decisión muy dolorosa y terriblemente traumática. "Te matan 145 vacas, como es mi caso, por una que dio positivo", cuenta Valentín, uno de los ganaderos afectados por los vacíos sanitarios que la Consejería de Medio Rural, Pesca y Alimentación ha realizado.

Análisis, más pruebas, vacío, sacrificio, desinfección y volver a empezar

  • En las distintas campañas sanitarias que se han llevado a cabo en las explotaciones cántabras a las vacas se les extrae sangre o en el caso de las lecheras se analiza la leche y con esto ya se realiza un análisis preliminar de tipo inmunológico. Si tras ese análisis el animal da positivo, se le sacrifica inmediatamente y se realizan pruebas de laboratorio más específicas para aislar e identificar la bacteria. Y si finalmente se confirma la existencia de la bacteria brucella se procede al vaciado sanitario de toda la explotación, tal y como ordena la actual normativa. Es decir, se mata a todos los animales que han convivido con la vaca enferma, aunque estén sanos. Los animales se llevan al matadero por tandas y su carne es posteriormente, analizada y, si está bien, vendida al público.

  • El ganadero recibe una subvención de 350 euros por vaca sacrificada y después otra cantidad por la carne que se ha vendido. Por una vaca de peso medio el ganadero pueden cobrar hasta 300 euros por la carne. Los peor de todo es la cantidad de tiempo que la Administración tarda en pagar esto. Los seguros privados que muchos ganaderos, no todos, tienen contratados, también les dan una cantidad por animal sacrificado. Pero ni todo el dinero del mundo puede consolar un ganadero que ha perdido a sus animales.

  • Cuando la cuadra se ha quedado vacía, hay que desinfectar la instalación para poder matar la bacteria y esperar tres meses. Después de ese tiempo, el ganadero puede volver a empezar, si es que le quedan fuerzas y ganas para hacerlo.

Pero existe una pequeña esperanza para los ganaderos cántabros y es que el Ministerio de Agricultura entre en razón. El consejero de Medio Rural, Jesús Oria, acude este lunes a Madrid, para plantearle a la ministra Isabel García Tejerina, que se flexibilice la norma "en la medida de lo posible", matiza Beatriz Fernández. "Es decir, que la primera opción no sea matar a toda la cabaña cuando solo una de las vacas tiene brucelosis. Que se estudien primero otras opciones como son las de inmovilizar, aislar y controlar a esos animales. Tenemos que conseguir erradicar la brucelosis, pero sin asfixiar a los ganaderos", explica Beatriz Fernández, que admite que en los últimos meses existe "una gran preocupación en el sector".

Según los datos facilitados por la Dirección General de Ganadería, cuando acabe esta última campaña se habrán analizado 153 explotaciones, 16 han dado positivo por brucelosis y por ahora 12 "han sido objeto de vacío sanitario", 11 en la Mancomunidad de Campoo-Cabuérniga y una Valdeolea. "Esta perfectamente delimitado e intentamos que así siga", dice Fernández.

Prevalencia 0

La brucelosis estaba casi erradicada en la región hace siete años. Los índices de esa enfermedad eran tan bajos que se llegó a creer que se había conseguido la prevalencia 0, algo que ya han conseguido Galicia, País Vasco, Asturias, Cataluña... prácticamente todas las comunidades excepto Castilla León, Extremadura y Cantabria. Los ganaderos están ya "hartos de la situación". Se quejan de que se maten a sus vacas, de que "no haya nadie pueda parar esta enfermedad", de que "no se está investigando lo suficiente para poder erradicarla", de que "los planes para controlar la fauna salvaje no están funcionando"... y sobre todo de que la Consejería ahora mismo no admite otra opción que no sea el vacío de las explotaciones, "como ocurría hace cuarenta años".

"Nosotros tenemos un problema y la única solución que nos da el Gobierno es matar a nuestros animales. Yo creo que ellos y todo el mundo sabe que matar a las vacas es una solución a medias. El problema sigue ahí. La enfermedad sigue saliendo, como cuando yo era joven y llevo con vacas casi 40 años", explica un ganadero campurriano, que no quiere dar su nombre.

En el mismo sentido se expresa Valentín. No entiende como "se siguen haciendo las mismas barbaridades que hace años y los que dirigen esto no se están dando cuenta de que eso no está dando resultado. Lo único que se está consiguiendo con los vacíos sanitarios así es arruinar a los ganaderos que les toca la enfermedad, pero no se consigue parar". Este ganadero propone "que se pongan más medios para estudiar la enfermedad" y que haya "un control más estricto de la fauna salvaje y sus reservorios".

La directora general de Ganadería no está de acuerdo con lo de que "estamos hace igual que 40 años". "El año pasado había un nivel de prevalencia del 0,08%, lo que es algo mínimo. Y precisamente por eso, porque estamos casi a punto de erradicar esta enfermedad, hay que tomar medidas más drásticas aún: cuando aislas la brucella en un solo animal hay que sacrificar todo el rebaño", recalca. Y es que la brucelosis es muy contagiosa y además resistente al medio ambiente. Aguanta frío y calor. Humedad y tiempo seco, por eso los pastos comunales son un punto crítico que la dirección general de Ganadería tiene muy presente.

La directora general insiste en que su departamento "está realizando un seguimiento de todas las explotaciones que han estado en contacto con la enfermedad, como marca el programa nacional de erradicación, según el cual hay que actuar con la máxima diligencia para ver hasta dónde se ha extendido el brote". Ya se ha implantado las restricciones de movimientos, excepto a los que vayan a cebadero y a las menores de 12 meses, y el cierre de los pastos comunales hasta que la situación epidemiológica de las explotaciones registradas indique que ya no se dan las circunstancias que provocaron estas medidas. Se espera que en breve esta situación, si todo va bien, esté resuelta y los animales "puedan volver a subir a los pastos".

Además, Fernández pide colaboración a todos los ganaderos y les insta a que "si se ven animales que están abortando, que es el síntoma más claro de la brucelosis, o si detectan otra sintomatología, que nos avisen para hacer pruebas. Porque si logramos flexibilizar la norma y estamos a tiempo igual no hay que sacrificar a toda la cabaña", desea la directora general.

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