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"Confío en que Buruaga genere un proyecto ilusionante y de unidad"

"Confío en que Buruaga genere un proyecto ilusionante y de unidad"

Íñigo de la Serna no cree que "el reparto de sillones favorezca la integración. Le he dicho a Diego que el PP necesita un cambio"

Enrique Munárriz

Domingo, 26 de febrero 2017, 08:14

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En medio de la crisis de los estibadores, con el teléfono echando humo, Íñigo de la Serna, no pierde ficha de lo que ocurre en el PP cántabro. El ministro de Fomento y exalcalde de Santander pide un cambio en el partido, como ya le dijo a Ignacio Diego cuando le preguntó, y cree que María José Sáenz de Buruaga conoce a la «perfección cada rincón» de la formación para asumir el liderazgo. Aunque desde el entorno de Ignacio Diego le sitúan como candidato a la Presidencia de 2019 en Cantabria y hablan abiertamente de que tiene un pacto con Miguel Ángel Revilla, él niega la mayor y se descarta para asumir ningún cargo en la dirección del PP cántabro en el congreso de marzo ni para ser candidato dentro de dos años.

El PP se encuentra inmerso en una crisis sin precedentes desde que perdió gran parte de su poder tras el batacazo electoral de 2015. Si no hay un acuerdo de última hora, algo que parece improbable, el actual presidente, Ignacio Diego, y su número dos, María José Sáenz de Buruaga, se enfrentarán en las primarias por el liderazgo de una formación que, en gran medida, ha perdido la conexión con la calle. ¿Es necesario un cambio en el PP?

Creo que el nuevo Partido Popular tiene que recuperar la confianza de los cántabros. Debe restablecer la responsabilidad perdida con las organizaciones sociales de la región. Los que hemos tenido responsabilidades públicas hemos ido constatando una pérdida de interlocución con ONGs, colectivos sociales, colegios profesionales, asociaciones empresariales, que quieren que se les escuche y que en buena parte buscan un PP que les vuelva a generar ilusión. En gran medida, sus necesidades han encontrado siempre la mejor respuesta en nuestro proyecto político.

Pero no sólo ha sido la desconexión con la sociedad civil. Hace un año y medio ganaron las elecciones autonómicas y municipales, pero no fueron capaces de pactar con nadie para mantener el Gobierno y las alcaldías. ¿Se equivocaron en la estrategia? ¿Hay que dejar de mirar la pasado?

Hay que tender puentes y abrir cauces de diálogo con otras formaciones políticas. Hemos de saber leer con humildad la situación política que vivimos, la gente espera que los políticos lleguemos a acuerdos, pero el diálogo no es una opción, es una obligación. Nuestros principios y valores deben ser irrenunciables, nuestro proyecto político debe ser defendido con argumentos. Pero esto por sí solo no es suficiente. Somos un partido de gobierno y si queremos tener opciones de gobierno (sin renunciar a las mayorías absolutas, pero aportando justas porciones de pragmatismo), hemos de recuperar el diálogo roto con otras formaciones y reconducir las relaciones porque por encima de filias y fobias personales está el interés y el bien de nuestro partido.

¿Cree que es necesaria una renovación y que Diego dé un paso a un lado?

Cuando el presidente regional (Ignacio Diego) me preguntó por mi posición de cara al congreso regional le dije dos cosas. La primera es algo que ya le había dicho en incontables ocasiones, que no iba a ser candidato. Y segunda, que la gente en la calle estaba perdiendo la ilusión y que el partido tenía que renovarse para recuperarla.

¿Y ese cambio pasa por el liderazgo de Sáenz de Buruaga?

María José conoce a la perfección nuestro partido, cada rincón y me consta el gran cariño que le tienen los afiliados. Ha demostrado como vicepresidenta y consejera de Sanidad y Servicios Sociales una gran capacidad de gestión, que ha sido reconocida públicamente. María José cae bien en la calle, cae bien a los colectivos sociales, es una persona dialogante y tolerante. Ha demostrado una lealtad al partido y al presidente fuera de toda duda en circunstancias muy difíciles. Aunque seguro que en alguna de ellas no compartiera ninguna decisión, siempre, y digo siempre, ha estado respaldando al presidente.

Habla usted de vías de diálogo, hay muchos candidatos del PP que critican que cuando llegaron al Gobierno les dejaron tirados y se rompieron todas las vías de diálogo con el resto de fuerzas. Sáenz de Buruaga estaba entonces en ese Ejecutivo. ¿Podría ella encauzar las relaciones con otros partidos?

Me consta que guarda una relación personal con otros partidos y es capaz de tender lazos de entendimiento. Confío en que sea capaz de generar un proyecto ambicioso, ilusionante, de unidad, renovador, y que fortalezca nuestro partido y recupere la fortaleza de los cántabros.

Parece complicado cuando ni siquiera se consigue dentro del propio partido. En las últimas dos semanas se han lanzado acusaciones de «deslealtad» y «traición» contra Sáenz de Buruaga y en el partido ya se habla abiertamente de «ruptura», «guerra civil» o «sacar los cadáveres de la sede».

Son muchas las personas que me han trasladado en estos días su preocupación o tristeza por la sensación de división que se puede estar transmitiendo. Es verdad que hasta aquí no se llega de un día para otro. Por eso urge recuperar la unidad. Esta debe ser la primera preocupación del nuevo presidente.

La unidad es difícil cuando se ha bajado al barro y el partido está al borde de la ruptura.

Por eso es esencial que el debate se haga desde el máximo respeto entre las partes. Lo contrario no representa a nuestro partido.

Que Génova hiciese público su «malestar» por la presentación de la candidatura de Diego después de que acordasen esperar hasta que hablasen con los notables tampoco ayudó mucho. ¿Cree que se equivocó al meterse en medio?

Me consta que el comportamiento de la dirección nacional del PP ha sido absolutamente intachable, buscando hasta el último momento la unidad. Génova ha apoyado al partido y dedicado mucho tiempo y esfuerzo a Cantabria. La secretaria general, María Dolores de Cospedal, y el coordinador general, Fernando Martínez-Maíllo, han estado de diez.

¿Cree que la oferta de Diego a la secretaria general de concederla el 50% de la dirección si gana la primera vuelta de las primarias es la solución al problema?

No creo que un reparto numérico y de sillones favorezca la integración. En este sentido, me sorprende que personas que hasta hace un día decían en privado cosas terribles de algún candidato aparezcan ahora apoyando y formando parte de la candidatura.

¿La transición debería de haber sido de otra forma?

GonzaloPiñeiro y José Joaquín Martínez Sieso hicieron transiciones ejemplares cuando acabaron sus ciclos y ese legado no lo podemos dinamitar. Al presidente le ha tocado vivir tiempos muy difíciles y yo siempre he reconocido ese trabajo. Lleva muchos años y representa una parte importante de nuestra historia que el PPsiempre tendrá que reconocer, y su voz y su participación, como la de Piñeiro y Martínez Sieso, son imprescindibles para el futuro del PP cántabro

¿Alguna vez aspiró a ser el presidente del PP?

Nunca he querido aspirar a la Presidencia del Partido Popular de Cantabria. Nunca. Por la sencilla razón de que honestamente creo que no tengo la capacidad suficiente para liderar y gestionar el partido. Conozco mis limitaciones y creo que por encima de los reconocimientos y los cargos debe de estar el partido.

Hay mucha gente cerca de la órbita de Diego que dice abiertamente que usted quiere que gane Buruaga para ser el aspirante a la Presidencia de Cantabria en 2019.

Los mismos que decían que yo buscaba la Presidencia del PP. Ahora, desmontada la mentir pero con los mismo intereses, sugieren que lo que persigo es optar a mi candidatura a las próximas elecciones, absolutamente nada más alejado de la realidad. Mi dedicación es plena al Ministerio de Fomento y mi principal preocupación es no defraudar ni un solo minuto la confianza que Mariano Rajoy ha depositado en mí.

Hace cuatro años le sacaron de la dirección regional del partido del que era vicesecretario, ¿le gustaría volver? ¿Aspira a algún cargo?

No quiero ningún cargo en la dirección del partido, pero voy a estar y a ayudar en todo para lo que se me requiera. En cada reunión, en cada pueblo y en cada barrio, para dar mítines y repartir propaganda. Este partido me ha dado infinitamente más de lo que yo he sido capaz de devolverle. Estoy infinitamente agradecido. Me siento en absoluta deuda con Mariano Rajoy.

¿Se abandonó el partido y a su gente durante los cuatro años que presidieron el Ejecutivo?

Hay que mimar a nuestros afiliados, gente que trabaja sin cuartel a cambio de nada, que acude a reuniones, se ofrece en las campañas como interventores o defienden nuestras posiciones en la calle, en los bares y en las reuniones vecinales. Son lo mejor y lo más importante del PP. Hay que atenderlos no solo ahora en las campañas, sino cada jornada.

¿Qué debe salir del congreso regional de marzo?

Espero que el próximo presidente se siente con el otro candidato al día siguiente de las elecciones para construir juntos ese proyecto. El PP es el mejor, el más sólido, y Cantabria necesita urgentemente un cambio en su modelo de crecimiento. Estoy profundamente orgulloso del PP y estoy convencido de que vamos a estar a la altura de nuestra historia.

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