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Dos agentes de la Unidad de Prevención y Reacción, la que más trabajo tiene estos días, velan por la seguridad durante la final de la Copa del Mundo de Vela
Interior ha recibido cinco avisos por radicalización yihadista en Cantabria

Interior ha recibido cinco avisos por radicalización yihadista en Cantabria

La Policía, en nivel 4 de alerta antiterrorista en todo el país, reforzará la seguridad con motivo de la celebración de eventos que concentrarán a un gran número de personas

Daniel Martínez

Domingo, 11 de junio 2017, 17:28

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La imagen de los agentes patrullando con sus G-36 -uno de las armas de asalto más potentes del cuerpo- para prevenir posibles ataques terroristas en las inmediaciones del Palacio de Festivales de Santander, donde esta semana se ha celebrado la final de la Copa del Mundo de Vela, ha pillado con el pie cambiado a muchos. "¡Ni que estuviéramos en guerra!", decía un paseante. Ni mucho ni poco, lo que exige el protocolo con el nivel 4 de alerta en el que está España desde hace más de un año. Y eso que Cantabria es, junto a Extremadura, la única comunidad autónoma del país en la que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad no han llevado a cabo ninguna operación contra el terrorismo internacional de carácter yihadista desde 2012.

¿Qué conlleva el nivel 4 de alerta antiterrorista?

  • nivel terrorista

  • 1.Se eleva la presión sobre los sospechosos de tener vínculos con el terrorismo internacional. Movilización total de agentes de la lucha antiterrorista, que extreman la vigilancia.

  • 2. Protección de lugares sensibles. Se incluyen centros estratégicos, de transporte (estaciones y aeropuertos) o energía. Puede pedirse la colaboración de empresas de seguridad privadas.

  • 3.Mayor vigilancia con más agentes patrullando en las calles. Se abre la puerta a reducir los periodos de libranza y las vacaciones de los agentes de los cuerpos involucrados.

  • 4.Las Fuerzas Armadas incrementan la seguridad en sus instalaciones y están a disposición de la Policía en caso de que tuvieran que realizar labores de colaboración.

Así figura en el último informe elaborado por el Ministerio del Interior, en el que la cifra de detenidos asciende hasta las 243 personas, la mayoría en Barcelona (61) y Madrid (36). Eso no quiere decir que la Policía Nacional y el resto de organismos del Estado no estén vigilantes ante posibles movimientos de este tipo que puedan producirse en la región, ni que esté vacunada contra la aparición de focos peligrosos. De hecho, ya se han manifestado en Asturias (un arrestado), País Vasco (dos) y Castilla y León (nueve), las tres comunidades limítrofes. "No hay una explicación concreta. Posiblemente tenga que ver con que también la población de Cantabria es menor", explican fuentes policiales, que recuerdan que están atentos a los movimientos de individuos o grupos de inspiración terrorista en todo el territorio, algo para lo que es "fundamental" la colaboración ciudadana.

No hay amenazas concretas ni indicios que hagan prever un atentado en tierras cántabras, pero las normas son claras. "Se ordena que los dispositivos de seguridad que se establezcan en eventos con gran concentración de personas mantengan las medidas de seguridad hasta la completa finalización del evento y abandono de los asistentes del lugar de la celebración y sus zonas adyacentes", concretaba una comunicación de la Dirección General de Policía enviada recientemente a todas sus comisarías. Por eso, y teniendo en cuenta ese nivel 4 de alerta por posibles atentados, se desplegará un dispositivo especial con motivo de los diversos eventos destacados que tendrán lugar en Santander durante la primera parte del verano. Desde la visita de los Reyes con motivo de la apertura del Centro Botín el próximo 23 de junio hasta el concierto de Enrique Iglesias el 15 de julio. Actos que, en ambos casos, se espera que sean multitudinarios.

En Cantabria, desde 2015 se han recibido cinco avisos que alertaban de posibles casos de radicalización. Todos ellos a través del Centro de Coordinación de Información (CCIR), una herramienta que permite dar a conocer a la Policía "todas aquellas inquietudes u observaciones relacionadas con todos los tipos de radicalización violenta que, por uno u otro motivo, haya despertado el interés del ciudadano". Se trata de una cifra ínfima entre las más de 3.534 contabilizadas en toda España por teléfono, la página web (stop-radicalismos.es), el correo electrónico o la aplicación diseñada por el Ministerio para facilitar este procedimiento anónimo.

Cuerpos especiales

  • Antes de cada gran acontecimiento se realizan reuniones de coordinación en materia de seguridad.

  • "Con meses de antelación se comienza a planificar todo lo que tiene que ver con la seguridad cuando hay grandes acontecimientos como los que vienen", explican fuentes de la Policía Nacional en Cantabria. Lo hace el cuerpo con sus propios medios y posteriormente se trabaja de forma conjunta con otros cuerpos del Estado, así como responsables municipales, servicios de emergencias y sanitarios. Allí es donde, atendiendo a criterios técnicos preestablecidos, se decide qué tipo de medidas se deben adoptar.

  • En el caso de la final de la Copa del Mundo de Vela, las más llamativas han sido la colocación de obstáculos para impedir la entrada de vehículos kamikazes que traten de arrollar a la población, la utilización de perros para la localización de explosivos o la fuerte presencia de agentes de cuerpos especiales equipados con armas propias de las películas de acción como la ametralladora G-36, un fusil de asalto con tecnología punta. En el dispositivo de este evento deportivo han participado medio centenar, pero las cifras se multiplicarán con la visita de los Reyes por la apertura del Centro Botín el 23 de junio y a Santo Toribio irán en helicóptero con motivo del Año Santo.

  • "Hay una comisaría especial que se encarga de la seguridad de la Monarquía. Vienen aquí previamente, estudian el terreno, elaboran un plan de trabajo y con pocas horas de antelación, para que no haya filtraciones, lo presentan a todos los cuerpos involucrados", explican desde la Policía Nacional en Cantabria. También la Guardia Civil tendrá que hacer un sobreesfuerzo esa jornada. Se encargará de la seguridad en el aeropuerto y su Unidad de Seguridad Ciudadana de acompañarles en los desplazamientos. También están en las visitas de personalidades desde ministros hasta jefes de Estado a la UIMP durante todo el verano.

Por "motivos de seguridad", el Ministerio no da detalles sobre estas cinco comunicaciones. Ni la localidad, ni las circunstancias, ni las personas a las que apuntaban. Sólo que todas ellas se referían a "radicalización violenta de índole yihadista". Tras ser analizadas por los expertos, cuatro quedaron descartadas por su escasa credibilidad y una se derivó a la Policía Nacional. Existían señales que hacían pensar que podía contener información relevante y, siguiendo el protocolo habitual, se investigó el caso. Pero el expediente se cerró sin detenciones ni operación policial antiterrorista alguna.

"Afortunadamente, la inmensa mayoría de los avisos no culmina en operaciones y detenciones, y mucho menos en acciones terroristas", cuenta la portavoz de Interior. A nivel nacional, Madrid encabeza el listado regional con 160 avisos, seguida de Cataluña. Gracias a ellas se han podido frenar desde actos de propaganda hasta tentativas de individuos de viajar al exterior para 'aprender' a cometer atentados.

Sobre el terreno

Se trabaja en la prevención desde las mesas de las comisarías y también sobre el terreno. Se ha visto estos días durante la celebración de la fase final de la Copa del Mundo de Vela, que ha movilizado a unos 50 agentes, la mayoría de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR), un grupo preparado de forma concienzuda para responder a este tipo de situaciones. Un despliegue pequeño para lo que se viene encima. Equipados con armas de gran dimensión -uno de ellos las definía ante las preguntas de un curioso como "de destrucción masiva" en tono de broma y para quitarle un poco de hierro al asunto- han vigilado toda la semana el entorno de Gamazo.

Allí también se han instalado elementos disuasorios para vehículos pesados. En concreto, grandes bloques de hormigón, como los colocados frente a la carretera de entrada al Palacio de Festivales para frenar el acceso de camiones o furgonetas. De esta forma, se quieren impedir prácticas terroristas como la protagonizada por el yihadista que acabó con la vida de 87 personas en Niza tras arrollarlas con el camión que conducía durante la fiesta del último 14 de julio. Este mismo proceder se utilizó en Estocolmo y en los recientes atentados del pasado fin de semana en Londres.

Perros para la búsqueda de material explosivo, agentes de inteligencia de paisano para informar de cualquier incidente, la colaboración de la Policía Local para realizar labores de apoyo y control del tráfico... Medidas todas recogidas en el protocolo del Ministerio del Interior sobre cómo actuar en caso de grandes concentraciones de personas con un nivel 4 de alerta antiterrorista, el que se fijó precisamente tras los atentados de Francia. Los agentes de la UPR, los que estarán en primera línea, se saben de sobra el procedimiento. "Las personas con mucha ropa y determinados rasgos físicos pueden ser elementos de sospecha. Lo primero cuando hay un sospechoso es la seguridad de las personas y del propio agente y después se procederá al cacheo y a su identificación", cuenta un agente de este cuerpo, que está convencido de que su intervención será mínima y no se producirá ningún incidente.

Su presencia será más evidente en puntos críticos como aeropuertos y estaciones, tanto de ferrocarriles como de autobuses. Proteger y también informar a la población ante bulos como los que circulan en las redes sociales que avisan de un incremento en el nivel de riesgo. El ministro José Ignacio Zoido avisó esta semana de que no se subiría hasta la alerta 5, un supuesto que conllevaría la presencia militar en las calles -está ocurriendo en Francia- y un aumento significativo de los controles. U otros bulos como el que el pasado mes de diciembre se extendió por Santander, un supuesto tiroteo en Cazoña -así apareció en las redes sociales, donde se habló de atentado terrorista- con varios muertos que no fue tal, sino un suicidio.

También está involucrado el Gobierno de regional. "La seguridad ciudadana depende de Interior, pero somos nosotros los que hemos dado el visto bueno al plan de autoprotección del Centro Botín y le daremos, si procede, al que se realice para el concierto de Enrique Iglesias en El Sardinero", cuenta Luis Sañudo, director general de Protección Civil. La Delegación del Gobierno en Cantabria y la Jefatura de Policía Nacional apenas dan datos sobre el dispositivo preparado para estos acontecimientos. Ni número de agentes, ni su especialización, ni su procedencia... Porque en estos casos, lo mejor es no aportar información para que "los malos no vayan un paso por delante".

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