Borrar
Pilar Fatás.
El Patronato de Altamira se reunirá el día 6 en Santillana

El Patronato de Altamira se reunirá el día 6 en Santillana

El órgano que gestiona la actividad del Museo y Centro de Investigación no se convocaba desde febrero de 2016, una etapa marcada por la muerte de Lasheras y el cambio político

Guillermo Balbona

Jueves, 25 de mayo 2017, 12:44

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El Patronato de Altamira, órgano de gestión del Museo Nacional y Centro de Investigación, volverá a reunirse el 6 de junio en Santillana del Mar, quince meses después de su última cita. Será la primera convocatoria de la nueva etapa de la institución tras recalar en la dirección Pilar Fatás. La reunión de este organismo, en el que están representadas todas las instituciones implicadas en la gestión de la cueva, se convoca en la sede del Museo.

La última reunión tuvo lugar en febrero de 2016 y la anterior en marzo de 2015. Aún no se ha desvelado el orden del día pero aspectos como la memoria, los proyectos y la valoración de los avances en los estudios científicos para la conservación de las pinturas rupestres suelen estar presentes de manera ordinaria. Además, se contempla una revisión de las próximas actuaciones para poner en valor un patrimonio cultural reconocido mundialmente. El Patronato lo constituyen el Ministerio de Cultura, el Gobierno de Cantabria, el Ayuntamiento de Santillana, la Fundación Botín y el Centro Superior de Investigaciones Científicas, así como la UIMP y la Universidad de Cantabria.

Este periodo, entre la última cita y la reunión prevista ahora, ha estado marcado por el fallecimiento ese mismo mes de febrero de José Antonio Lasheras, director de Altamira entre 1991 y 2016, investigador y museólogo, adalid de la internacionalización del Museo Nacional, que murió en un accidente de tráfico en la provincia de Burgos; y marcado, asimismo, por los avatares políticos y, por ende, en la Administración y en diversos cargos dependientes del Ministerio, caso del nuevo secretario de Estado de Cultura, Fernando Benzo. Este Patronato será el primero del Museo de Santillana bajo la dirección de Pilar Fatás que asumió el cargo el pasado verano.

Lasheras, desde la atalaya de Santillana, redactó el programa museológico que permitió la renovación del centro, un proyecto que incluyó la reproducción a escala natural de la cueva y sus pinturas, y desde la que se responsabilizó de los trabajos de conservación. Diez días antes del trágico suceso presidió técnicamente la última reunión del Patronato en la que se planteó estudiar el aumento de las visitas a la cueva y sortear más entradas por Internet.

En su próxima cita el organismo debería, teóricamente, evaluar "en qué número y en qué condiciones" se podría acometer esa medida, y considerar si es posible facilitar visitas "excepcionales".

Ahora se cumplen cerca de tres años y medio desde que la cueva se reabrió, cerrada desde 2002, bajo ese régimen de visitas controladas. Por recomendación de los científicos, la cueva permaneció cerrada al público durante doce años con el objetivo de preservar ese patrimonio. Desde la reapertura, la han visitado cerca de 800 personas. Hasta hoy, sin interrupción, ha continuado el acceso restringido a la cueva aprobado en 2014. De este modo, son cinco las personas que acceden a la cavidad cada viernes, seleccionadas por sorteo entre los visitantes del Museo, desde febrero de ese año.

Pilar Fatás lleva diez meses al frente de uno de los museos nacionales con mayor capacidad de atracción y con una «marca» que redunda en su efectivo reclamo. La directora, en sucesivas comparecencias, ha descartado "cambios drásticos" en el acceso a la cueva. El Museo de Santillana aumentó el pasado año las visitas en un 8,62% al alcanzar el paso de 285.990 personas por su sede.

Fatás dirige el Centro de Investigación que tiene como destino primordial la conservación, catalogación y exhibición ordenada de los bienes arqueológicos, prehistóricos e históricos, incluida la gestión y conservación de la cueva. Y la veterana gestora, que sigue la huella de José Antonio Lasheras, no se cansa de subrayar que Altamira revela que «el patrimonio es frágil y nos pertenece a todos».

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios