«Agredirme no es la solución, respetarme sí»: USO alerta del aumento de ataques a empleados públicos en Cantabria
La campaña 'STOP Agresiones' reclama protocolos eficaces, más seguridad en los centros y apoyo psicológico y jurídico inmediato para las víctimas
Dos trabajadoras asesinadas en lo que va de 2025 y más de 17.000 agresiones notificadas en la sanidad española en un solo año. Las ... cifras estremecen, pero detrás de cada número hay un profesional que solo trataba de cumplir con su trabajo. Con esta realidad como telón de fondo, la Federación de Atención a la Ciudadanía de USO ha presentado hoy en Santander su campaña 'STOP Agresiones', con un mensaje claro: el personal del sector público necesita respeto.
La iniciativa, presentada en la sede de USO Cantabria, pretende visibilizar y frenar la violencia externa contra quienes atienden a la ciudadanía en servicios tan sensibles como la sanidad, la atención social, la administración, prisiones, aeropuertos o empleo. «Lo que no se nombra no se protege», subrayó Ana Avilés, secretaria de Prevención y Salud Laboral de FAC-USO, que defendió «la urgencia de registrar, denunciar y visibilizar cada incidente para que no quede diluido en la estadística de accidentes laborales».
Los datos de Cantabria confirman la importancia de la convocatoria: 274 agresiones a profesionales sanitarios en 2024, más de la mitad en Atención Primaria (144 casos) y casi un centenar en Valdecilla. Además, la comunidad se situó como la segunda provincia con más agresiones a la Guardia Civil, con 33 casos registrados. «Los trabajadores y trabajadoras del sector público no son responsables de la gestión de los recursos, pero son quienes sufren la frustración de la ciudadanía», denunció Avilés.
La estrategia de 'STOP Agresiones' se basa en visibilizar el problema y hacerlo salir de las estadísticas frías, animando a los empleados públicos a denunciar cada incidente y a las administraciones a crear registros transparentes y observatorios específicos. La campaña combina la denuncia de la violencia con la formación preventiva, la asistencia médica, psicológica y jurídica inmediata a las víctimas, y la exigencia de protocolos eficaces. A la vez, se apoya en un mensaje positivo que apela al respeto como «herramienta clave para garantizar la seguridad de quienes atienden los servicios públicos», explicó Avilés.
Desde el sindicato reclaman protocolos eficaces, mayor seguridad en los centros de trabajo, asistencia médica y psicológica inmediata a las víctimas, formación específica y campañas institucionales que promuevan la tolerancia cero frente a la violencia. También alertan de que los recortes en servicios públicos, la falta de recursos humanos y materiales y las deficiencias organizativas están detrás del aumento de incidentes.
Mercedes Martínez, secretaria general de USO Cantabria, incidió en la necesidad de poner el respeto en el centro y recordó que cada día los empleados públicos se enfrentan a insultos, amenazas o agresiones físicas. «Agredirme no es la solución, respetarme sí», insistió. Con la campaña que ahora arranca, USO busca que la ciudadanía reconozca la labor de quienes sostienen los servicios públicos y que las administraciones cumplan con su deber legal de protegerlos. Porque, como recordó Avilés, «sin respeto no hay seguridad; y sin seguridad, no hay servicio público posible».
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