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Desembarco de bocarte en el puerto de Santoña por parte de un cerquero castreño durante la semana del 8 al 12 de mayo
"Hace años que no se veía un bocarte así"

"Hace años que no se veía un bocarte así"

La excepcional calidad y tamaño del género que pescó la flota la pasada semana ha fascinado a los conserveros

Teodoro San José

Domingo, 21 de mayo 2017, 14:22

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"Bocarte de gran calidad". "El mejor". "Sorprendente". "Muy interesante, como hacía años no se veía una cosa así". Conserveros y pescadores no dejan de elogiar las capturas de bocarte que se desembarcaron durante la pasada semana en los puertos de la región, cuando las lonjas se llenaron de un género extraordinario y cuya calidad se dejará notar en la anchoa que salga al mercado para 2018. Porque la semana del 8 al 12 de mayo ha sido, dicen, "para recordar". En números, por ser una de las más productivas en descargas y de mejor cotización. En calidad, sobresaliente debido a la cantidad de partidas de gran tamaño. Sólo en Santoña y Laredo se subastaron en cuatro días 1.365.000 kilos de bocarte. Y, lo principal: dos terceras partes de esas descargas se trataba del bocarte "ideal" para las fábricas de conserva.

Sucedió que un inmenso banco de bocarte maduro apareció el día 8 frente a Guetaria (Guipúzcoa). Gregario como es, el pez emprendió agrupado una parte de su ciclo vital. Un puñado de barcos dio con la punta de ese banco cuando comenzó a recorrer el Cantábrico hacia el oeste. A partir de ese momento, el resto de la flota abandonó lo más profundo del Golfo de Vizcaya, donde faenaba, y empezó la persecución.

Fueron cuatro días frenéticos en la mar, en los muelles y en las lonjas. Había gran cantidad de pesca, se encontraba a las puertas de casa y el tamaño del bocarte resultaba excelente. "Hace un montón de años que no se veía un pescado tan bueno, años que no se vendían en la lonja partidas de pesca tan grandes de calidad y desembarcadas por muchos barcos, no partidas sueltas", destaca Adolfo Belaustegui, encargado de la firma Conservas Catalina, de Santoña. También José Luis Ortiz, de Conservas Codesa, tuvo la misma sensación: "Del 8 al 12 salió pesca de gran tamaño, pero es que las jornadas de jueves y viernes encontraron pesca gorda, de 26 a 33 granos (en el argot, unidades en kilo). Bastantes toneladas y de ese tamaño tan interesante... Hacía tiempo que no veía semejantes capturas por la calidad en tanta cantidad", señala el empresario laredano; "un bocarte de buen lomo y buena talla. A los conserveros nos ha sorprendido para bien, pues hemos pasado varios años sin esta calidad de bocarte".

"El que quieren todos"

Belaustegui explica que el producto que entró durante esa semana "ha sido un pescado que los barcos no han podido localizar en anteriores costeras. Ha resultado un gran momento para los conserveros. Creo que todos están satisfechos". Si lo desembarcado miércoles y jueves fue "una pesca ideal para las fábricas, lo que llegó el viernes superó todo. Era un bocarte gordo, el mejor, el que más se cotiza y el que quieren los de la alta restauración".

Y como la calidad se cotiza, así se dejó notar en las lonjas. Las pujas llegaron hasta rozar los nueve euros el kilo para algunas partidas con bocarte de 25/27 granos. En concreto, el precio más alto abonado en Santoña ese semana fue de 8,90 euros el kilo, "lo más caro pagado por una partida", indica Luis Herrera, secretario de la Cofradía santoñesa, donde el precio medio por las capturas fue de 2,90 euros/kilo (las de menos de 35 granos fue de 3,25 euros el kilo). En Laredo la media estuvo en los 2,75 euros, un precio "bueno para la cantidad de bocarte que ha habido", indica César Nates, presidente de la Cofradía de Pescadores de Laredo; "hubiera valido bastante más de haber venido suelto ese bocarte tan bueno". La pesca por la que se pagó entre cuatro y cinco euros podría haber alcanzado los siete euros el kilo. Al concentrarse en dos días "ese precio mejoró a la baja para los conserveros, aunque a los barcos que traían grandes partidas también les ha valido. Ha sido bueno para las dos partes. Todos contentos", apunta Ortiz.

Con una semana así, las empresas de conserva han tenido ocasión de reponer su almacenaje con género de gran calidad. Claro que, en función de la producción y capacidad de cada una algunas ya están servidas y otras aguardan aún nuevas remesas. En Conservas Catalina, por ejemplo, ya están "abastecidos por esta campaña", reconoce Belaustegui. "Nosotros necesitamos más acopio", reconoce Ortiz; "esperamos más pesca como la que hubo esos días otras dos semanas más".

Pero, ¿qué pasó con ese extraordinario banco de bocartes? ¿Se agotó? Los barcos estuvieron faenando el bocarte hasta cerca de San Vicente; el viernes la flota regresó a puerto para descansar el fin de semana. El lunes de madrugada, cuando regresaron a la mar, los cerqueros ya no encontraron el rastro. Como pez pelágico que es, lo que quedaba de aquel banco de bocartes debió de regresar a las profundidades frente a las costas asturianas, por lo que la flota puso rumbo este, al fondo del Golfo de Vizcaya. Allí, el bocarte que han encontrado esta semana ha sido pesca pequeña. Piezas de tallaje superior a los 45 granos, en nada parecida a la anterior.

Abundancia

Tomando como referencia los puertos de Santoña y Laredo, el bocarte subastado en sus lonjas del 8 al 12 de mayo alcanzó los 1.365.696 kilos (560.000 se desembarcaron en el puerto pejino y los otros 805.000 en los muelles santoñeses). Los entendidos estiman que casi todo el género puesto a la venta fue de menos de 35 granos, y que en torno a 300.000 kilos correspondieron a partidas que rozaban la excelencia, con piezas de menos de 30 granos.

Se trata de unas cifras "fuera de lo normal" por la cantidad y la calidad, afirman en el sector. Y,en el caso de Santoña, una cantidad "de récord" para una semana, y también en una sola jornada, con los alrededor de 400.000 kilos que se desembarcaron allí el jueves.

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